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23 de abril de 2024

En 2020, el 7,9 % de los menores de entre 15 y 17 años tenían un peso insuficiente

En 2020, el 7,9 % de los menores de entre 15 y 17 años tenían un peso insuficientePexels

Salud y alimentación

Los niños perfeccionistas corren más riesgo de sufrir un trastorno alimenticio

Una buena comunicación entre padres e hijos y fomentar una autoestima sana basada en las aptitudes y habilidades de los más jóvenes hará que tengan un escudo contra estas enfermedades

Escuchar al otro lado de la puerta del cuarto de baño el sonido de una arcada en su hijo es algo a lo que todo padre tiene miedo. Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son una dura realidad cada vez más presente en España. En el año 2020, el 2,1 % de la población española de 18 años y más, y el 7,9 % de los menores de entre 15 y 17 años, tenían un peso insuficiente, según la última Encuesta Europea de Salud.
La presión de los estereotipos sociales de belleza, de mantenerse delgado, de las redes sociales y los medios de comunicación conlleva para los más jóvenes problemas de autoestima, que desembocan en muchas ocasiones en este tipo de trastornos alimenticios. Sin embargo, hay otros factores que pueden causar enfermedades tales como la bulimia y la anorexia.
Estudios demuestran que comer en familia puede ayudar a prevenir los TCA

Estudios demuestran que comer en familia puede ayudar a prevenir los TCAUnsplash

No existe una causa específica

Azucena Díez, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría, indica que existen dos picos de edad en las que los jóvenes se encuentran más expuestos a sufrir TCA. El primero en torno a los 14 y 15 años, y el segundo, entre los 18 y 19. En general, la anorexia debuta más temprano, mientras que la bulimia algo más tarde.
«No existe una única causa que produzca Trastornos de la Conducta Alimentaria, sino varios factores de riesgos, que si se asocian generan estas enfermedades», explica Díez. El primero de ellos incluye los rasgos de la personalidad, como el perfeccionismo y la autoexigencia en los casos de anorexia; y la impulsividad y la inseguridad en la bulimia. Los antecedentes familiares también son un elemento de predisposición a estos trastornos, junto con el carácter y la personalidad.

Los trastornos de la alimentación a menudo se asocian también con la depresión, la ansiedad, el consumo de sustancias o trastornos de la personalidad

Por otro lado, la doctora también explica que, a parte de los factores predisponentes, existen otros que precipitan a los más jóvenes hacia estos trastornos. Los eventos vitales adversos, como una ruptura de pareja, conflictos familiares o la pubertad y sus cambios asociados son la causa en muchas ocasiones de que salgan a relucir estas enfermedades.
La anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa son los trastornos más comunes entre los jóvenes. La primera puede ser restrictiva –reducción de ingestas que causa la pérdida de peso– o purgativa –vómitos, fármacos o ejercicio en exceso para compensar lo que se come–. En ambos casos, se pueden llegar a la desnutrición y, de forma muy frecuente, se da la pérdida de la menstruación. En cambio, la bulimia nerviosa se caracteriza por un peso normal. Las personas que la padecen suelen actuar en ciclos de atracón-purga. Los trastornos por atracón consisten en ingestas de comida muy abundantes en poco tiempo.
Los trastornos de la alimentación a menudo se asocian también con la depresión, la ansiedad, el consumo de sustancias o trastornos de la personalidad, así como con enfermedades físicas importantes. Desde el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid defienden que la autoestima es una de las variables que guarda más relación con estas enfermedades: «hay que considerarlo un factor previo, predisponente y síntoma posterior de las mismas». 

¿Por qué es importante tener una buena autoestima?

Desde la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia lanzan algunas claves por las que una autoestima alta es necesaria: 
  • Mejor estado de ánimo y bienestar general
  • Motivación y energía para lograr metas y superar los fracasos
  • Reduce la probabilidad de sufrir problemas de carácter fisiológico y social
  • Respecto hacia uno mismo
  • Autocuidado y protección de los intereses y derechos propios

Una buena comunicación

Ahora bien, ¿es posible prevenir este tipo de trastornos? La doctora Díez afirma que para detectar de forma precoz cualquier tipo de problema en los niños hay que fomentar un estilo de comunicación asertivo, «un ambiente en el que ellos puedan expresar sus sentimientos y sus dificultades sin miedo a sentirse juzgados». Si los padres hablan de sus dificultades y muestran sus sentimientos, para los hijos será más fácil expresarlos. 
Como padres, también es importante establecer un control sobre lo que los niños ven en internet y en las redes sociales, donde prevalece una imagen idealizada del cuerpo sobre una real. Pero también sobre el contenido que ellos mismos cuelgan. Las redes sociales son un arma de doble filo, donde abundan los filtros que falsean la realidad, pero a la vez donde se pueden desestigmatizar de una manera muy eficaz los trastornos psiquiátricos y prevenir los TCA.
Desde la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia defienden que es importante dejar claro a los adolescentes los mensajes que se reciben de la sociedad para que no les afecten los medios de comunicación y puedan desarrollar su propio pensamiento crítico hacia la figura, el peso, el cuerpo y las dietas.

Prevención inespecífica

En la prevención de estos trastornos, esta misma asociación afirma que no es muy efectivo hablar directamente de estas enfermedades y cuáles son las conductas que las caracterizan. Las informaciones explícitas sobre los TCA en adolescentes que presentan cierta predisposición parecen `dar ideas´ y aumentar la curiosidad sobre estas conductas de riesgo. Por ello, la prevención inespecífica sería lo más beneficioso. Díez, por su parte, también se muestra de acuerdo con esta idea. «Es preferible hablar a los niños de peso saludable y alimentación variada, y evitar centrarse en el tipo de figura corporal y los contenidos calóricos».
La autoestima juega un papel crucial en la prevención de estas enfermedades y por ello es importante que los padres la potencien en sus hijos. La presidenta de la Sociedad de Psiquiatría Infantil recomienda que para mejorar la autoestima de los niños hay que valorarlos por su esfuerzo, y no por sus capacidades. 
«Existen diferentes estudios que demuestran que una buena comunicación familiar, el comer en familia y la apreciación por parte de las familias de sus hijos no sólo por aspectos estéticos, sino por sus valores y aptitudes, son factores de protección en el desarrollo de los TCA», concluye la doctora Díez.
Reforzar positivamente todo aquello que tiene que ver con la personalidad y las habilidades, en lugar de todo lo relacionado con la apariencia física, hará en gran medida que los niños tengan un escudo ante los trastornos de la conducta alimentaria. 

6 consejos para prevenir los TCA

  • Proporcionar un buen ejemplo
  • Demostrar aceptación y tolerancia
  • No dejar que los medios de comunicación influyan
  • Proporcionar muchas opciones de comida saludable en casa
  • Ayudar a construir la autoestima
  • Establecer horarios de comida
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