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28 de marzo de 2024

Los niños con altas capacidades son también conocidos como superdotados

Los niños con altas capacidades son también conocidos como superdotadosImagen de archivo

Educación

Los ocho consejos para educar a niños superdotados

Las altas capacidades han de ser fomentadas en los más pequeños para que desarrollen al máximo su potencial

Algunos niños destacan en una serie de habilidades de manera innata sobre otros, pero esto no significa que estas no tengan que ser desarrolladas y potenciadas, tanto en casa como en el colegio. Los niños con altas capacidades, al igual que los que presentan problemas de aprendizaje, poseen unas necesidades diferentes a la hora de aprender. 
Estas altas capacidades en los niños, antes conocidos como superdotados, se pueden dar en campos y temáticas muy diferentes, como la música, las letras y el lenguaje o las matemáticas. Por ello es tan importante prestarles atención cuando comienzan a darse en los más pequeños, para saber desde dónde abordarlas y darle al niño la educación adecuada a su caso para que desarrolle al máximo todo su potencial. 
La psicóloga infantil y juvenil, Katia Aranzabal, ha lanzado una lista de consejos destinados a los padres de hijos con altas capacidades que son claves en su desarrollo. 
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Mucha atención

Normalmente los niños con altas capacidades necesitan mucha dedicación, pero han de aprender que no siempre se les podrá dar toda la que requieren. Tendrán que compartir el tiempo de sus padres con sus hermanos, si los tienen, o con trabajo. 
«Para esto, es importante que le expliquemos que nos encanta atender todas sus demandas y contestar a todas sus preguntas, pero hay momentos y espacios en los cuales tiene que respetar a sus padres», destaca Aranzabal. En sitios como el despacho, el cuarto de baño, el consejo de esta psicóloga es poner el cartel de «no molestar», cuando se necesita un poco de espacio y de tiempo. 

Cuidado con sus habilidades sociales

«Es importante alimentar y dar salida a las necesidades de los niños con altas capacidades a nivel intelectual pero no debemos olvidar otras facetas como las sociales, las emocionales, el deporte...». 
Una vía de escape para sus tensiones es estimular su desarrollo físico, pero Aranzabal destaca también que es igual de importante crear un ambiente de comunicación de confianza en casa, donde los pequeños puedan compartir sus emociones y sus temores. 

El valor del esfuerzo

Como no les cuesta mucho aprender, en términos de esfuerzo, los niños con altas capacidades suelen ser menos perseverantes. Ante esto, la recomendación de la psicóloga es «enseñarles desde pequeños que no todo es fácil, que debe haber un orden, que debe haber una disciplina y que debe haber unos horarios». 
Los niños con altas capacidades suelen ser menos perseverantes aunque más perfeccionistas

Los niños con altas capacidades suelen ser menos perseverantes aunque más perfeccionistas

Autoestima

Los niños superdotados, aunque menos perseverantes, son también más perfeccionistas y suelen tener un mayor miedo al fracaso. Por esta razón, pueden desarrollarse en ellos unas mayores inseguridades. «A veces prefieren no hacer las cosas con tal de no equivocarse pero esta es la forma de adquirir confianza en uno mismo hacerlo y equivocarse», explica Aranzabal.
Para combatirlo, es necesario no mostrar solamente interés por las notas escolares del pequeño, sino el si disfruta en clase, si está aprendiendo, si le gustan las actividades extraescolares a las que está apuntado. En definitiva, el consejo de esta psicóloga es entender e investigar si el niño se siente valorado por lo que es como persona. 

No dar siempre las respuestas

Ante las infinitas preguntas que hacen estos niños, en ocasiones es mejor no contestarlas todas. Hay que hacerles comprender que han de ser ellos mismos los que busquen las respuestas para que se sientan competentes. 
Estos niños suelen ser muy empáticos

Generalmente son niños que buscan constantemente la aprobación de los demásImagen de archivo

Empatía

«Suelen ser niños muy sensibles y generalmente muy empáticos, por lo tanto intuyen enseguida cómo se encuentran los demás», argumenta Aranzabal. Están muy pendientes de la aprobación de los demás, más que de lo que realmente ellos quieren. Ante esto, el trabajo de los padres es resaltar lo importante que es que se permita ser él mismo. 

Límites desde pequeños

Establecer normas puede que sea la única manera de que, a medida que van cumpliendo años, comprendan cuál es su figura de autoridad. «Ellos también necesitan normas para sentirse protegidos y probablemente las tengan que discutir con ellos cada vez que intente establecer una nueva, pero una vez hecho esto, se mantendrán durante el tiempo necesario», afirma Aranzabal.

Toma de decisiones

Sin perder de vista los límites impuestos, es igual de importarte guiarles para que tomen sus propias decisiones y estas sean acertadas. Es necesario también que haya rituales y costumbres en su día a día, como las horas de lavarse los dientes, de recoger juguetes, recoger la mesa, de acostarse… En palabras de Aranzabal: «Si somos inconsecuentes nos lo harán saber y cuestionarán las normas, así que es mejor que sean claras y concretas. El 'porque lo digo yo', no funciona». 
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