Manifestación a favor de la vida en las puertas del Senado
Defensa de la vida
Los provida frente al Senado: «No vamos a renunciar a nuestra fe en público»
Este miércoles se vota en la Cámara Alta la aprobación de la reforma del Código Penal que castiga con penas de cárcel a quienes acuden a rezar y ofrecer ayuda frente a los abortorios
Quienes defienden la vida del no nacido han madrugado este miércoles 6 de abril. A las 8:30 de la mañana estaban ya ante las puertas del Senado, en la calle de Bailén de Madrid, porque en su interior se ha votado también esta misma mañana «la Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, para penalizar el acoso a las mujeres que acuden a las clínicas de interrupción voluntaria del embarazo», según se puede leer en el orden del día de la Cámara Alta de las Cortes Generales.
Concentración contra el aborto frente al Senado
La reforma castiga con penas de cárcel de entre tres meses y un año a quienes acuden a acosar a los abortorios. Acoso que ejercen mediante la oración y la ayuda a las madres que acuden allí a poner fin a su embarazo. A iniciativa del PSOE y el PNV, será hoy votada en el último trámite parlamentario antes de su entrada en vigor.
«Stop persecución provida»
Al llegar esta mañana a la calle Bailén, en la esquina con la calle de la Encarnación, no se escuchaban protestas, ni gritos, ni siquiera canciones; sino oraciones. Un grupo de unas veinte personas rezaba el Rosario, pancartas en mano, en las que se podía leer «Stop persecución provida», «soy provida, no delincuente» o «por ayudar a una mujer iré a la cárcel». Dos contenedores llenos de muñecos bañados en pintura rojas intentan remover las conciencias de quienes por allí pasan, entre ellos los senadores que se dirigen al interior del edificio para votar y aprobar esta ley.
La oración ha estado encabezada por Jorge y Pilar, dos jóvenes de 19 años que forman parte de la iniciativa Rezar no es delito. «Están persiguiendo y criminalizando a quienes rezan en la calle por el fin del aborto», expresa él. «No vamos a renunciar a nuestra fe en público a pesar de las persecuciones y todo lo que nos quieran imponer», continúa el joven.
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El poder de la oración
Para Pilar y otras dos chicas de 19 y 21 años, llamadas María y Marta, es importante estar esta mañana presentes porque se va a aprobar una ley «injusta». «Se ha redactado a escondidas, no ha habido debate; de milagro nos hemos enterado de que por rezar podemos ir a la cárcel», denuncia Pilar. María, por su parte, explica que si quieren ilegalizar lo que hacen es «porque algo estamos removiendo en sus conciencias». No se les quiere escuchar ni ver rezar en los centros abortistas, y para estas chicas la causa es que su acción es «un susurro dentro de las cabezas de la gente que sabe que lo que está haciendo está mal».
«No queremos que nos metan en la cárcel por rezar y no sabemos si pretenden meter a cientos de personas en prisión; pero si es así, allí estaremos», sentencia Pilar. Los que salen ganando, para ellos, son quienes se dedican al negocio del aborto. En palabras de una de las jóvenes que se ha manifestado frente al Senado esta mañana: «Como convencemos a sus clientes en potencia y rescatamos a esas madres, lo más fácil es callarnos, ilegalizarnos y seguir embolsándose el dinero en el bolsillo».
Seguramente mañana los que rezan y rescatan a las madres y a sus hijos puedan ser juzgados y encarcelados, pero no dejaran de rezar y rescatar a estas mujeres y a sus bebés en las puertas de los abortorios, aunque por ello puedan ir a prisión.
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