Mujer embarazada mirando la ecografía de su bebé
Día Mundial de los Derechos del Nacimiento
Uno de cada cuatro embarazos acaba en aborto en todo el mundo
Se coloca así como la primera causa de muerte a nivel global
Desde el año 1999, se celebra el 7 de junio el Día Mundial de los Derechos del Nacimiento, una jornada especial dedicada a concienciar y reflexionar sobre la importancia en la vida de una persona que supone el comenzar a vivir fuera del útero materno. Pero, ¿qué hay de todos aquellos a los que ni siquiera se les da la oportunidad?
Una investigación del Instituto Guttmacher, en colaboración con las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) estudió la relación entre los embarazos inesperados y la ratio de abortos en 150 países de todo el mundo entre 2015 y 2019 y una de sus conclusiones fue que en esos cinco años hubo aproximadamente unas 121 millones de mujeres que se quedaron embarazadas de manera imprevista, y de todas ellas, un 61 % decidieron poner fin a su gestación, lo que se traduce en 73 millones de abortos cada año. Un total de 365 bebés que no nacieron en ese periodo de un lustro.
Si uno busca en internet cuál es la primera causa de muerte en el mundo, la OMS alerta de que las cardiopatías isquémicas fueron las responsables de 8,9 millones de muertes en el mundo en el año 2019. El segundo y el tercer puesto lo ocupan el accidente cerebrovascular y las enfermedades pulmonares, que causan el 11 y el 6 % de las defunciones a nivel global, respectivamente.
Jonathan Bearak, autor principal del estudio, afirmó que el 70 % de las mujeres con embarazos no planeados abortan en aquellos países donde la ley lo permite de manera amplia, como es el caso de España; sin embargo, en comparación, este porcentaje se reduce al 50 % en aquellos lugares donde abortar está prohibido o más restringido.
Los ataques al derecho a la vida han dado el salto a las instituciones y organizaciones internacionales. Polémica fue la propuesta de Emmanuel Macron de incluir el aborto en la carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y también las directrices de la OMS para un «aborto seguro», en las que se planteaba una despenalización de esta práctica a nivel general y la eliminación de cualquier límite de tiempo para llevarlo a cabo.
Ante esto, entidades provida de todo el mundo se han levantado para defender al no nacido y su derecho a una vida fuera del útero. Una de ellas es el Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia, desde donde afirman que «resulta difícil explicar que la OMS, referente en el establecimiento de políticas dirigidas a preservar y promover la salud de la población, defienda sin ambages el exterminio de lo más vulnerables, los no nacidos, a través del aborto sin límites».