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Muchos niños sufren "sobreexcitación emocional" en Navidad

Muchos niños sufren «sobreexcitación emocional» en NavidadGetty Images / iStock

«Niños fuera de control»: cinco pasos para evitar la «sobreexcitación emocional» de los pequeños esta Navidad

La hiper estimulación propia de las fiestas y de los encuentros navideños provoca que los niños estén más irritables o nerviosos.

«Además de la emoción propia de estas fechas, muchos niños duermen menos, comen a distintas horas y participan en más actividades de lo habitual. Estos pequeños desajustes, que a menudo pasan desapercibidos, influyen directamente en su capacidad para mantenerse tranquilos y regular su energía». Así sintetiza la psicóloga Silvia Mérida Expósito la «sobreexcitación emocional» que supone la Navidad para muchos niños.

Y no es para menos: canciones, luces, dulces, regalos, actividades, vacaciones, celebraciones religiosas, cambios de temperatura, encuentros con familias y amigos, cenas que se prolongan hasta bien entrada la madrugada... ¡incluso ir a misa a las 12 de la noche en Nochebuena!

El cóctel de emociones tan típico de la Navidad hace que, con mucha frecuencia, aparezcan «señales como irritabilidad, llanto más frecuente, dificultades para concentrarse o comportamientos más impulsivos de lo normal», tal y como señala esta experta del centro Blua de Sanitas.

Una razón fisiológica

Una sobreexcitación natural, que puede aparecer en cualquier niño sea cual sea su carácter o temperamento, y que tiene una razón puramente fisiológica: el sistema nervioso de los niños es más sensible a los cambios y estímulos intensos, y por eso su capacidad para regularse disminuye en estas fechas, como apunta la experta.

Ahora bien. Todos sabemos lo molesto que puede ser para el propio niño, y para quienes tiene a su alrededor, un pequeño «fuera de control».

Por eso, en lugar de tratar de frenar en seco estas actitudes, o de echar más leña al fuego con gritos o amenazas, este tipo de reacciones señala «la necesidad de ofrecer espacios de pausa y apoyo para favorecer su equilibrio emocional». Así, «detectar estas señales permite evitar cansancio intenso, frustración y tensiones familiares, lo que contribuye a unas celebraciones más serenas».

Cinco pautas útiles

Ante esta situación, Silvia Mérida y otros expertos de Sanitas apuntan algunas pautas para que ayudan a favorecer una Navidad más equilibrada:

1. Mantener rutinas (siempre que sea posible): «Intentar conservar horarios estables de comidas, sueño y descansos aporta seguridad y evita aumentos innecesarios de energía o cansancio acumulado».

2. Fomentar momentos de calma: «Actividades tranquilas como dibujar o leer ayudan a que el niño recupere la calma y canalice su energía de forma positiva. Además, los niños se regulan mejor cuando un adulto los acompaña con calma, ofreciéndoles seguridad».

3. Gestionar la entrega de regalos: «Recibir muchos juguetes a la vez puede resultar abrumador. Entregarlos en distintos momentos o permitir que exploren solo uno o dos ayuda a reducir la sobreestimulación».

4. Evitar agendas saturadas: «Alternar actividades animadas con periodos de calma favorece una mejor gestión emocional y ayuda a que los niños disfruten de las celebraciones sin sensación de vértigo».

5. No recurrir a castigos ante la sobreexcitación: «Las reprimendas aumentan su tensión. Resulta más eficaz guiarles hacia actividades calmadas y reforzar comportamientos adecuados. Reconocer y nombrar lo que sienten, como cansancio, alegría intensa o frustración, contribuye a que aprendan a regular sus emociones».

«Si estas conductas de sobreexcitación se mantienen una vez finalizadas las celebraciones navideñas, puede ser señal de que el niño necesita apoyo adicional para gestionar sus emociones. En esos casos, es aconsejable consultar con un profesional sobre las estrategias más adecuadas para favorecer su bienestar y el equilibrio familiar», concluye Silvia Mérida.

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