Cómo el surf ayuda a los jóvenes a afrontar el estrés: el fenómeno creciente en las costas españolas

Una ola se forma en el horizonte. Un joven se pone en pie sobre su tabla, remando con fuerza para posicionarse. Siente la fuerza del agua debajo de él, su corazón late al ritmo de las olas. Todo lo demás desaparece. No hay exámenes, no hay redes sociales, no hay presiones ni expectativas. Solo él, su tabla y la ola. Esa es la magia del surf, un deporte que está ganando popularidad en las costas españolas entre los jóvenes que buscan un respiro, una forma de liberar el estrés y reconectar con ellos mismos. A través de la experiencia del equipo de SeaHack, una empresa especializada en los deportes acuáticos, nos adentramos en el fenómeno creciente del surf entre los jóvenes y exploramos cómo este deporte está forjando un impacto significativo en su salud mental.

El surf, como cualquier deporte, requiere habilidad física y resistencia, pero también es una disciplina que demanda un alto grado de concentración mental y conexión emocional con el entorno. Al enfrentarse a las olas, los jóvenes surfistas se ven obligados a enfrentar sus miedos, a aprender a caer y levantarse, y a descubrir el poder de la concentración y la presencia mental. A través de su práctica, el surf se convierte en un espacio para la autoexploración, la superación personal y la desconexión de las presiones cotidianas. En este contexto, cinco aspectos claves sobresalen para entender cómo el surf está apoyando la salud mental de los jóvenes:

El surf y la salud mental

• Manejo del estrés y la ansiedad: el contacto con la naturaleza, el sonido de las olas y la concentración requerida para montarlas tienen un efecto calmante que ayuda a disipar el estrés y la ansiedad.

• Desarrollo de la resiliencia: el mar es impredecible y desafiante, al igual que la vida. Aprender a enfrentarse a olas difíciles y a levantarse después de caer puede enseñar valiosas lecciones de resiliencia.

• Autoestima y confianza: dominar una ola puede ser un desafío, pero cuando se logra, el impulso a la autoestima y la confianza en uno mismo es inmenso. La sensación de superación personal y logro que se experimenta puede ser un antídoto poderoso contra el miedo y la inseguridad.

• Concentración: el surf requiere un alto nivel de concentración y presencia mental. Esta práctica involuntaria de mindfulness puede ayudar a los jóvenes a mantener la concentración y a vivir el momento, alejándolos de las preocupaciones y el estrés.

• Conexión social: el surf fomenta un sentido de comunidad. En la playa, los jóvenes pueden interactuar con otros surfistas, compartir experiencias y construir lazos. Este sentido de pertenencia puede tener un impacto positivo en su salud mental y emocional.

El crecimiento del surf entre los jóvenes españoles es un testimonio del poder curativo del mar y de los deportes al aire libre. Mientras montan las olas, estos jóvenes no solo están practicando un deporte emocionante, sino también cultivando su salud mental, aprendiendo valiosas habilidades para la vida y formando parte de una comunidad que los apoya y entiende. El surf no es solo un deporte, es un estilo de vida, una forma de entender el mundo y, para muchos jóvenes, una terapia en sí misma.