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El secretario General de la ONU, Antonio Guterres

El secretario General de la ONU, Antonio GuterresEP

Un tratado de la ONU que se aprobará tras el verano permite la difusión de pornografía infantil creada con IA

El texto, cuyo texto se aprobó el pasado diciembre, ampara el «sexting privado realizado entre menores» incluso aunque se envíe a un adulto, y las imágenes pedófilas no reales

Después del verano, un nuevo tratado de la ONU para «Combatir los delitos cibernéticos» permitirá a los depredadores sexuales acceder a imágenes de explotación sexual de niños, a través de fotografías y videos creados con Inteligencia Artificial, y compartir imágenes sexuales de menores «si tienen edad de consentimiento».

Según alerta el Center for Family and Human Rights (C-Fam), un organismo independiente con sede en Washington que se dedica a auditar la actividad de la ONU, «si bien el nuevo tratado exige la penalización de compartir imágenes íntimas sin consentimiento, permite en realidad una amplia gama de contenido sexualizado que involucra a menores».

Por ejemplo, «aunque el texto pretende penalizar lo que se denomina 'material de abuso sexual infantil' –término que sustituye por completo al de 'pornografía infantil'–, se refiere estricta y únicamente a imágenes de menores que existan en la vida real».

De esta forma, «la nueva terminología incluida en el tratado permite, entre otras cosas, la pornografía infantil creada con Inteligencia Artificial», alerta el informe del C-Fam.

Despenalizar la pornografía infantil

La letra del tratado lo corrobora. Así, según el artículo 14.3 del texto, los países pueden optar por «despenalizar la producción, distribución y posesión de contenido visual, escrito o de audio sexualizado», que «represente a niños», siempre que no sea «una persona existente» o que «no represente visualmente el abuso sexual infantil o la explotación sexual infantil» de niños reales.

Respecto al «sexting» entre menores, es decir, el envío de imágenes sexuales entre los particulares que las protagonizan, que se lleva a cabo a través de redes sociales o apps de mensajería y que es una de las prácticas más comunes empeladas por los pederastas que actúan en Internet, el tratado, lejos de perseguirlo, parece darle alas.

«Sexting» legal entre menores y adultos

Así, los artículos 14.4 y 15.4 del Tratado otorgan a los Estados la opción de despenalizar el sexting «elaborado por niños en cualquier circunstancia», así como el sexting «de un menor a un adulto cuando este haya alcanzado la edad de consentimiento y se trate únicamente de una conducta privada». En esos casos, el tratado sólo exige el procesamiento cuando «las imágenes se compartan sin consentimiento».

Incluso aunque «el acto de comunicarse con un niño, instigar o captar a un niño o alcanzar un acuerdo con un niño a través de un sistema de tecnología» sea «de manera deliberada con el propósito de cometer un delito sexual contra un niño», si el menor tiene la edad de consentimiento en su país, y no se difunden o comparten las imágenes, la ONU ampara la despenalización de estas conductas.

Se retrasa la firma en Hanoi

La Asamblea General de la ONU aprobó el tratado el pasado 24 de diciembre de 2024, y los países deben firmarlo y ratificarlo antes de su entrada en vigor. La ceremonia de firma del nuevo tratado estaba prevista que se celebrase en julio, en la cumbre de Hanói, sin embargo, ahora se ha retrasado hasta el mes de octubre. Y aunque el periodo de firma se prolongará hasta el 31 de diciembre de 2026, el tratado entrará en vigor en el momento en que cuarenta países lo ratifiquen.

Como ha denunciado Stefano Gennarini, vicepresidente y responsable de Estudios Jurídicos del C-Fam, «este nuevo tratado de la ONU permite de hecho a los países despenalizar la pornografía infantil virtual, así como el 'sexting privado', también el realizado por menores, incluso aunque sea enviado a adultos».

Los argumentos de los pedófilos

Además, como explica Gennarini, «quienes apoyan el tratado argumentan que legalizar el sexting es compasivo, ya que los adolescentes tienen derecho a la expresión sexual». Y «argumentan que permitir que los pedófilos satisfagan sus preferencias sexuales con material virtual reduciría la probabilidad de que se abusaran de menores reales, y afirman que es necesario eliminar el término 'pornografía infantil' para evitar la 'revictimización' de quienes han sido explotados», denuncia.

Sin embargo, «todos estos argumentos parecen entrar en conflicto con la prioridad de que las fuerzas del orden eviten que los abusadores dañen a futuras víctimas», alerta este doctor en Derecho y experto en legislación internacional. Y constata que «no hay evidencia de que estos nuevos enfoques aumenten la eficacia de las fuerzas del orden».

Munición para los depredadores

De hecho, Gennarini confirma que «existe evidencia de que permitir que los depredadores sexuales accedan a la pornografía virtual conduce a más abusos sexuales infantiles, no a menos». Y, de hecho, «quienes luchan contra la trata de personas conocen muy bien cómo los menores de edad son atraídos a la pornografía y, finalmente, a la industria del sexo a través del sexting», concluye.

El argumento pro-pederastia de Austria ante la ONU

Durante la sesión final de las negociaciones para el Tratado sobre ciberdelitos, en diciembre de 2024, la delegada de Austria insistió en que «las excepciones» para perseguir el abuso sexual infantil en internet «deberían incluirse en el tratado», con la excusa de «proteger los derechos sexuales de los menores».
Un argumento que defendió sin dejar margen a la duda, como puede verse en la intervención, publicada en Youtube: «Los niños de 14 años o mayores tienen derecho a desarrollar relaciones sexuales. A esta edad, pueden optar por tener relaciones sexuales con alguien de 19 años, es decir, un adulto», afirmó la delegada austríaca.
Y añadió que «los niños pueden crear imágenes durante una relación sexual y compartirlas. Estamos convencidos de que las imágenes creadas como parte de una relación legal y voluntaria no deben ser criminalizadas».
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