¿Qué pasa con mi mascota si me divorcio? Es la pregunta que se hacen las parejas con algún amiguito de cuatro patas en común
¿Qué dice la ley española sobre las mascotas en casos de divorcio?
Estos animales domésticos dejan de ser «objetos» a ojos del ordenamiento jurídico. Así se decide su custodia tras una separación
¿Qué ocurre con el perro, el gato o cualquier otra mascota cuando un matrimonio se divorcia? Tras varios años de intentos, se aprobó en 2022 una reforma del Código Civil español que, desde entonces, reconoce a los animales como seres sintientes, lo que ha supuesto un giro en la forma en que los jueces deciden su futuro tras una ruptura. Actualmente ya no son bienes a repartir, sino compañeros cuyo bienestar debe preservarse.
Por ende, los animales domésticos han pasado a considerarse un miembro más de la familia. Con este nuevo marco legal, cuando un matrimonio o una pareja de hecho se separa, los jueces pueden decidir con cuál de los miembros convivirá la mascota, e incluso fijar un régimen de visitas para el otro, tal y como sucede en casos con los hijos menores.
El bienestar animal en el centro
El quid de la cuestión en la decisión será el confort de la mascota. El magistrado valorará factores como quién puede garantizar mejor su manutención, gastos, el tiempo disponible, la estabilidad del entorno e, incluso, los recursos económicos, priorizando siempre su interés frente a la disputa de los dueños.
En este sentido, dependiendo de si nos encontramos ante una situación u otra (las partes llegan a un acuerdo mediante un convenio regulador, o no) se tramitará de forma distinta.
Procedimiento contencioso
Si no se logra llegar a un acuerdo –y una vez expuesta y admitida la demanda de regulación de la custodia (donde las partes desarrollan sus posturas y exponen los argumentos que justifican sus peticiones)– tendrá lugar el pleito. En este, el juez tendrá en cuenta una serie de aspectos relevantes como los siguientes:
Quién es el propietario.Cuidador real de la mascota.Mayor disponibilidad de tiempo para su cuidado.Quién cuenta con mejores circunstancias para el animal (por ejemplo, una vivienda adecuada para su bienestar).En caso de existir hijos, a quién se le atribuye la custodia: es, sin duda, uno de los puntos más importantes, debido al vínculo afectivo que entablan los niños con los animales.
¿Qué ocurre con las parejas de hecho?
De haber discrepancias entre ambos y fuera necesario acudir a la vía judicial será más complejo, puesto a que la nueva regulación solo es aplicable a las parejas casadas.
En caso de parejas de hecho, la legislación civil no contempla este tipo de vínculo sentimental. Por ello, se tendrá que esperar a que se vayan dictando sentencias y se genere jurisprudencia al respecto.
