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17 de mayo de 2024

María del Monte y su pareja Inmaculada Casal, en una imagen del 6 de agosto

María del Monte y su pareja Inmaculada Casal, en una imagen del 6 de agostoGTRES

Robo en casa de la tonadillera

Los ladrones maniataron y amordazaron a María del Monte y la amenazaron de muerte

Los ladrones escalaron por la parte de atrás de la casa y reventaron la puerta principal a patadas

Eran cinco. Vestían de negro y llevaban la cabeza cubierta con pasamontañas, para que no les reconocieran. Cinco delincuentes que utilizaron una extrema violencia verbal. Hubo amenazas de muerte, de palizas y de torturas... La intimidación tomó cuerpo cuando con enorme violencia reconocieron a la propia María del Monte, la maniataron y la amordazaron.
La secuencia del robo comienza a las sobre las cuatro de la madrugada del jueves 24 al viernes 25 de agosto. En la zona donde está ubicada la residencia de la tonadillera apenas camina gente por las calles ni cuando el sol quema desde el firmamento. Por la noche, nadie, salvo cuando pasa por allí un coche de la Guardia Civil. La pared trasera de la finca de María del Monte da al campo. Por ese lado no tiene vecinos. La valla alcanza los dos metros, más o menos.
Los ladrones usaron un palé de madera. Lo apoyaron de forma vertical por la parte de fuera y lo escalaron para poder superar el muro. Lo hicieron sin ruido, de forma sigilosa, para no despertar a los moradores. Una vez que se colaron todos, fueron a la puerta principal. Todo apunta a que a la tonadillera y a su pareja se les olvidó echar la llave por dentro, porque la reventaron a patadas.
El ruido despertó a los moradores, pero todo fue muy rápido y no les dio tiempo a usar los móviles para avisar a la Guardia Civil de la intrusión. Los congregaron a los cinco en la planta baja y les obligaron a entregarles los teléfonos: María del Monte, Inmaculada, su pareja, dos familiares y una persona de servicio. En casi todos los casos tuvieron que acompañar a los cinco moradores a sus habitaciones para recoger los aparatos.
Después maniataron y amordazaron a María del Monte con violencia, mientras le exigían la combinación de la caja fuerte. Chillidos, amenazas con daño físico, potenciales golpes, empujones, órdenes... La idea era aminalar a las cinco personas que estaban dentro de la casa de la tonadillera para que se sometieran a sus designios.
Al final lograron lo que pretendían: María del Monte les dio la contraseña de la caja fuerte. La abrieron y la vaciaron entera. Según llegaron, se fueron. Es decir, el último en escalar, subió el palé y lo colocó por dentro del muro. Lo usaron para salir y huir. Allí mismo arrojaron tres teléfonos móviles de los moradores y también un llavero negro con las llaves de la casa.
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