Nicolás de Dinamarca, al que también se conoce como el ´Príncipe modelo´
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Nicolás de Dinamarca habla de su nueva vida tras perder su título de Príncipe
El nieto de la Reina Margarita ya está asentado en Australia, con la mirada puesta en ampliar su formación académica
La vida de Nicolás de Dinamarca ha dado un giro de 180 grados, y no solo por la decisión de la Reina Margarita de retirar a sus nietos los títulos de Príncipes. El Conde de Monpezat ha comenzado una nueva etapa lejos de su familia, concretamente en Sidney, donde se ha instalado junto a su novia, Benedikte Thoustrup, para ampliar su formación académica. Pero el joven de 24 años no ha dudado en hablar de la polémica que puso en jaque a su familia y que forma ya parte del pasado.
Lo ha hecho para las páginas de 9Honey, con una entrevista en la que se ha mostrado más sincero que nunca. «Sigue siendo un tema bastante delicado, pero yo soy la misma persona que siempre he sido», ha sentenciado. Cabe recordar que la Reina Margarita les arrebató sus títulos reales con la intención de que dieran forma a sus propias vidas «sin estar limitados» por la monarquía. Entonces, su decisión cayó como un jarro de agua fría en la Corona danesa.
Ahora, parece que el joven Conde ha dejado esas rencillas en el pasado y se ha centrado en una nueva vida a kilómetros de su familia: «Creo que en el futuro seré más libre, pero nunca antes me había sentido limitado. Así que, para mí, todavía no ha cambiado nada. Es más una mera formalidad o una especie de cambio de pertenencia, en cierto modo». Asimismo, y tirando de humor, Nicolás de Dinamarca ha admitido que es «raro conformarse con otro apellido», el cual todavía no se ha aprendido porque es bastante largo. «De Monpezat, supongo que ese sería mi apellido ahora, Conde de Monpezat», ha zanjado.
Aprovechando la oportunidad de hablar de la Corona y de su familia en general, Nicolás de Dinamarca ha expresado lo «emocionado» que está por su padre Joaquín y la Princesa Marie, que junto a sus hijos se han trasladado a Washington D.C. «Echo de menos a los cuatro», ha dicho, abriendo de par en par su corazón y sentenciando que tiene previsto visitarles en 2026 con motivo del Mundial de fútbol que se disputará en Estados Unidos. De la misma forma, no verá constantemente a sus primos, como tampoco asistirá al 18º cumpleaños del Príncipe Christian, que organizará una gala y una aparición en el balcón en la que no faltarán los miembros reales: «Por supuesto que me invitaron, pero desgraciadamente no creo que pueda asistir debido a la distancia física entre Australia y Dinamarca».
Pero su decisión de mudarse a Sídney nada tiene que ver con la historia de amor de su tía, la Princesa Mary. «No diría que influyó, pero en cuanto se lo dije se alegró mucho por mí. Me dio muy buenas recomendaciones y me presentó a sus amigos y a su familia de aquí», ha confesado el joven. Si algo tiene claro Nicolás de Dinamarca es que siempre contará con su familia, aunque cambie por completo el rumbo de su vida. «Me escribió un pequeño itinerario de qué hacer y qué ver, y me dio un manual de supervivencia, aconsejándome golpear las botas antes de ponérmelas y llevar protección solar a todas partes», ha zanjado.
Entre sus planes está viajar a Wagga Wagga para visitar la granja de ovejas en la que trabajó su padre en los años 80 y, por supuesto, disfrutar al máximo de esta experiencia, en la que la formación en fianzas será su máxima prioridad y «la vida en el centro de la ciudad» su nuevo hogar.
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