
El Rey Juan Carlos, en Abu Dabi
Así es la residencia del exilio dorado en la que vive el Rey Juan Carlos en Abu Dabi
El Rey se afincó en 2020 en la isla de Zaya Nurai, en un complejo con fabulosas villas con acceso a la playa
El Rey Juan Carlos sopló el pasado día 5 de enero las velas de su ochenta y seis cumpleaños. Lo hizo acompañado de gran parte de su familia en Abu Dabi, donde tiene establecida su residencia desde agosto de 2020. Así, no es de extrañar que, en los últimos días, hayan visto la luz infinidad de detalles acerca de la celebración, que reunió a íntimos amigos como Pedro Campos, fiel amigo de Don Juan Carlos y su anfitrión en sus estancias en Sanxenxo. Campos fue, precisamente, uno de los organizadores de la fiesta, junto a las Infantas Elena y Cristina y Miguel Arias, dueño del restaurante Flanigan de Palma de Mallorca, donde suele acudir la Familia Real durante sus vacaciones.
Según ha trascendido, el flamenco y la música fueron de la mano a un dress code que emulaba a la Marbella que acogió a la jet set española en los años ochenta y noventa; hubo un cóctel seguido de un bufé de producto local hecho por una empresa de catering de Emiratos, y una tarta sobrecubierta de chocolate fondant que reproducía el escudo de armas del Rey Juan Carlos y que este cortó con un sable. Y todo ello, claro, se desarrolló en la casa que habita Don Juan Carlos: una exclusiva villa, ubicada en la isla de Zaya Nurai, a poco más de cincuenta minutos en coche del centro de la ciudad de Abu Dabi.
La isla de Zaya Nurai fue inaugurada en 2015, tras cinco años de construcción. Tiene una superficie de 43 hectáreas y a su alrededor, se encuentran las islas de Ras Ghurab, Ba Al Ghaylam, Saadiyat y Al Jubail. Zaya Nurai es un refugio exclusivo con 32 villas de playa con piscinas privadas.
La vivienda está distribuida en dos plantas y cuenta con seis dormitorios, siete baños, dos cocinas, amplios salones con varias zonas de descanso, un comedor situado en una pequeña isleta flotante y hasta una sala de cine con capacidad para dieciocho personas. Además, la mansión tiene acceso a una playa privada y una terraza con piscina infinita y zona de descanso con comedor exterior; y cuenta con hasta un helipuerto, una zona de aguas con hammam y sauna, y una mesa de billar y futbolín.
Zaya Nurai
En las viviendas reina el mármol y los pavimentos en madera. Asimismo, están totalmente acristalada, incluida la barandilla de las escaleras que comunica las dos plantas. Algo que se repetiría en el resto de mansiones que conforman el complejo Zaya Nurai que, en sí mismo, dispone de multitud de espacios para hacer deporte, un gran spa, zona para niños y dos restaurantes; uno más elegante y lujoso, el Ginger Mermaid, cuya especialidad es el sushi, y otro más informal, de comida mexicana.
Es digno de mención aquí, que las personas que están alojadas en las villas, como es el caso de Juan Carlos I, reciben diariamente la comida que desean en el interior de sus casas previa llamada telefónica.