La Infanta Cristina y Urdangarin
Qué es el divorcio notarial que han firmado la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin
Los exduques de Palma han firmado los papeles de mutuo acuerdo después de dos años de su ruptura
Han pasado dos años desde que la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin anunciaron a golpe de comunicado que interrumpían su relación matrimonial. Suceso que se produjo poco después de que salieran a la luz las imágenes del exjugador de balonmano junto a Ainhoa Armentia, su actual pareja. Desde entonces, la Infanta y Urdangarin han estado inmersos en un proceso de divorcio que se ha alargado durante todo este tiempo. Finalmente, han firmado los papeles de mutuo acuerdo, ante notario y cumpliendo los requisitos exigidos por el Código Civil y asistidos por su abogado de familia, anuncia ¡Hola!
El acuerdo definitivo llegó en diciembre, así lo apuntan fuentes de la citada publicación, pero sin descartar que pudieran haber firmado a principios de 2024, antes de que Doña Cristina viajara a Abu Dabi con sus hijos, Pablo e Irene para asistir al cumpleaños del Rey don Juan Carlos. Por otro lado, si bien estaba previsto que este procedimiento se llevase a cabo en Ginebra con el fin de evitar filtraciones, al final ha tenido lugar en Barcelona, ciudad donde vivieron su historia de amor, pasaron por el altar aquel 4 de octubre de 1997, crearon su hogar y nacieron sus cuatro hijos.
Nueva ley
La Infanta y Urdangarin optaron por el divorcio notarial, introducido en el año 2015 por la Ley de Jurisdicción Voluntaria, que es la vía más rápida para poner fin al a unión matrimonial. Con anterioridad al 2015, el divorcio tenía carácter exclusivamente judicial. Es decir, únicamente los jueces podían decretar el divorcio de un matrimonio. No obstante, con la entrada en vigor de la nueva ley, que viene a modificar el Código civil, se incorporó esta posibilidad para descargar a los Juzgados de familia de la saturación que presentaban.
Acudieron juntos, sin sus descendientes, y con su abogado de familia a una notaría de la Ciudad Condal, sin que haya trascendido la fecha exacta en la que se produjo este acontecimiento. Juan, Pablo, Miguel e Irene tuvieron que prestar consentimiento respecto a las medidas tomadas que afectan a sus vidas, pero la ley no exige presencia personal, por lo que se deduce que estuvieron representados por un apoderado.
Irene y Juan Urdangarin
Además de la documentación requerida, Doña Cristina y Urdangarin presentaron el convenio regulador, cuyo contenido mínimo está señalado en el artículo 90 del Código Civil y se incluye en la escritura de divorcio. En cuanto al aspecto económico, la hermana del Rey Felipe e Iñaki, que no recibirá indemnización ni pensión, llegaron a un acuerdo para cubrir los gastos comunes de sus hijos y tener los dos las mismas oportunidades dada la diferencia de ingresos entre ambos. La cantidad variará según las necesidades. Asimismo, en lo que respecta a la propiedad de Bidart, seguirá siendo de Cristina (única propietaria), aunque cuando sus vástagos acudan a esta localidad francesa para estar con su padre, Iñaki Urdangarin también podrá hacer uso de la mencionada propiedad.
Mientras que Iñaki Urdangarin comenzará una nueva etapa de la que forma parte Ainhoa Armentia, para la Infanta Cristina todo seguirá prácticamente de la misma manera. Hará vida en Ginebra mientras realizará viajes con frecuencia a España por trabajo y para estar con su familia. Por ahora, no tiene planes de rehacer su vida sentimental. Al igual que la Infanta Elena, «es de una vez y se acabó». «No volverá a casarse, a diferencia de Iñaki y Ainhoa, que sí han hablado de ello y es más que probable que acaben contrayendo matrimonio en el futuro», detalla la revista del saludo.
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