Lucía González-Green, la joven sevillana que ha conquistado a Jaime Soto

Dicen que de una boda sale otra, y ya veremos. Lo que sí es seguro es que la última gran celebración del sur —la boda de Patricia Cadaval, hija de César de Los Morancos— ha dejado una inesperada protagonista: Lucía González-Green, quien acaparó más de un flash como la invitada más elegante.

Modelo, estudiante de doble grado en ADE y Derecho, creadora de contenido, andaluza de pura cepa y pareja de Jaime Soto, hijo pequeño del cantante José Manuel Soto, Lucía es de esas jóvenes que, sin pretenderlo, despiertan atención. No solo por su físico —que lo tiene— ni por su apellido doble —que impone—, sino por cómo se expresa y cómo cuenta las cosas. Una sevillana con discurso, criterio… y fondo.

Deslumbró en la boda con un diseño bicolor de Vanderwilde, con cuerpo tipo capa y hombros al aire. Pero más allá del estilismo, lo suyo es una auténtica «percha emocional». Basta con asomarse a su perfil de Instagram para intuir una vida rica en experiencias: de la feria de Sevilla a Lanzarote, pasando por editoriales de moda con alma andaluza y destellos de alta costura flamenca.

En su primera entrevista para Vanitatis, relató cómo empezó su historia con Jaime: «Nos conocimos en un concierto. Cuando se acercó, fue como si nos conociéramos de toda la vida», confesó. Lo que más le impresionó, según contó, fue «el cariño con el que hablaba de su familia, y sobre todo, de su madre». Palabras con sustancia, pronunciadas por una veinteañera con los pies en la tierra.

Desde muy joven ha estado vinculada al mundo de la moda, aunque nunca se ha limitado a ese rol. A los 14 años posó por primera vez, fotografiada por Jesús Isnard, y poco después desfiló para Rocío Peralta. Aunque no volvió a subirse a una pasarela, guarda aquel recuerdo como «una fantasía». Le apasiona la moda flamenca, los lunares, los volantes y todo aquello que huele a raíz. Siempre insiste en que su familia le enseñó una máxima: los estudios primero, lo demás después.

Sobre su pareja, habla con verdadera admiración: «Es generoso, siempre pendiente de los demás… me hace mejor persona». Él, periodista de formación, dejó atrás el camino convencional para fundar el Club Atlético Central y formar un grupo musical junto a su hermano. «No eligió lo fácil, pero luchó por sus sueños. Eso inspira», afirma.

Por ahora, no piensa en boda. Pero lo que tiene claro es que compartir valores pesa más que firmar papeles. Y mientras tanto, brilla cuando aparece… y se reserva con elegancia cuando no. Porque sí: tiene presencia, pero también cabeza. Y en el mapa de las nuevas promesas sociales con fondo, esta joven sevillana ha llegado con paso firme.

Jaime Soto, por su parte, es periodista y exfutbolista formado en la cantera del Real Betis, aunque una lesión de rodilla truncó su trayectoria deportiva. Además de ser el hijo menor de José Manuel Soto, ha explorado la música junto a su hermano. Antes de su actual relación, mantuvo una con Rocío Crusset, hija del conocido comunicador Carlos Herrera.