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El actor no está retirado por completo de Hollywood, pero vive más de seis meses en la isla balear

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El palacete del siglo XIX de Michael Douglas en Mallorca: acceso directo al mar, viñedos y un molino de aceite

Lo compró junto a su exmujer, Diandra Lunker, y ha intentado venderlo en tres ocasiones sin éxito

Las estrellas de Hollywood invaden España. Si Richard Gere sorprendía hace unos meses al instalarse en Madrid junto a su mujer Alejandra Silva y sus dos hijos, Alexander y James, esta semana era Margot Robbie la que disfrutaba de una larga comida en Arzábal Retiro. Pero no es la única que ha cogido un avión con destino a nuestro país en los últimos meses. Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones disfrutan de una segunda luna de miel en San Sebastián, donde ella está en plena grabación de una serie.

Mientras ella acude al set de rodaje a diario, él se dedica a conocer el País Vasco todo lo que puede. El monte Urgull o la mítica playa de la Concha han sido algunas de sus paradas desde el hotel María Cristina, donde están hospedados. Cuando sus horarios lo permiten, organizan veladas románticas disfrutando de su compañía y visitando lugares emblemáticos de la zona como el restaurante Akelarre, regentado por Pedro Subijana, que este año celebra el 50 aniversario de su apertura con un menú degustación único.

El idilio de Douglas en España no empezó, sin embargo, en el norte de la Península, sino en una de sus islas: Mallorca. El paraíso balear fue el destino que eligieron el actor y su exmujer Diandra Lunker para vivir su historia de amor durante la década de los noventa por tan solo 3 millones de euros. Sin embargo, ese amor que tanto prodigaban en las alfombras rojas se les acabó a principios del año 2000 y protagonizaron uno de los divorcios más sonados del momento. Ella consiguió más de 36 millones de euros en compensación al sufrimiento ocurrido dentro de la relación por haber estado casada, tal y como argumentó, con un adicto al sexo y a la infidelidad permanente.

El otro quebradero de cabeza de la separación fue S' Estaca, la mansión que disfrutaban en la costa de Deyá, al noroeste de la isla. Al principio la pusieron a la venta por 55 millones de euros, pero nadie quiso embolsar esa fortuna. Rebajar su precio un 50 % –hasta los 28 millones de euros– tampoco facilitó su venta.

El actor llegó a grabar un vídeo promocional de la finca para promocionarla asegurando que su vida estaba tomando un nuevo rumbo. «Ahora es el momento de dejar que alguien disfrute del privilegio y la aventura de S' Estaca», explicó sin éxito. Terminaron desistiendo y llegaron al acuerdo de que cada uno la disfrutaría en temporadas distintas. El actor, de febrero a julio. Ella, de agosto a enero.

«Me impresionaba la fuerza y el encanto de este lugar, de esta casa totalmente aislada y rodeada de tantas hectáreas de milenarios olivos. También sé que la Emperatriz Sissi visitaba el lugar», explicó Diandra Lunker a ¡Hola! hace años. «Lo que más me atraía era el lugar, porque muy cerca de él, yo viví mi infancia, viví unos años muy felices junto a mis padres en Valldemosa».

La vivienda principal fue construida en 1867

La vivienda principal fue construida en 1867GTRES

El acuerdo se ha mantenido hasta hace relativamente poco cuando el intérprete confirmó en una entrevista a London Evening Standard que había comprado por 15 millones de euros la parte de su exmujer y ahora la villa histórica era suya por completo. «Era muy incómodo compartir la casa de S' Estaca con Diandra. Seis meses para cada uno no era algo agradable para nadie», explicó en su día en otro encuentro con periodistas.

«Mis hijos seguirán viniendo y mis nietos y sus hijos. Estoy seguro que durante generaciones esta isla será suya. Esta casa es de mi familia y lo seguirá siendo. A Cameron, Dylan y Carys les encanta. Mi hija habla perfectamente español». Además, la isla es especialmente significativa porque es el lugar en el que Douglas y Zeta-Jones se enamoraron.

A London Evening Standard, además de reconocer que no tiene «intenciones reales» de volver a actuar a menos que surja «algo especial», desveló que es feliz viendo trabajar a su mujer y que es ella la que ha tomado las riendas de la mansión mallorquina. «Está felicísima aquí. Está decorando la casa a su manera. Me alegra verla realmente feliz, y aquí, en casa con nuestros amigos».

Michael Douglas y Catherine Zeta Jones

Una de sus actividades habituales es salir a navegar por el MediterráneoGTRES

Más allá de la problemática de sus dueños, la mansión también tiene una historia en sí misma. Fue construida en 1867 por el archiduque Luis Salvador de Habsburgo como un lugar de retiro situado al norte de la isla, entre las localidades de Valldemossa y Déia. Con vistas al mediterráneo y a la sierra de Tramuntana, en un principio tan solo tenía la vivienda principal. En algunas entrevistas, el actor de Un crimen perfecto ha comentado que esta posee diez habitaciones, diez baños, además de biblioteca propia, salón multimedia, bodega, pabellón, terrazas, gimnasio y spa. Cada de las estancias posee un estilo sofisticado donde se entremezclan las líneas mallorquinas, inglesas y mediterráneas.

Con el tiempo en las 100 hectáreas de terreno que posee la finca se fueron construyendo edificios aledaños independientes hasta lograr los ocho que hay en la actualidad y que incluyen cinco apartamentos, un loft y dos casas adyacentes para invitados. Por no hablar de la piscina, los viñedos y hasta el antiguo molino de aceite. El objetivo de tener al alcance de la mano todos estos lujos es poder disfrutar de una rutina agradable cuando están en la mansión. «Somos madrugadores: tomamos café, paso al menos dos horas leyendo las noticias y, después, hacemos deporte. A veces vienen amigos a almorzar, echamos la siesta...», reconocía el actor.

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