
Una bomba explotó en el avión 103 de Pan Am y mató a 270 personas (Lockerbie, Escocia, 1998)
Cronología del atentado de Lockerbie, el más mortífero cometido en territorio del Reino Unido
En diciembre de 2020, 32 años después de la tragedia, Estados Unidos anunció que procesaría a Massud acusado de ser el responsable de fabricar la bomba que estalló
La justicia estadounidense anunció la detención de Abu Agila Mohamad Massud, exmiembro de los servicios de inteligencia del dictador libio Muamar Gadafi, acusado de realizar el atentado contra el vuelo 103 de la aerolínea estadounidense Pan Am cobrándose la vida de 270 personas en diciembre de 1988. En diciembre de 2020, 32 años después de la tragedia, Estados Unidos anunciaba que procesaría a Massud acusado de ser el responsable de fabricar la bomba que estalló.
El día del accidente
21 de diciembre de 1988, el vuelo 103 de la aerolínea Pan American World Airways (Pan Am), que cubría la ruta Fráncfort-Nueva York vía Londres, se preparaba para partir del Aeropuerto de Londres-Heathrow en dirección al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York. El avión despegaba sin más problema que un leve retraso. Una hora más tarde, el avión –un Boing 747– volaba sobre la localidad escocesa de Lockerbie cuando una enorme explosión en la bodega de carga delantera, en la posición 4L, rompía en pedazos la aeronave: las 259 personas que viajaban a bordo (243 pasajeros de los cuales 190 eran estadounidenses y 16 miembros de la tripulación) fallecieron, así como otras once personas que se encontraban en tierra y fueron alcanzados por restos del aparato al caer con fuerza sobre el pueblo.
Este fue considerado el mayor atentado ocurrido en Reino Unido y el segundo ataque aéreo más mortífero de la historia de Estados Unidos, siendo el primero el 11-S. Tras tres arduos años de investigación se concluyó que la causa de la tragedia había sido un explosivo escondido en un radiocasete y cuyos autores fueron Basset Aku al-Megrahi, un oficial de inteligencia libio y jefe de seguridad de Libyan Arab Arilines (LAA), y Lamin Khalifah Fhimah, director de la estación de LAA en el aeropuerto de Luqa, Malta. En 2003, el régimen libio de Gadafi reconoció oficialmente la responsabilidad por el atentado de Lockerbie y pagó 2.700 millones de dólares en compensaciones a las familias de las víctimas.

Escena de la devastación en Lockerbie, luego de que un avión 747 Pan Am Jumbo explotara y se estrellara sobre la ciudad escocesa
El tira y aflora en torno a los autores del atentado
El 31 de enero de 2001, Megrahi fue declarado culpable de asesinato por un tribunal de tres jueces escoceses y condenado a 27 años de prisión que no llegaría a cumplir enteramente, pues murió en Libia en 2012 a causa de un cáncer después de ser repatriado por razones humanitarias. Fhimah fue absuelto.Tras la muerte de Megrahi muchos pensaron que el caso quedaba zanjado, pero su indulto no hizo más que dejar preguntas abiertas. No solo quedaba sin resolver el trasfondo del atentado, sino también quedaba la duda de si detrás de aquella decisión se ocultaban intereses económicos entre el Reino Unido y Libia, país rico en petróleo.

Lamen Khalifa Fhimah (izquierda) y Abdel Basset Ali al-Megrahi (derecha)
Familiares de las víctimas, encabezados por el doctor Jim Swire, dudaban de que Libia estuviese tras el ataque. A esta pregunta se sumaba un numeroso grupo de senadores estadounidenses que pidieron una investigación sobre las circunstancias que rodearon la puesta en libertad del exagente de inteligencia libio. Swire alegaba que las autoridades escocesas bloquearon de forma deliberada los intentos para llevar a los verdaderos asesinos ante la Justicia.
Para añadir más confusión al caso, salieron a la luz algunos documentos en la abandonada embajada británica en Trípoli que revelaban que el Gobierno de Gadafi amenazó a Reino Unido con «consecuencias nefastas» si Al-Megrahi moría en Escocia. Incluso se difundieron rumores, sobre una supuesta relación entre la liberación del condenado y un gran acuerdo petrolero con la empresa británica BP: «Detrás de todo se ocultan negocios sucios», llegó a decir la diputada nacionalista escocesa Christine Grahame sobre el trasfondo del complicado caso.
En defensa del único condenado se encontraron unos documentos que implicaría a Irán que habría actuado en represalia por un avión civil iraní derribado por un misil estadounidense en julio de 1988, un atentado en el que murieron 290 personas.

Visitantes presentan sus respetos en el memorial a los muertos del vuelo 103 de Pan Am, en el cementerio de la ciudad fronteriza escocesa de Lockerbie
Un tercer cómplice
En 2020, décadas más tarde del atentado, reaparece un tercer cómplice al que el fiscal general de Estados Unidos, William P. Barr, presentó cargos contra Abu Agila Mohamad Massud por delitos de terrorismo. Según la acusación, Massud fabricó la bomba que destruyó el avión de Pan Am y trabajó junto a Al-Megrahi y Fhimah.
Los investigadores afirman que Massud puso el dispositivo a punto el propio 21 de diciembre y que ese mismo día regresó a Trípoli
Gracias a los registros de viaje y declaraciones de testigos, la Fiscalía estadounidense afirma en la acusación que Massud se reunió con un agente de inteligencia de Libia antes de viajar de Trípoli a Malta en diciembre de 1988 y seis días más tarde, los otros dos cómplices viajaron a Malta, donde juntos trabajarían en la bomba.
Más tarde, el material sería enviado oculto en una maleta que viajó de Malta a Frankfurt y que, finalmente, terminó en el aeropuerto londinense de Heathrow, donde fue colocada en el avión de Pan Am, según detalla la acusación. Los investigadores afirman que Massud puso el dispositivo a punto el propio 21 de diciembre y que ese mismo día regresó a Trípoli.
Tam Dalyell, el político laborista que luchó por la liberación de Al Megrahi aseguró que: «Lockerbie será uno de esos misterios, como el asesinato del presidente Kennedy, que permanecerán sin resolver, posiblemente para siempre». Ahora se espera que el arresto y detención de Massud se pueda si no cerrar el caso, aclarar el enigma de este trágico incidente.