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05 de mayo de 2024

Batalla de Monte Cristi

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La Guerra de la Restauración o el paso definitivo de República Dominicana a la independencia

El historiador Frank Moya Pons dice que «la Guerra de la Restauración, que comenzó siendo una rebelión de campesinos, muy pronto se convirtió en una guerra de razas, por el temor de los dominicanos de color, que eran la mayoría, a ser convertidos nuevamente en esclavos»

En La Española, el primer territorio que descubrió Cristóbal Colón en 1492, entre 1863 a 1865 tuvo lugar la guerra de Santo Domingo, que fue el inicio de la actual República Dominicana. Había un descontento en la sociedad dominicana por diferentes imposiciones llegadas de España. Fundamentalmente el llamado bagaje, que era la entrega de animales de trabajo al ejército sin posibilidad de recuperarlo. Otra era que, por diferentes circunstancias la sociedad dominicana no se casaba.
El arzobispo Bienvenido Monzón insistió que las parejas no podían vivir en pecado y debían regularse los nacimientos ilegítimos. El tercer factor fue el aumento de impuestos, sobre todo en los aranceles. Finalmente surgieron rumores infundados que España impondría la esclavitud, enviando dominicanos a Cuba y Puerto Rico. Todo aquello provocó que, a finales de 1862, se empezara a preparar una revolución.
El historiador Frank Moya Pons dice que «la Guerra de la Restauración, que comenzó siendo una rebelión de campesinos, muy pronto se convirtió en una guerra de razas, por el temor de los dominicanos de color, que eran la mayoría, a ser convertidos nuevamente en esclavos, y de ahí pasó a ser una verdadera guerra popular que puso en movimiento todas las energías de la Nación para lograr su independencia y la restauración de la soberanía».

Aquel intento de restaurar aquellas poblaciones quedaron frustradas por el coronel José María Checo

El primer foco revolucionario lo llevó a cabo el comandante Cayetano Velázquez. Con 150 hombres asaltó Nieba y arrestó al general Domingo Lázaba. Al estar mal organizado fracasó pocas horas después de iniciarse. En febrero de 1863 un grupo de personas, que se conocieron como restauradores, quisieron dominar Santiago, Puerto Plata, Moca, La Vega, San Francisco de Macoris, San José de las Matas y los pueblos de la Línea Noroeste. Estos hombres eran Santiago Rodríguez, Lucas Evangelista de Peña, Juan Antonio Polanco, Benito Monción y Pedro Antonio Pimentel. Aquel intento de restaurar aquellas poblaciones quedaron frustradas por el coronel José María Checo.
También fueron derrotados en Guayubin por el general José Antonio Hungría, comandante de Armas y Gobernador de Santiago. En Sabaneta fueron derrotados por el general Gaspar Polanco. Al conocer el levantamiento en Guayubin, los restauradores de Santiago se sublevaron. Pero volvieron a fracasar y para frenar otras posibles rebeliones, el 17 de abril de 1863 fusilaron al poeta Eugenio Perdomo, Pedro Ignacio Espaillat, José Vidal Pichardo, Carlos de Lora, Ambrosio de la Cruz, coronel Pierre Thomas, general Antonio Bautista. A pesar de estas muertes, la revolución estaba en marcha.
Obra de Melanio Guzmán en el interior del Monumento a los Héroes de la Restauración en Santiago, República Dominicana

Obra de Melanio Guzmán en el interior del Monumento a los Héroes de la Restauración en Santiago, República DominicanaWikimedia Commons

Santiago Rodríguez, el 16 de agosto de 1863, con 14 hombres llegaron al cerro de Capotillo (Dajabón) e izaron el pabellón dominicano. Posteriormente este acto se conoció como «Grito de Capotillo». Ahí se inició la guerra de Santo Domingo. Se fueron levantando diferentes pueblos al unísono del «grito». La ciudad de Santiago la sitiaron miles de hombres. Viendo que la situación se complicaba, España decidió enviar tropas de Cuba y Puerto Rico.
Las tropas españolas que tenían como misión defender la República Dominicana de los restauradores la formaban la Primera Brigada; Coronel Don Julián González Cadete; Batallón de Cazadores de La Unión; Batallón de Tarragona; Cuarta Compañía de Montaña del Regimiento de Cuba, Segunda Brigada; Coronel Don Joaquín Suárez; Batallón de Isabel II; Batallón de Nápoles; Tercera Compañía de Montaña del Regimiento de Cuba, Milicias del País, capitán Máximo Gómez, Tropas del Cuartel General; Primera Sección de Cazadores de África, Primera Sección de Lanceros de la Reina.
El 13 de septiembre de 1963 unos 6.000 dominicanos, al mando del general Gaspar Polanco, se atrincheraron en la Fortaleza San Luis, en Santiago. Se tomó la decisión de incendiar la ciudad de Santiago. Con ello los restauradores querían que esa ciudad perdiera valor estratégico para los españoles. Al quedar destruida era un sitio complicado para defender. La decisión del general Polanco fue efectiva y España se olvidó de Santiago.
Las tropas españolas decidieron marchar hacia Puerto Plata. Los hombres del general Polanco los emboscaron en El Carril y El Limón. Como consecuencia de ello el ejército español tuvo 1.300 bajas. La siguiente ciudad incendiada por los restauradores fue Puerto Plata. El 4 de diciembre de 1864 el general José María Cabral, con 600 hombres, derrotó en la Canela a una partida española de 80 soldados y 31 criollos.

De 1863 a 1865 murieron 30.000 hombres por enfermedad, la mayoría por fiebre amarilla. El coste de la guerra ascendía a 33 millones de pesos

Durante este conflicto se autoproclamó presidente de la República Dominicana José Antonio Salcedo, conocido como Pepillo Salcedo. Este pidió ayuda a los Estados Unidos, que le fue denegada. España estaba en una situación complicada. De 1863 a 1865 murieron 30.000 hombres por enfermedad, la mayoría por fiebre amarilla. El coste de la guerra ascendía a 33 millones de pesos. El general Pedro Santana, teniendo en cuenta los malos resultados, fue apartado de su cargo por el Gobernador General José de la Gándara. Santana murió poco después de ser revelado y antes de ser juzgado en Cuba.
En la guerra de la República Dominicana los restauradores tenían un ejército que osciló entre 15.000 a 30.000 hombres. Por la parte española varió de 29.824 a 41.000 hombres. Por lo que respecta al número de bajas los restauradores tuvieron entre 4.000 a 7.000 muertos y 4.000 muertos. Los españoles tuvieron 10.888 muertos; 30.000 muertos por enfermedades; y 10.000 dominicanos anexionados muertos o heridos.
Jura del gobernador y capitán general de Santo Domingo, don Pedro Santana, pintado por Wenceslao Cisneros, 1862 (Museo del Prado, Madrid)

Jura del gobernador y capitán general de Santo Domingo, don Pedro Santana, pintado por Wenceslao Cisneros, 1862 (Museo del Prado, Madrid)

Se iniciaron conversaciones de paz. Por España estaba José de la Gándara y por la república Dominicana Pepillo Salcedo. Al poco, por órdenes de Gaspar Polanco, Salcedo fue derrocado y asesinado. También Polanco fue derrocado acusado de establecer un monopolio del tabaco. Lo sustituyó, en enero de 1865, Benigno Filomeno de Rojas y Gregorio Luperón. Se redactó una constitución. Después de ser aprobada se nombró, el 25 de marzo de 1865, a Pedro Antonio Pimentel como nuevo presidente de la República Dominicana.
En España el primer ministro Ramón María Narváez, decidió poner fin a las operaciones militares y llevar el asunto de la guerra a las Cortes Generales. Estas renunciaron a seguir con el conflicto. Con lo cual, el 3 de marzo de 1865, la reina Isabel II firmó el final de la guerra y el 15 de julio las tropas españolas abandonaron la República Dominicana.
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