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06 de mayo de 2024

Las cargas del río Igan, el 23 de julio de 1921 representadas por el artista Augusto Ferrer-Dalmau

Las cargas del río Igan, el 23 de julio de 1921 representadas por el artista Augusto Ferrer-Dalmau

Picotazos de historia

Así salvó el regimiento Alcántara a miles de soldados españoles de la barbarie rifeña en el río Igan

El general Navarro ordenó al comandante en funciones del regimiento Alcántara proteger la columna. A lo largo de la mañana el regimiento cumplió con su cometido protegiendo la retaguardia de la columna hasta Dar Drius

Por medio de los acuerdos hispano-franceses de 1912 nominalmente se había establecido un protectorado español en el norte de Marruecos. Varias cabilas o tribus bereberes no estuvieron de acuerdo y se inició una guerra soterrada que fue aumentando en intensidad a medida que el carismático líder rifeño Abd el Krim ganaba adeptos.
En 1921 el general Manuel Fernández Silvestre pretendió avanzar hasta la bahía de Alhucemas. La acción puso al límite las líneas de suministros españolas por lo que, el día 22 de julio de 1921, se dio orden de retirada hacia Melilla. La retirada fue desorganizada, esto y el acoso de los rifeños llevó a una situación de ¡sálvese el que pueda! Nada hay más peligroso y que se extienda más rápido que el pánico en un ejército. En medio del desconcierto y desorganización brilla la actuación de un regimiento de caballería que mantendrá su unidad y disciplina, cubriendo y protegiendo los flancos y retaguardia de la columna española que se retira, hasta la posición de Dar Drius. Se trata del regimiento de caballería Alcántara 14 (hoy número 10).
El día 23 de julio, el general Navarro –el general Fernández Silvestre estaba dado por desaparecido, posiblemente muerto– ordenó al comandante en funciones del regimiento Alcántara, teniente coronel Fernando Primo de Rivera, que continúe protegiendo la retirada de la columna. Inicialmente, este regimiento contaba con una fuerza de casi setecientos hombres divididos en cinco escuadrones, cuatro de sables y uno de ametralladoras. A lo largo de la mañana el regimiento cumplió con su cometido protegiendo la retaguardia de la columna hasta Dar Drius. A las 13:30 el general dio orden de evacuación de la posición de Dar Drius a la posición de Batel. La marcha fue continuamente hostigada por las fuerzas cabileñas, por lo que los escuadrones del regimiento Alcántara debieron emplearse a fondo para mantener a raya al enemigo.
Al llegar al lecho seco del río Igan encontraron a un fuerte contingente de enemigos, aprovechando lo abrupto del terreno y dispuestos a cortar el avance de los españoles. Navarro ordena al teniente coronel Primo de Rivera que despeje el camino a la columna. El teniente coronel sabe que su unidad, que mantiene la disciplina y con la moral alta, está al límite tras los continuos combates de los últimos días y la infernal jornada de ese día 23 de julio que está lejos de concluir. El regimiento cargó contra las tropas rifeñas atrincheradas en el Igan ocho veces, la última de ellas al paso. Tal era el agotamiento de hombres y animales. Algunos cargaron a pie pues su montura había muerto alcanzada por las balas del enemigo, otros jinetes sobre mulas de los carros de transporte. Cargaron todos: herradores, enfermeros, trompetas... El regimiento cumplió con las órdenes recibidas y despejó el paso para la columna del general navarro. Cuando alcanzaron la posición de Batel se lleva a cabo el recuento. Solo respondieron 67 nombres. El regimiento Alcántara tuvo más de un 90% de bajas.
Continuó la retirada hasta la posición de Monte Arruit, en la que los jirones del Alcántara participaran en su defensa. El 6 de agosto muere de gangrena, tras una amputación sin anestesia, su comandante Don Fernando Primo de Rivera. El día 9 de agosto se rinde la posición. Los rifeños incumplen su palabra y las tropas españolas son masacradas. Cuando, meses después, se retome la posición, se identificarán soldados de este regimiento caídos en la puerta de la posición. Protegiéndola con su vida.
Mi tío José Antonio de Arcos y Cuadras, hermano de aquel diplomático que salvó el pueblo francés de Gueret, fue teniente en dicho regimiento. Participó en todas las acciones y fue herido durante la defensa de Monte Arruit. Tras la capitulación fue asesinado junto a sus compañeros. Sus restos jamás fueron identificados, tal vez, caritativamente, para evitar a la familia el conocer las circunstancias de su muerte.
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