Los misiles balísticos intercontinentales, un producto de la Guerra Fría
La guerra de Ucrania ha puesto el foco en la posible utilización de estas armas como forma de desequilibrar la actual situación de estancamiento
En los últimos días han proliferado diversas informaciones en las que se hace referencia a la posible utilización de misiles balísticos intercontinentales por parte de las Fuerzas Armadas Rusas.
Aunque fueron desarrollados en plena Guerra Fría, seguramente lo más inquietante de estos misiles de largo alcance es su capacidad para transportar armas nucleares. Pero también pueden también portar ojivas convencionales, químicas o biológicas.
Pero ¿qué es un misil balístico intercontinental?
Estos proyectiles autopropulsados, como su propio nombre indica, siguen una trayectoria de vuelo balística. Es decir, es la trayectoria que describe un objeto que ha sido lanzado al aire y que únicamente se desplaza bajo la influencia de fuerzas naturales, típicamente la gravedad y la resistencia del aire.
Por tato, un proyectil balístico normalmente describe una curva parabólica que se inicia en el punto de lanzamiento, alcanza un punto de altura máxima para, finalmente, descender a gran velocidad hasta alcanzar el punto de impacto. Por tanto, la trayectoria es predecible y los misiles sólo pueden realizar pequeñas maniobras tras su reentrada en la atmósfera.
Puesto que los misiles balísticos intercontinentales alcanzan altitudes superiores a los 4.000 kilómetros, la mayor parte de su recorrido tiene lugar en el espacio. De esta forma se evita el rozamiento con la atmósfera, lo que les permite alcanzar durante el descenso velocidades superiores a Mach 20 (veinte veces la velocidad del sonido). Así que, de forma estricta, podemos afirmar que también son misiles hipersónicos.
En nuestros días existen misiles balísticos de gran precisión cuyo alcance es cercano a los 20.000 kilómetros, de ahí que sean calificados como «intercontinentales». Su alcance y velocidad máxima es superior a la de los otros misiles balísticos: de alcance intermedio, de alcance medio, de corto alcance y tácticos.
El desarrollo de las bombas nucleares
Como es bien sabido, las primeras bombas atómicas fueron lanzadas por Estados Unidos en agosto de 1945, utilizando como vectores de lanzamiento bombarderos B-29 modificados.
Los objetivos fueron las tristemente conocidas localidades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Prácticamente cuatro años más tarde la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) detonó su propia versión del arma atómica. Estados Unidos había perdido su supremacía militar en este campo.
Pero poco tiempo después, hacia el otoño de 1952, este país volvería a cobrar ventaja tras la detonación de la primera bomba termonuclear de la historia. La ventaja sólo duró hasta el verano de 1953 cuando, de forma sorpresiva, los soviéticos probaron con éxito una bomba termonuclear de dos etapas.
Vehículos de lanzamiento
En los primeros tiempos de la Guerra Fría los bombarderos estratégicos constituían el principal método que sería utilizado para un potencial lanzamiento de bombas nucleares. No había muchas más opciones.
Es ésta la razón por la que varios bombarderos B-52 estadounidenses, más de sesenta en los momentos de mayor tensión, estaban en vuelo 24 horas al día. Si estallaba la guerra entre Estados Unidos y la URSS, lanzarían un ataque nuclear de forma inmediata.
Sin embargo, las dos superpotencias eran conscientes de que los misiles constituían sistemas de lanzamiento de mucha mayor eficacia. Por este motivo, a la conclusión de la Segunda Guerra Mundial cada país puso en marcha sus propios programas de investigación y desarrollo, que tomaban como base el cohete alemán V2 y otros diseños similares ingeniados por Wernher von Braun.
En unos tiempos en los que la Destrucción Mutua Asegurada era la doctrina de estrategia militar y política de seguridad vigente, las dos superpotencias se veían inmersas en una desbocada carrera armamentística. Era vital estar a la vanguardia en tecnología militar para poder asegurar la defensa de un país frente a una posible agresión del otro. En este marco, la tecnología de los misiles balísticos evolucionó de forma vertiginosa.
Primero fueron desarrollados misiles balísticos de alcance medio y de alcance intermedio para el lanzamiento de armas nucleares tácticas. Y poco después vieron la luz los misiles balísticos intercontinentales. En esta ocasión la URSS fue el primer país que los desplegó, en 1958. Aunque esta ventaja estratégica duraría poco ya que un año más tarde Estados Unidos ya disponía de misiles de este tipo. El siguiente país en unirse a este selecto club sería China.
Países que actualmente disponen de misiles balísticos
En nuestros días, los únicos países que se sabe con certeza que disponen de misiles balísticos intercontinentales operativos son Rusia, Estados Unidos, China, Reino Unido, Francia, India, Israel y Corea del Norte. Por otra parte, Pakistán es el único país con armas nucleares que no dispone de estos misiles.
Los misiles balísticos intercontinentales pueden ser lanzados desde silos basados en tierra y desde submarinos. Pero también desde vehículos lanzadores terrestres motorizados y desde trenes.
En cuanto a las tecnologías de defensa antimisiles, varios países han desarrollado sistemas de misiles antibalísticos.