
Isabel Oyarzábal
¿Quién fue Isabel Oyarzábal, la republicana que el Gobierno ensalza por delante de la auténtica pionera de la diplomacia?
El pasado lunes, el ministro de Asuntos Exteriores anunció la creación del nuevo premio que llevará el nombre de la escritora, periodista, actriz y diplomática
Isabel Oyarzábal fue una escritora, periodista, actriz y diplomática que se caracterizó por su defensa de los derechos de las mujeres y su participación en la vida política y social de su época.
También conocida por su pseudónimo, Isabel de Palencia, nació en Málaga el 12 de junio de 1878 y falleció en Ciudad de México en 1974. Comenzó su vocación periodística fundando, junto a su hermana Ana y una amiga, Raimunda Avecilla, la revista femenina La Dama y La Vida Ilustrada (1907 – 1911). En sus escritos, abordó temas como la educación de la mujer, el papel de la figura femenina en la sociedad y la lucha por la igualdad de género. También colaboró en diversas publicaciones y escribió obras como El vendedor de humo, Final de mujer y La güera Rodríguez.
Dentro de la esfera diplomática, en el año 1933 fue nombrada embajadora de España en Suecia, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar este cargo. Posteriormente, desempeñó esa misma labor en Finlandia además de participar activamente en organizaciones como el Comité de Ayuda a las mujeres y niños asturianos y Pro-Infancia Obrera.
Siempre estuvo muy comprometida con la causa republicana por lo que tuvo un papel importante en la vida política española hasta 1939. Fue representante de España en la Liga de las Naciones, se unió a la Asociación de Mujeres Españolas en el 1918 y fue vicepresidenta del Lyceum Club Femenino de Madrid (1926 – 1939), siguiendo el ejemplo del primer lyceum de Londres, fundado en 1904 por la dramaturga Constance Smedley.
Premios Isabel Oyarzábal
Este pasado lunes, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, anunció la creación del nuevo premio Isabel Oyarzábal para reconocer a mujeres líderes en el ámbito de la diplomacia. El propio Albares ha explicado que este galardón «es también un ejercicio de memoria democrática con el que se reconocerá cada año a una mujer de las muchas que hay que aporten su excelencia al terreno de la política exterior y de las relaciones internacionales».
Tras estas declaraciones sería conveniente reflexionar como el actual Gobierno ha decidido crear estos premios homenajeando la figura de Oyarzábal y no la de otras escritoras y periodistas que también fueron un ejemplo en la lucha por los derechos de la mujer y que por su puesto, dejaron una huella imborrable en la esfera diplomática. En este caso cabría mencionar a Emilia Pardo Bazán y Sofía Casanova (ambas periodistas y corresponsales) o a Margarita Salaverría, la primera mujer en ingresar en la carrera diplomática de España en 1933, un hito que marcó un antes y un después en la presencia femenina en las instituciones del Estado.
Con tan solo 22 años, Margarita Salaverría se presentó a las oposiciones y logró obtener una de las plazas, convirtiéndose en la primera mujer en ingresar a la carrera diplomática española. Su nombramiento fue un acontecimiento histórico que trascendió las fronteras de España y resonó en toda Europa. Su primer destino fue el Departamento de Asuntos Culturales Internacionales del Ministerio de Estado, donde trabajó en proyectos de cooperación cultural y educativa. Tras el estallido de la Guerra Civil, se unió al bando franquista y trabajó en el Gabinete Diplomático de la Junta de Defensa Nacional de Burgos.

Margarita Salaverría
Salaverría desarrolló una brillante carrera diplomática que la llevó a ocupar diversos cargos en embajadas españolas en el extranjero, destacando especialmente por su labor en la Embajada en Londres durante la Segunda Guerra Mundial, donde se encargó del cifrado y descifrado de mensajes. Margarita no apoyó la causa republicana, lo que ha supuesto que su nombre caiga en el olvido y su legado sea aplastado por la «memoria democrática».