Lindbergh con el «Espíritu de San Luis»
Charles Lindbergh, el aviador americano seguidor de Hitler
Fue piloto de caza, ganó el premio Pulitzer y se declaró partidario de Adolf Hitler. Su vida, un relato de gloria y tragedia se convirtió en un legado manchado por el dolor y la pérdida
En el año 1919, el hotelero neoyorquino Raymond Orteig, gran aficionado a la aviación, ofreció un premio de 25.000 dólares al piloto que consiguiera volar sin escalas desde Nueva York hasta París. El anuncio fue publicado a modo de carta y dirigido a Ramsay Hawlet, presidente del Aero Club de América.
Muchos lo intentaron, pero no fue hasta 1927 cuando un joven piloto logró superar aquel reto. La mañana del 20 de mayo, el monoplano de ala alta Spirit of St. Louis despegó desde Roosevelt Field, Long Island, con un solo hombre a bordo: Charles Augustus Lindbergh. Lindbergh no era un aviador de élite en el sentido tradicional. Era un joven de 25 años, reservado, con una profunda pasión por la mecánica y una sorprendente frialdad bajo presión.
Había sido piloto de correo aéreo, una profesión que forjó su resistencia y sus habilidades de navegación. Su avión, diseñado a medida para el vuelo, priorizaba el combustible sobre la comodidad, convirtiendo la cabina en una tortura de ruido y vibraciones. Para ahorrar peso, incluso prescindió del paracaídas y de la radio.
El Spirit acosado por una multitud en el campo de aviación de Croydon, en el sur de Londres, el 29 de mayo de 1927.
Durante más de treinta horas, Lindbergh luchó contra la fatiga, las tormentas, la niebla y la constante amenaza de fallos mecánicos, teniendo que mantenerse despierto y consciente en todo momento, navegando por instinto y con instrumentos básicos. El 21 de mayo, cuando el Spirit of St. Louis apareció en el cielo sobre Le Bourget, París, fue recibido por una multitud estimada en más de cien mil personas.
De la noche a la mañana, Lindbergh se convirtió en el hombre más famoso del planeta. Su hazaña marcó el inicio de la era de los vuelos transatlánticos comerciales y aceleró el desarrollo de la aviación. Además, en 1954 ganó el premio Pulitzer por su obra Spirit of St. Louis, en la que relató su famoso vuelo.
Charles y Anne Morrow Lindbergh en 1929
Vida personal y simpatías peligrosas
Charles Lindbergh se casó con Anne Morrow, una joven escritora y aviadora, licenciada en Filosofía y Letras e hija de Dwight Morrow, embajador de Estados Unidos en México. Sin embargo, el destino tenía reservado un golpe cruel. En marzo de 1932, su primogénito, Charles Lindbergh Jr., de solo 20 meses de edad, fue secuestrado mientras dormía.
Apodado por la prensa como el «crimen del siglo», llegó a convertirse en una obsesión nacional y global. A pesar del pago de un rescate, el bebé fue encontrado muerto dos meses después. La famosa escritora de novela policiaca Agatha Christie se inspiró en este crimen para narrar el secuestro y homicidio del personaje de Daisy Armstrong en su obra Asesinato en el Orient Express.
La brutalidad del suceso y la intrusión constante de los medios de comunicación en su duelo llevaron a Lindbergh y su familia a buscar refugio en Europa en 1935, lejos del implacable ojo público. Fue durante su estancia en el continente cuando la imagen de Lindbergh comenzó a fracturarse. Se interesó por la eugenesia y desarrolló una preocupante admiración por el poderío aéreo alemán, siendo condecorado por Hermann Göring en 1938.
Aunque no era antisemita, sus declaraciones públicas antes de la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, abogando por la neutralidad y expresando la creencia de que el país no debía involucrarse en una «guerra judía», lo alinearon con el movimiento America First Committee.
Göring entregando al coronel Lindbergh una medalla en nombre de Adolf Hitler en octubre de 1938
Sus discursos y escritos, que a menudo parecían minimizar la amenaza nazi y atribuir la presión para la guerra a grupos judíos, generaron una fuerte condena pública. Su reputación se vio seriamente dañada, y lo que antes era admiración se tornó en sospecha y desprecio. El presidente Roosevelt llegó a referirse a él como un «derrotista».
Redención y legado
Años más tarde comenzó a trabajar en el departamento de asesoría de la empresa Ford, que construía bombarderos B-24. Además, participó en pruebas experimentales para combatir la hipoxia y otras afecciones que podían sufrir los pilotos a grandes alturas. Más adelante se centró en estudios sobre el avión F4U Corsair, lo que supuso su incursión en el frente del Pacífico en varias misiones. Al final de su vida, Lindbergh se convirtió en un ferviente defensor del medio ambiente y la conservación, un activista silencioso que promovía la protección de especies en peligro y ecosistemas frágiles.
Murió en Hawái en 1974, víctima de una grave leucemia. Años después de su muerte se descubrió que, durante su estancia en Alemania con su familia, había llevado una doble —o más bien triple— vida. Anne Morrow no fue su única «viuda»: tuvo tres hijos con Brigitte Hesshaimer, dos más con su hermana Marietta Hesshaimer, y otro con Valeska, su secretaria.