La ciudad de Hiroshima devastada por la bomba atómica
Las dos ciudades japonesas que se salvaron de la bomba atómica por el mal tiempo y por la distancia geográfica
Kokura y Niigata no fueron atacadas por Estados Unidos y finalmente los objetivos que acabarían siendo arrasados fueron Hiroshima y Nagasaki
Este miércoles se cumplen 80 años del bombardeo atómico de la ciudad japonesa de Hirosima, que tuvo lugar en plena Segunda Guerra Mundial. Tres días después se procedió a bombardear también Nagasaki. Fue la primera vez en toda la historia en la que se usaban armas nucleares contra civiles. Estas bombas atómicas dejaron más de 200.000 muertos debido a la radiación. A esto hay que sumar los múltiples fallecimientos que se registraron en las décadas posteriores y como consecuencia de los problemas de salud: 400.000, según los datos de la ONU.
Pero además de Hiroshima y Nagasaki, hubo otras dos ciudades que también fueron marcadas como objetivo para que fuesen bombardeadas, según recoge la orden militar. Fueron Kokura y Niigata.
La primera de ellas se salvó por el mal tiempo, entre otros factores. Kokura fue seleccionada como objetivo prioritario, por detrás de Hiroshima. Esta ciudad era un centro de producción de armas y tenía una de los arsenales más desarrollados del país nipón. El 9 de agosto, el mismo día que se acabó soltando la bomba atómica sobre Hiroshima, varios bombarderos estadounidenses volaron hacia Kokura. Uno de ellos llevaban una bomba de plutanio todavía más potente que la que fue lanzada sobre Hiroshima.
Sin embargo, en aquel momento Kokura estaba envuelta en nubes, que podían haber sido producidas por el humo de los incendios provocados por los bombardeos de Yawata, la localidad vecina, el día anterior. Algunos historiadores afirmaron también que el humo fue intencionado, es decir, fue consecuencia de la quema de carbón de forma intencionada de las fábricas para que los estadounidenses no pudieran bombardear la ciudad.
Las malas condiciones climatológicas y las defensas antiaéreas niponas impidieron finalmente que Kokura fuese bombardeada. Además, esto dio origen a la expresión japonesas «la suerte de Kokura». Actualmente, esta ciudad no existe con ese nombre, debido a que en 1963 se fusionó con otro municipio con el fin de formar uno nuevo y cuyo nombre sigue vigente en la actualidad: Kitakyushu. Esta localidad cuenta con cerca de un millón de habitantes, hasta el momento.
Antes (izq) y después (después) del bombardeo en Hiroshima
Niigata fue incluida en la lista de objetivos prioritarios en un primer momento, junto a Kokura, Hiroshima y Nagasaki. Sin embargo, tampoco fue bombardeada, pero en esta ocasión fue por un motivo geográfico. Niigata estaba situada a unos 700 kilómetros de Hiroshima. Kokura, Nagasaki e Hiroshima se encontraban a una distancia de entre 160-320 kilómetros entre sí. Cuando se vuela en un bombardero norteamericano B-29, el encargado de transportar la bomba atómica, cada kilómetro cuenta si se tiene en cuenta el combustible.
Harry S. Truman, el entonces presidente de Estados Unidos, aseguró en sus memorias que Niigata fue descartada finalmente debido a la distancia que había con respecto a los otros dos objetivos: Hiroshima y Nagasaki. Varios historiadores no descartan que esta ciudad nipona hubiese sido atacada posteriormente en caso de que la guerra hubiese durado más y de que Japón no se hubiese rendido el 15 de agosto de 1945.
Niigata sigue existiendo en la actualidad. Cuenta con más de 700.000 habitantes y está situada en prefectura de Niigata, región de Hokuriku, y a 300 kilómetros al norte de la capital, Tokio.
La orden del bombardeo atómico
La orden del bombardeo atómico quedó registrada por carta una semanas antes, concretamente el 25 de julio de 1945. Esta misiva fue firmada por el general Thomas Troy Handy, el que fuera subjefe del Estado Mayor del Ejército de los Estados Unidos. Fue general de cuatro estrellas, ostentando uno de los máximos rangos del ejército norteamericano. El destinatario de esta carta fue el general Carl Spaatz, que por aquel entonces era el comandante general de las Fuerzas Aéreas Estratégicas de Estados Unidos.
Carta de Handy al general Carl Spaatz autorizando el lanzamiento de la primera bomba atómica, 25 de julio de 1945
En esta misiva se advertían de las condiciones climatológicas que había en los objetivos marcados, por lo que el lanzamiento de la primera bomba atómica tuvo que demorarse algunos días. Esta operación bélica fue encomendada al Grupo Mixto 509 de la 20º Fuerza Área del Ejército de los Estados Unidos.
«Lanzará la primera bomba especial, después del 3 de agosto de 1945, tan pronto como el clima permita el bombardeo visual, en uno de los siguientes blancos: Hiroshima, Kokura, Niigata y Nagasaki», señala la orden. Las dos últimas ciudades japonesas que también se marcaron como objetivo no fueron bombardeadas. Se salvaron debido al mal tiempo. La bomba sobre Hiroshima fue lanzada finalmente el 6 de agosto, mientras que Nagasaki fue atacada tres días más tarde.
Además, se especificaba que acompañarían al avión de bombardeo otras aeronaves con el fin de que observasen y de que registrasen «los efectos de la explosión de la bomba». «Los aviones de observación se mantendrán a varias millas de distancia del punto de impacto de la bomba», advertía la misiva.
«Bombas adicionales serán lanzadas en los blancos mencionados tan pronto sean alistadas por el personal del proyecto. Serán emitidas instrucciones adicionales con blancos diferentes a los listados arriba», informó esta orden militar.
Nagasaki antes y después del bombardeo, después de que los incendios se extinguieran
La carta del general Thomas Troy Handy avisaba de que toda la información relativa a los bombardeos estaba reservada al presidente de Estados Unidos, que por aquel entonces era Harry S. Truman, y a la Secretaría de Guerra. «Los comandantes no emitirán comunicados ni informes relacionados con este asunto sin previa autorización. Cualquier noticia sobre este asunto será enviada al Departamento de Guerra para su debida autorización», añadía la orden.
Handy pedía además que esta misiva fuese entregada personalmente al general Douglas MacArthur y al almirante Chester William Nimitz. «La directriz que precede es emitida y enviada a usted por orden y con la aprobación del Secretario de Guerra y del Jefe de Estado Mayor General de Estados Unidos. Es deseable que usted entregue personalmente una copia de esta directriz al general MacArthur y una copia al almirante Nimitz para su información», señalaba.