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26 de abril de 2024

(FILES) In this file photo taken on December 17, 2021 German Defence Minister Christine Lambrecht (C-L) is welcomed by vice-admiral Kay-Achim Schoenbach onboard the corvette "Oldenburg" during a visit of the naval base in Warnemuende, nord-western Germany. - The head of Germany's navy has resigned following controversial remarks on the crisis in Ukraine, a defence minstry spokesman announced on January 22, 2022. (Photo by Bernd Wüstneck / POOL / AFP)

La ministra de Defensa de Alemania saluda  al almirante Kay-Achim SchönbachAFP

Análisis

La política exterior alemana y la indiscreción del Almirante Schönbach

Evitar un conflicto con Rusia ha sido la máxima prioridad de la política exterior alemana tras la Segunda Guerra Mundial, algo que Angela Merkel siempre cuidó escrupulosamente

En Alemania se ha desatado una tormenta política a consecuencia de las declaraciones del Almirante Schönbach, jefe de la Armada alemana, acerca del conflicto en Ucrania, con ocasión de la visita de la fragata alemana «Bayern» a Mumbai, en el este de la India. Tras un discurso de unos 40 minutos, ante el Instituto Manohar Parrikar de Estudios y Análisis de Defensa (MP-IDSA), en la rueda de preguntas Kay-Achim Schönbach expresó ante los anfitriones indios de este think thank lo que, más tarde denominó, «su personal opinión»: Así afirmó que la situación en la península de Crimea no tiene vuelta atrás y ya es un territorio de Rusia que «no volverá», además, calificó de «disparate» la invasión de Ucrania por parte de las tropas rusas, que tanto temen los gobiernos occidentales.
Literalmente reproduzco sus palabras:
«¿Está Rusia realmente interesada en que una pequeña franja de suelo ucraniano se integre en su país? ¡No, eso es una tontería! Creo que Putin probablemente está presionando porque puede hacerlo. Y sabe que está dividiendo a la Unión Europea. Pero lo que realmente quiere es respeto. Quiere que le miren a los ojos con respeto. Y, ¡Dios mío!, dar ese respeto a alguien cuesta poco. No cuesta nada. Así que, si me preguntan, mi respuesta: es fácil incluso darle el respeto que en realidad exige, y probablemente merece».
Asímismo, manifestó que su verdadera preocupación es China y dijo: «Incluso nosotros, la India, Alemania, necesitamos a Rusia, porque la necesitamos contra China». Estas afirmaciones las hizo de uniforme y flanqueado por otros hombres uniformados, algo que se difundió rápidamente a través de Twitter, en un breve vídeo.
Más tarde el Almirante Schönbach trató de minimizar los daños y calificó sus declaraciones de «claro error» a través de la misma red social que lo había difundido. El Ministerio de Defensa se distanció de estos comentarios y dijo: “No se corresponden en absoluto con la posición del Ministerio Federal de Defensa en cuanto al contenido y la elección de las palabras"
Kay-Achim Schönbach ha dimitido para, según él: «evitar más daños a la Armada alemana, a la Bundeswehr (Armada), pero sobre todo a la República Federal de Alemania» y la ministra alemana de Defensa, Chirstine Lambrecht, ha aceptado su renuncia pues considera necesario este paso.
Por supuesto, fue inmediatamente el gobierno ucraniano quien protestó enérgicamente ante las declaraciones del Almirante y ahora celebra su dimisión.
Desde finales de años las relaciones entre Alemania y Rusia arrastran, además, otras tensiones como el asunto del gasoducto Nord Stream 2, que une a Rusia y Alemania en una inmensa obra bajo el Báltico, que consta de dos ramales de 1.230 km para transportar hasta 55.000 millones de metros cúbicos de combustible anuales, desde Rusia hacia el noreste de Alemania. Este gasoducto acabado el pasado 10 de septiembre de 2021, no puede comenzar su explotación porque el operador debe obtener la aprobación del organismo regulador alemán.

Fuente de divisiones

Tal proyecto, que siempre fue defendido por la ex canciller Angela Merkel, como buena muestra de la anterior política alemana de distensión hacia Rusia y que Merkel defendió pese a las críticas de sus socios europeos y estadounidenses, está paralizado. Desde el punto de vista de política climática, es un proyecto fuera de los parámetros y objetivos climáticos de la Unión Europea que exigen una importante reducción de consumo de gas antes de que finalice esta década. En términos de la actual política europea, el proyecto supone una fuente de divisiones dado que una parte de los socios de Alemania y la mayoría del Parlamento Europeo, lo rechazan.
La certificación se detuvo ahora porque la empresa operadora con sede en Suiza, requiere registrar una filial en Alemania: El caso es que a mediados de noviembre la Agencia Federal de la Red Alemana suspendió la certificación de este «Nord Stream 2 AG» argumentando que solo se puede certificar como operador independiente a una empresa alemana, que sea propietaria y operadora del tramo alemán de este conducto. 
Así pues, los trámites se reanudarían en cuanto el «Nord Stream 2 AG» establezca una subsidiaria en Alemania la cual debe volver a presentar la solicitud de certificación. Alemania es un país de formalidades, papeles y trámites incesantes por lo que no espera una decisión sobre su certificación antes de mediados de 2022, según el regulador energético alemán.
Evitar un conflicto con Rusia ha sido la máxima prioridad de la política exterior alemana tras la Segunda Guerra Mundial, algo que Merkel siempre cuidó escrupulosamente. Ahora las aguas andan revueltas sobre unas imponentes instalaciones por donde el gas aun no fluye. Alemania se ve en una embarazosa situación, cuando precisamente Estados Unidos y sus socios empujan a una fuerte tensión con Rusia, con este proyecto en las manos que ya no se justifica en lo meramente comercial sino, cada vez más, en su dimensión geopolítica.
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