Lleva días con la muerte en los talones y ha logrado darle esquinazo, en la última semana, en tres ocasiones. Volodimir Zelenski, el objetivo del grupo Wagner y de los «Cazadores» chechenos que quieren su cabeza para entregársela a Vladimir Putin, ha demostrado, de momento, que sabe escurrirse de los asesinos profesionales.
El diario The Times publica una información en la que sostiene que el presidente de Ucrania está rodeado de un servicio de inteligencia y militar con una preparación formidable. Pero podría no bastar con eso para haber logrado desactivar tres atentados y los previsibles que se avecinan. Una facción del Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB) que se opone a la guerra, fue la clave para evitar caer bajo las balas de chechenos y asesinos del grupo Wagner esta semana.
El primer intento de liquidar al hombre que el mundo ve como un héroe de película por su resistencia al gigante ruso, se habría producido el sábado en Kiev. En los alrededores de la capital de Ucrania, varios efectivos chechenos, presumiblemente del grupo de elite «Cazadores», fueron «eliminados» antes de que pudieran acercarse a Zelenski.
El secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional Ucraniano, Oleksiy Danilov, confirmó en la televisión de Ucrania que la operación se pudo realizar gracias a la información facilitada por los agentes rusos. «Puedo decir que hemos recibido información de agentes del FSB, que no quieren participar en esta guerra sangrienta», declaró Danilov.
El ministro, que pasa buena parte del día a la sombra de Zelenski añadió: «gracias a esto, el grupo de elite Kadyrov (los cazadores chechenos) fue destruido, tras haber venido a eliminar a nuestro presidente». Esta unidad sirve bajo las órdenes de Ramzan Kadyrov, el presidente checheno que se ha puesto al servicio de Putin.
Según
The Times, a ese grupo Wagner se le instruyó para que aguardara la llegada de las
fuerzas especiales rusas Spetsnaz, con el fin de que les proporcionara un corredor seguro para salir de Kiev una vez se completara el asesinato de Zelenski. El atasco del
convoy que se dirige a la capital provocado por la antigüedad del transporte blindado y el terreno enfangado, ralentiza su llegada. Ese retraso, quizás, es lo que permitió al presidente de Ucrania, a sus ministros y al circulo de poder que
Putin quiere aniquilar, salvar la vida.
La «feroz presión de Moscú», según The Times, a los mercenarios para que asesinen a Zelenski les tiene desesperados en busca de la lista negra de esos altos cargos.
En el entorno de los asesinos a sueldo se asegura que, pese a las bajas, cuyo número exacto se desconocen, el grupo se mantiene operativo y aún cuenta con cerca de 400 efectivos listos para cumplir su misión.