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24 de abril de 2024

La joven ucraniana Yana Rogovchenko posa en la sede de la Universidad CEU Cardenal Herrera

La joven ucraniana Yana Rogovchenko posa en la sede de la Universidad CEU Cardenal HerreraCEU

Guerra Rusia-Ucrania

Yana, la heroica estudiante que ha conseguido enviar 3.000 kilos de material humanitario a Ucrania

Una alumna de la Universidad CEU Cardenal Herrera impulsa una campaña masiva de recogida de medicamentos, alimentos, ropa térmica y bienes de primera necesidad

Confiesa que nunca imaginó que su país, Ucrania, sería invadido por Rusia en pleno siglo XXI. Alumna de la Universidad CEU Cardenal Herrera, Yana Rogovchenko cursa en el campus de Elche el Máster Universitario en Abogacía al tiempo que compagina sus estudios en el despacho de Garrigues. Natural de Zhytomyr, ciudad a una hora de Kiev, tiene 23 años y vive en España desde hace 17 junto a sus padres, mientras el resto de su familia, amigos y conocidos permanecen en Ucrania.
El dolor, el miedo, la incertidumbre y la impotencia de quien ve cómo su gente se enfrenta al ejército y el poder ruso no le ha impedido impulsar una campaña de recogida de medicamentos, alimentos no perecederos, ropa térmica y bienes de primera necesidad que alcanza los 3.000 kilos de material que serán enviados a la frontera de su país para su reparto entre la población.
–Yana, ¿cuándo es el momento en el que decide dar el paso al frente e impulsar una campaña de ayuda de estas características?
–Desde que comenzó el conflicto he estado muy presente en manifestaciones y en reuniones para informarme de lo que iba ocurriendo, y observé que en Elche aún no se había impulsado una iniciativa de ayuda a mi país. Hablé con una profesora de la universidad sobre cómo podría ayudar, redacté un mensaje explicando mi inquietud y la iniciativa acompañada de una lista con lo que se necesitaba urgentemente (medicamentos, alimentos no perecederos, ropa térmica, productos higiénicos y de primera necesidad) y lo difundimos entre alumnos. Mis compañeros lo compartieron entre sus conocidos y la iniciativa se fue extendiendo por los dos centros y la ciudad de Elche hasta llegar a todos los campus de la universidad.
–¿Esperaba esta respuesta?
–La verdad es que no. Pensaba que solo iban a ser unas bolsas o cajas con material, pero la gente se ha volcado y nos ha desbordado, superando cualquier expectativa que pudiéramos tener. Estoy muy agradecida por la respuesta solidaria y porque me han dado voz para hablar de la realidad por la que está pasando mi país y mi gente. Aunque en un principio pensábamos recoger las donaciones nosotros mismos y llevarlas a una asociación con la que estamos colaborando, tras esta respuesta nos están ayudando la propia CEU-UCH, el ayuntamiento y la ONG ‘Conciénciate’, que va a enviar un convoy con todo el material a la frontera de Ucrania para su reparto entre el mayor número de ciudades y poblaciones.
–¿Usted pensaba que se iba a producir esta invasión?
–Es cierto que había muchas amenazas, todo el mundo hablaba de ello. El miedo y la preocupación existían, pero hasta el último momento todos los ucranianos pensábamos que solo quedaría en una amenaza. También creíamos que contaríamos con la ayuda de la Unión Europea y la OTAN y que, de alguna manera, eso no podría ocurrir o se impediría, pero al final ha ocurrido y nos hemos quedado totalmente solos.

Pensaba que solo iban a llegar unas bolsas o cajas, pero la gente se ha volcado y nos ha desbordado, superando cualquier expectativa que pudiéramos tener

–¿El pueblo ucraniano se siente desprotegido?
–En parte sí, porque si bien al final se están tomando unas sanciones y medidas económicas sin precedentes, son insuficientes. Creo que si no se toman medidas más drásticas, como una zona de exclusión aérea sobre el espacio ucraniano, vamos a acabar siendo cómplices de esta masacre.
–¿Europa está siendo realmente consciente del alcance de esta invasión?
–Creo que Europa está intentando ser consciente, y de ahí la adopción de todas esas medidas que se están llevando a cabo. Es verdad que todo el mundo y todos los países están poniendo de su parte, pero también sabemos que las consecuencias globales van a ser muy desastrosas. Hay que asumir los costes de preservar la democracia y la libertad, y para mí las medidas adoptadas por la Unión Europea y la OTAN no son suficientes. Ninguna de esas sanciones o medidas va a compensar todas las vidas que se están perdiendo y la destrucción que está habiendo.
–¿Cree que se está mostrando la realidad del conflicto desde los medios de comunicación? ¿Se está contando el alcance real de lo que ocurre?
–Todos los días veo las noticias de aquí y creo que los medios están haciendo un esfuerzo por contar y mostrar lo que se está viviendo en mi país, pero solo se muestra una mínima parte de lo que verdaderamente está ocurriendo. Las imágenes crudas del conflicto, de la realidad, las que no paro de ver todos los días con mi familia no las están mostrando y creo que por eso la gente no es plenamente consciente de lo que está ocurriendo. Una de las cosas que me piden mis familiares, amigos y conocidos desde Ucrania es que difundamos y mostremos las imágenes de la realidad que viven para que la gente sea capaz de asimilar lo que allí está sucediendo, porque ellos no pueden mostrarlo al mundo.
Yana, en un momento de la entrevista

Yana, en un momento de la entrevistaCEU

–¿Qué pensó cuando se dio a conocer que Ucrania estaba siendo invadida por Rusia?
–No me lo creí. Tenía la esperanza de que quizás la invasión se quedaría en zonas que ya estaban en conflicto o que sería una guerra entre ejércitos, pero no me esperaba que fueran a por la población civil, lo destruyeran todo y hubiera tantas muertes de personas inocentes. Pensaba que se quedaría en un conflicto en las zonas en las que había tensión y entre las fuerzas armadas de ambos países, pero se está viendo que él lo que quiere es destruirlo todo. Creo que la única manera de parar esto es acabando con él y con su régimen totalitario, porque estamos viendo que no está funcionando nada y que esto solo va a ir a peor.
–La sensación de que todo va a ir a peor, ¿es compartida por sus familiares y sus compatriotas?
–¿Cómo se convive con el miedo y la incertidumbre?
–Físicamente estoy cansada y emocionalmente agotada. Lo peor de la situación es que mientras aquí la vida continua y ves cómo todos siguen con sus trabajos, sus clases y su vida, la tuya se ha paralizado y no solamente porque tienes a tus familiares allí, sino porque hay que ayudarles a huir. Se trata de una ayuda y un apoyo constantes que no sé muy bien cómo vamos a gestionar. Evadirte de todo y atender a la universidad, las prácticas de trabajo y vivir con la inquietud de estar constantemente pendiente de todo no es fácil. Está siendo una situación muy difícil y hacer vida normal es complicado en estas circunstancias.

Los medios no están contando toda la realidad y la crudeza de lo que se está viviendo

–¿En que se apoya uno?
–Me anima muchísimo ver a la a la gente de mi país siendo fuerte. Hay gente que, sin armas, se enfrentan a tanques, a militares. Esa gente me inspira, al ver los ánimos que tienen. Todo está siendo desastroso, pero espero que esto acabe pronto y que, igual que hemos colaborado con la recogida de todos estos alimentos y medicamentos, Europa y todo el mundo colabore con la reconstrucción de Ucrania y ayude a las personas refugiadas. Esta es una guerra de todos que se está convirtiendo en una tercera guerra mundial, solo que no todo el mundo es consciente de ello.
–¿Tiene la sensación de que va a ser un conflicto largo?
–Yo creo que sí. El presidente Rusia ha hablado con el presidente de Francia y ha dicho que no va a parar porque su intención es la de acabar con Ucrania. Según él, todo está yendo como tenía previsto y, por tanto, la previsión es que va a ser más desastroso de lo esperado. Ojalá me equivoque, pero va para largo, y sus consecuencias también.
–¿Una última reflexión?
–Igual que toda la gente que está solidarizándose con el pueblo ucraniano, espero que haya colaboración y ayuda real y verdadera, aparte de las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea y la OTAN y que la gente sea consciente de que esto nos afecta a todos. Hoy, por desgracia, está siendo atacada Ucrania, mi país, pero en dos días puede ser Polonia y en una semana puede ser Europa entera. Como esto no lo paremos entre todos va a seguir adelante, porque esto está siendo una guerra de Rusia contra Europa y de Ucrania, por Europa, contra Rusia. Ahora mismo creo que Ucrania no se está defendiendo a sí misma sino a toda Europa, y nosotros tenemos que apoyarla y ayudarla en todo lo que podamos y más.
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