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25 de abril de 2024

La catedral de Santa Sofía, en Kiev

La catedral de Santa Sofía, en KievAFP

¿Qué opina la élite de Ucrania? Los hombres más ricos del país no aceptan la paz de Rusia

Con donativos, subastas, y subidas de sueldo, los hombres más ricos de Ucrania apoyan la defensa del país y abogan por la expulsión de Rusia de su territorio

La invasión de Rusia a Ucrania, que comenzó el día 24 de febrero de 2022, paralizó de golpe este país europeo. Ya son casi seis millones de ucranianos los que huyeron del país, y los que permanecieron lo hicieron para luchar y mantener la sociedad en marcha. Su economía se congeló: las fuerzas de Rusia destruyeron gran parte de la infraestructura urbana, y bloquearon los puertos para impedir las exportaciones.
Condiciones que perjudican a las élites de Ucrania, entre las cuales figuran el hombre en el puesto número 687 de las fortunas mundiales, Rinat Akhmetov. Personas como él tienen mucho que perder: según la revista estadounidense Foreign Policy, las empresas de tamaño mediano y grande suman un 73 % del PIB de Ucrania.
Sus dueños, millonarios y multimillonarios, son las figuras que mayor influencia tienen sobre el Gobierno de Volodímir Zelenski. Frente a la amenaza de Rusia, cuyo ejercito es mucho mayor que el ucraniano, surgió una duda: ¿no les beneficiaría hacer presión para aceptar la paz que propone Rusia –un Gobierno títere que responde ante Moscú–, y devolver a Ucrania la tranquilidad?
De cara a esta encrucijada, su posición se hizo clara poco después del inicio de la invasión: las élites eligieron defender Ucrania, y apoyar a sus tropas en su lucha por la victoria, sin ceder ante las exigencias de Vladimir Putin.

La vuelta a Ucrania

El 14 de febrero, diez días antes de la invasión, la página de noticias ucraniana Pravda informó de que al menos 20 vuelos privados habían despegado desde Kiev. Entre ellos se encontraban Akhmetov, dueño de la compañía System Capital Management, y Viktor Pinchuk, que tiene un imperio mediático y de consultoría. Son los dos hombres más ricos del país; su salida marcó el inicio del éxodo de los millonarios.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, volvieron a Ucrania días después.
«Se dieron cuenta de que Putin presentaba una amenaza clara para Ucrania, y también para todos sus patrimonios», explicó el analista político ucraniano Taras Berezovets, en declaraciones citadas por la revista Forbes.
El 23 de febrero, cuando ya se olía la invasión, y Ucrania se ponía en modo alerta, tuvo lugar una reunión entre los empresarios más ricos del país y el presidente Zelenski. Allí, todos expresaron su disposición a ayudar a Ucrania, sobre todo a través de la financiación y fabricación de armamento y equipo militar.

Apoyo en Mariúpol

Rinat Akhmetov, que proviene de la disputada región del Donetsk, anunció una inversión de mil millones de dólares a la producción de armas de Ucrania.
Era dueño de la acería del Azovstal, ahora reducida a escombros; a principios de la guerra, acudió junto al multimillonario Vadim Novinsky a Mariúpol, para anunciar en persona a todos los empleados de la compañía siderúrgica Metinvest que iban a recibir un aumento de sueldo.
«Creemos en Mariúpol, y creemos en Ucrania. Todos debemos hacer todo lo posible para fortalecer el país», afirmó Akhmetov, según recogió Forbes.

Desde el mundo del arte

Viktor Pinchuk, el segundo hombre más rico de Ucrania, también puso de su parte. En la ciudad suiza de Davos, su fundación se ofreció como plataforma para varios eventos centrados en Ucrania, y en la importancia de la democracia.
Uno de sus proyectos, antiguamente denominado La Casa de Rusia en Davos, ahora se llamará La Casa de los Crímenes de Guerra de Rusia, para simbolizar el dolor causado por la ofensiva de Moscú. Allí, el pasado 23 de mayo, se llevó a cabo una exposición de fotógrafos ucranianos, denunciando los horrores de la guerra.
También se valió del mundo del arte y las antigüedades para recaudar dinero, que después enviará a los equipos médicos de las fuerzas militares de Ucrania. Subastará, en la prestigiosa casa de subastas británica Christie's, una escultura de Jeff Koons llamada Balloon Monkey, que se espera se venderá por 10 millones de libras.
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