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28 de marzo de 2024

Un manifestante prende fuego dentro de la iglesia de San Francisco de Borja durante enfrentamientos con la policía antidisturbios en la conmemoración del primer aniversario del levantamiento social en Chile

Un manifestante prende fuego en la iglesia de San Francisco de Borja al cumplirse el primer aniversario del estallido social en ChileAFP

El Debate en América  Los que se dicen «Católicos por Boric» son otra cosa

Quizás y en honor a la honradez intelectual, los «Católicos por Boric», sean lo que su líder, agnósticos, o como la ex presidente Bachelet, ateos y marxistas

Gabriel Boric se declara agnóstico, al igual que el expresidente socialista Ricardo Lagos y a diferencia de la expresidente Michelle Bachelet; «marxista y atea», como la describió Benedicto XVI.
Pero el agnosticismo de Boric, y el contemplar en su programa de gobierno, el aborto libre, gratuito y seguro; el matrimonio homosexual; la falta de claridad respecto del reconocimiento de que los padres son los primeros educadores de los hijos y la eutanasia.
Es decir, la negación de los llamados bienes no negociables, que todo católico debería tener en cuenta. No fue obstáculo para que se formara en plena campaña electoral, una agrupación que se autodenominó: Católicos por Boric.
La aparición de una agrupación semejante fue una respuesta a la candidatura de su adversario que parecía apropiarse del «voto católico». El senador del partido Revolución Democrática, Juan Ignacio Latorre, fue uno de los impulsores de la iniciativa y el encargado de dar a conocer la declaración, el 2 de diciembre del 2021, a los medios de comunicación.
El senador Latorre, afirma en una entrevista de la página del senado del 22 de abril del 2018, «soy católico de izquierda, vinculado a los jesuitas». Más adelante admite. «Yo soy de los que leen diariamente el evangelio del día, así como hay gente que va a misa todos los días, cosa que yo no hago hace tiempo –reflexiona- como que me he alejado de las prácticas más institucionales, pero sigo en prácticas más espirituales y en las comunidades».
La declaración dada a conocer por Latorre llevaba por título «No nos robarán la esperanza». Título que recuerda el estribillo «no me robarán la esperanza….», de la canción que canta el jesuita Cristóbal Fones, compuesta el año 2016 a su hermano jesuita Esteban Gumucio.
«Queremos públicamente manifestar nuestra adhesión al proyecto colectivo, dialogante, abierto, feminista, ecológico y territorial expresado en la candidatura de Gabriel Boric», se puede leer en la declaración, entre otras afirmaciones.
Los apoyos de «católicos» a Boric, no constituían una novedad. En el mes de noviembre circulaba en redes sociales, una publicación en la que «presuntamente un sector de católicos practicante votaría en segunda vuelta por el candidato del FA-PC, Gabriel Boric.
Lo anterior resulta contradictorio con el Magisterio de la Iglesia, así como el Magisterio Pontificio, que establecen explícitamente el rechazo hacia ideologías totalitarias y ateas asociadas en los tiempos modernos, al “comunismo" y al «socialismo», se declaraba en una nota de prensa, del 24 de noviembre del 2021, en la que luego se citaban los diferentes documentos que acreditaban las afirmaciones contenidas en ella.
Sin embargo, una de las personas fundamentales en la redacción y también reclutamiento de organizaciones de base para que adhirieran a los «Católicos por Boric», fue el actual capellán católico de la casa de gobierno, el joven sacerdote de los SSCC, Nicolás Viel.
Como suele suceder en estos parajes hispanoamericanos; jóvenes de familias acomodadas, resultan los más convencidos y entusiastas promotores de la lucha por la justicia social, asociada a versiones de abierta simpatía y compromiso con ideales revolucionarios de izquierda que tiene dos componentes indisolublemente unidos: la Teología de la Liberación y las llamadas Comunidades Eclesiales de Base.
Los cercanos aseguran que el (padre Viel) «siempre ha sido zurdo», en relación a sus preferencias políticas: En esa misma línea, aseguran que hubo dos sacerdotes claves en su formación: Percival Cowley (ex capellán de La Moneda con Ricardo Lagos y Michelle Bachelet) y Mariano Puga».
Con Mariano Puga «trabajó directamente en las comunidades (de base) y parroquias de barrio. Pero su influencia más importante fue en los retiros que realizaba Puga en Pirque para reflexionar sobre la Teología de la Liberación, corriente teológica progresista..».
Las tendencias progresistas y liberacionistas del capellán católico de La Moneda, quedan retratadas en una columna de opinión del año 2015, titulada: «Iglesia y Familia: Los paradigmas que están en juego» publicada en el portal de los SSCC «Con olor a oveja», en la que daba a conocer sus puntos de vistas, «a contrapelo con la sensibilidad más conservadora de la Curia».

Lo revolucionario en el paradigma eclesial suele ser un asunto de sentido común en el paradigma socialNicolás Viel

En el escrito, Viel sostiene que, «lo revolucionario en el paradigma eclesial suele ser un asunto de sentido común en el paradigma social», poniendo de manifiesto su discrepancia con la Iglesia conservadora en la «hay mucha resistencia hacia los aspectos parciales de la doctrina (como el uso de anticonceptivos, divorcio, homosexualidad, uniones de hecho, situación de los divorciados vueltos a casar, etc.)».
Una de las primeras actividades en las que colaboró, asumido el gobierno de Boric, el que sería capellán de La Moneda, fue ayudar en la organización y contactos con la Iglesia para el tradicional Te Deum.
Además, integró el equipo que planificó la llamada «Rogativa a los Pueblos Originarios», actividades que estuvieron en el estreno del gobierno los días 12 y 13 de marzo, respectivamente.
Pero los «Católicos por Boric» fueron emplazados por un ex militante de izquierda: Pablo Sepúlveda, quien escribió una columna de opinión en un portal de la web y que tituló. ¿Católicos por Boric? Palabras de un ex militante de izquierda.
Sepúlveda no era un ex militante cualquiera; conocido ampliamente por haber sido detenido por carabineros, junto a otra persona, el 11 de enero del 2020, «al interior de la Catedral Metropolitana de Santiago, luego de haber desparramado latas vacías de bombas lacrimógenas -utilizadas por la policía- en las escalinatas del Altar Mayor.
El sacrilegio que cometí», expresa Sepúlveda, «fue emitido casi en directo por la televisión». Luego refiere que recibió el apoyo de organizaciones como la «coordinadora La Paz es fruto de la justicia» y «Mujeres Iglesia».
El cura obrero Mariano Puga, maestro y formador del capellán Viel, «escribió una carta abierta reivindicando la validez de la acción y llamándonos “Violentos por la Paz".
El ex militante de izquierda continúa su relato: «Posteriormente conocí comunidades de base, asistí a sus «retiros», me reuní con párrocos obispos; hasta llegué a ser, breve y accidentalmente, uno de los coordinadores de «La Paz es Fruto de la Justicia». Conocí ese mundo y me asqueé de él, gracias a Dios».
Más adelante, Pablo Sepúlveda, quiere descubrir la careta que hay en los llamados «Católicos por Boric», organizados por el senador Latorre y el sacerdote Viel, entre otros.
Dice de manera rotunda: «han vaciado el cristianismo de toda su teología, de toda dimensión metafísica que les es inherente como Revelación Divina».
Y, continúa en párrafos posteriores: «por un trabajo previo de politización, sus afectos «católicos» no alcanzan a oír los llantos de Raquel y votan por los candidatos que están a favor del aborto.
Condenan, justamente, al rico que no alimenta al pobre Lázaro, pero se condenan cuándo actúan como soldados de Herodes y son cómplices de asesinatos de hombres y mujeres en gestación».
Denuncia que el documento lo firman protestantes, la «pastoral de la diversidad sexual» y « la etnia mapuche».
Afirma que conoce varias de las estructuras mencionadas, parroquias, comunidades de base, «círculos teológicos», y da fe que sus miembros son compartidos entre unas y otras, «es decir, es la misma gente denominada de distinta forma según sus diferentes frentes de agitación política al interior de la Iglesia».
Para terminar afirmando, «mi intención ha sido simplemente aclarar una cuestión básica, a saber: no son católicos. «El Estado no aceptará tan fácil -y la Iglesia jamás- su victimismo hedonista con que suelen chantajear las sensibilidades de la gente, especialmente los jóvenes».
Quizás y en honor a la honradez intelectual, los «Católicos por Boric», sean lo que su líder, agnósticos o como la ex presidente Bachelet, ateos y marxistas.
  • Juan Carlos Aguilera P. es catedrático de Filosofía de la Universidad San Sebastián de Chile y fundador del Club Polites
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