Las gasolineras en Francia han dejado de recibir combustible. La huelga prorrogable continúa hoy paralizando su transporte, un día después de la mayor protesta contra la reforma de las pensiones del presidente liberal Emmanuel Macron.
Entre 1,28 y 3,5 millones de personas, según las autoridades y el sindicato CGT respectivamente, protestaron ayer contra el endurecimiento de las condiciones para acceder a una pensión completa, en el marco de una jornada de huelga.
Los sindicatos decidieron intensificar sus acciones con huelgas prorrogables para obligar al gobierno a retirar el proyecto de ley que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030, en debate en el Parlamento hasta finales de marzo.
Los huelguistas han paralizado por segundo día consecutivo la distribución de combustible de las refinerías del grupo TotalEnergies, indicó a Afp Éric Sellini, representante del sindicato CGT en este sector.
La refinería del grupo Petroineos, filial del británico Ineos y de PetroChina, también ha alcanzado un 80 % de ausencias de personal a causa de la huelga continuada. Los problemas de distribución de combustible también afectan al grupo ExxonMobil.
Las refinerías se ven obligadas a almacenar por el momento el combustible producido en sus plantas. Cuando no tengan más capacidad, tendrán que suspender su actividad, aunque para que esto ocurra, el bloqueo tendría que prolongarse semanas.
La dirección de TotalEnergies aseguró el martes que por el momento no hay falta de combustible en las gasolineras. Pero las refinerías se mantienen en alerta, ya que en octubre, varios días de acción en el marco de una reivindicación salarial, provocaron escasez en un tercio de ellas.
La paralización en la distribución también continúa en las cuatro terminales metaneras y en los depósitos de gas, según indicó Fabrice Coudour, del sindicato FNME-CGT.
Esto se prolongará los próximos días, porque el objetivo es presionarFabrice CoudourMiembro del sindicato FNME-CGT
Francia registra caídas de energía. Los huelguistas informaron el martes de una caída de 13.000 MW en las centrales térmicas y nucleares, equivalente a la producción de una docena de reactores.
El transporte también registra perturbaciones por segundo día consecutivo, con anulaciones de vuelos y de trenes, así como de frecuencias en la red pública de París, aunque con una ligera mejoría.