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01 de mayo de 2024

Joe Biden presidente de EE.UU. junto a los primeros ministros de Reino Unido, Rishi Sunak y el de Australia Anthony Albanese (Iz)

Joe Biden presidente de EE.UU. junto a los primeros ministros de Reino Unido, Rishi Sunak y el de Australia Anthony Albanese (Iz)Jim Watson / AFP

China arremete contra la alianza AUKUS por frenar su expansionismo con submarinos nucleares

El régimen de Pekín aseguró que los planes armamentistas de Australia, Reino Unido y EE.UU. (AUKUS) muestran una «mentalidad de Guerra Fría»

La base naval de Point Loma en California fue escogida para simbolizar el contrapunto de China en el océano Pacífico. En ese lugar, los líderes de la alianza tripartita de Australia, Reino Unido y Estados Unidos (AUKUS) enviaron un mensaje claro al régimen de Pekín: «estamos unidos» y estaremos listos.
Mientras Joe Biden jugaba el rol de anfitrión, el primer ministro australiano argumentó, un tanto a la defensiva, que el proyecto de adquisición de cinco submarinos propulsados por energía nuclear de ninguna forma implicaba la proliferación de armas nucleares en Australia.
Por su parte, el primer ministro británico Rishi Sunak, quizás para compensar su distancia en el escenario del indo pacífico fue especialmente directo y el único de los tres que durante su discurso mencionó a China.
«La creciente asertividad de China, el comportamiento desestabilizador de Irán y Corea del Norte amenazan con crear un mundo definido por el peligro, el desorden y la división», dijo Sunak quien en renglón seguido agregó: «Frente a esta nueva realidad, es más importante que nunca, que fortalezcamos la resiliencia de nuestros propios países».
Incluso poco antes del discurso de los tres líderes, cuando la Casa Blanca adelantó el proyecto de los submarinos, China se apresuró a criticar la medida como el avance de una «mentalidad de Guerra Fría y juegos de suma cero».
Posterior a la oficialización del anuncio por parte de los tres líderes, la Misión de China en la ONU escribió en su cuenta de Twitter que el plan es «un acto descarado que crea riesgos graves de proliferación nuclear, socava el sistema de no proliferación internacional, alimenta una carrera armamentística y daña la paz y la estabilidad en la región».
La misión diplomática también criticó «la ironía del AUKUS» en la que «dos países nucleares que dicen mantener los máximos estándares nucleares están transfiriendo toneladas de uranio enriquecido de nivel armamentístico a un país sin armas nucleares, claramente violando el TNP (Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares)».

¿Quién lanzó la primera piedra?

Australia y otros países han acusado al régimen comunista de Pekín en el pasado de no ser transparente en sus inversiones militares y la expansión de sus fuerzas armadas, al tiempo que critican sus políticas expansivas en el mar de China Meridional y sus amenazas contra los 23 millones de habitantes de Taiwán.
Antes del anuncio de los aliados del AUKUS, Xi Jinping, anunció durante el primer discurso de su tercer mandato como presidente de China, reforzar la seguridad nacional y convertir al ejército chino en una «gran muralla de acero» .
Al hablar en la clausura de la reunión anual del parlamento chino, Xi subrayó la necesidad de modernizar de manera integral la defensa nacional y el ejército.
Durante su primera década en el poder, Xi ha desatado reformas radicales en el ejército chino para convertirlo en una fuerza de combate moderna, y ha convertido su armada en la más grande del mundo.
Así mismo, el presupuesto militar anual de China aumentará un 7,2 % este año a aproximadamente 1,55 billones de yuanes (220.000 millones de euros), en medio de crecientes tensiones geopolíticas y una carrera armamentista regional.

Una región dividida

En la región, países como Filipinas, Singapur y Japón celebraron la firma del AUKUS, al entender que equilibra las fuerzas de defensa frente a China, mientras que otros como Indonesia y Malasia han expresado sus reservas al esfuerzo tripartita.
Con el anuncio de este lunes, se prevé que Australia gaste unos 368.000 millones de dólares australianos (228.564 millones de euros) en los próximos 30 años en el programa de submarinos nucleares, que han sido bautizados como SSN-AUKUS.
La adquisición convertirá a Australia en la séptima nación del mundo con submarinos de propulsión nuclear -al lado de Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia e India- gracias al pacto suscrito por Washington, Londres y Camberra en septiembre de 2021.
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