La repentina deportación de un joven ruso el pasado fin de semana demuestra el cambio de posición del gobierno de Biden respecto a las deportaciones a Rusia de demandantes de asilo, suspendidas hace un año tras la invasión de Ucrania.
Según el diario The Guardian, el joven formaba parte de la larga lista de solicitantes de asilo rusos que se encuentran en Estados Unidos. Una vez en Rusia, los deportados podrían enfrentarse a penas de prisión o a ser enviados al frente.
«El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (Ice) sigue comprometido con obligar a cumplir las leyes de inmigración con humanidad, eficacia y profesionalidad. Ice facilita el traslado y expulsión de extranjeros a través de aerolíneas comerciales y vuelos chárter en apoyo de los requisitos de la misión», afirmó la agencia federal la semana pasada. «Ice realiza deportaciones a países, incluida Rusia, de acuerdo con las pautas de deportación de países», añadió.
Miles de inmigrantes rusos se han trasladado a Estados Unidos durante el último año para solicitar asilo y protección debido a la oposición al Kremlin. El inesperado cambio respecto a las deportaciones en el país ha causado confusión entre los exiliados, que cuentan ahora con muy poco tiempo para planificar su futuro inmediato.
Jennifer Scarborough, abogada de Texas, declaró que uno de sus clientes fue deportado a Rusia el fin de semana. «No sé qué le va a pasar», afirmó. «Putin ha sido muy claro a la hora de expresar sus sentimientos hacia la oposición. El mero hecho de que huyera de Rusia para venir a Estados Unidos ya le pone en peligro», agregó Scarborough.
El resto de sus clientes rusos se encuentran en el limbo, ya que ahora no disponen de la opción de solicitar asilo legal.
Durante sus primeras entrevistas con los funcionarios de inmigración, los clientes de Scarborough declararon que temían ser reclutados para luchar en Ucrania si volvían a Rusia o sufrir represalias si se negaban a ello. Pero el juez de inmigración dictaminó que el miedo a ser alistados en el Ejército no demuestra una «posibilidad significativa» de persecución o tortura y que, por lo tanto, los hombres no cumplían con los requisitos para solicitar asilo.
«Huir del servicio militar obligatorio puede ser una solicitud válida de asilo. Si estamos en contra de esta guerra, ¿por qué decimos que Rusia tiene derecho a llevar a cabo este reclutamiento de personas para luchar en Ucrania?», cuestionó Scarborough.
«No entiendo cómo estas dos posturas pueden ir de la mano», añadió la abogada. «En marzo de 2022, la administración de Biden declaró que detendría las deportaciones a Rusia debido a la situación política, así que no entiendo por qué las han reanudado y lo han hecho con tanta discreción».