Oswaldo García superviviente de tortura por parte del régimen de Maduro
Entrevista a Oswaldo García
El hijo de un militar recluido en Venezuela: «Le pido a España que no tenga afinidad con el régimen criminal de Maduro»
El coronel retirado Oswaldo Valentín García Palomo lleva casi cinco años recluido en las cárceles del régimen chavista y es uno de sus 300 presos políticos
Oswaldo García, hijo del coronel retirado Oswaldo Valentín García Palomo quien lleva casi cinco años recluido en las cárceles del régimen chavista, es uno de los 2.000 venezolanos que envió su testimonio a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI).
García fue detenido arbitrariamente y torturado en 2018 cuando la Policía del régimen buscaba a su padre por supuestamente participar en un complot para asesinar a Nicolás Maduro durante un desfile militar.
Tras salir con vida de un inhumano cautiverio de cuatro días, García junto a su madre, dos primas y su novia huyeron a Colombia y luego se exiliaron a Canadá. De visita en España, para encontrarse con Tamara Sujú, la abogada del caso ante la Corte Penal Internacional (CPI), concedió esta entrevista a El Debate para abogar por la libertad de su padre y de los cerca de 300 presos políticos de la dictadura de Maduro.
–¿Cuál es el crimen que el régimen le atribuye a su padre?
–Para el régimen, el crimen fue que mi papá, como militar retirado, dijera que Maduro tiene un sistema criminal que abusa de la Constitución y abusa, por lo tanto, de los venezolanos. Ese ha sido el crimen que, según ellos, mi padre ha cometido, pero eso no es ningún delito.
–¿Qué llevó a su padre a criticar a la dictadura de Maduro?
–Sé que a muchos de los militares que están presos en Venezuela o secuestrados en este caso, los mueve el mismo sentimiento que es el amor al país.
A ellos los mueve profundamente el amor por Venezuela incluso más que el que sienten los civiles. Ellos se sentían muy identificados, con una responsabilidad muy grande de al menos denunciar lo que está pasando en el país.
La Fuerza Armada pasó de ser una institución que se debía a la Constitución a seguir todos los lineamientos como si fuera un partido político.
Oswaldo García, superviviente de tortura por parte del régimen de Maduro
–Cuando buscaban a su padre para capturarlo fue detenido. ¿Qué pasó?
–En febrero de 2018, alrededor de 40 o 50 hombres fueron a nuestra casa buscando a mi padre. En ese momento, mi papá no se encontraba porque viajaba mucho. Ahí fue cuando nos llevaron a una casa de tortura tanto a mi madre como a mí, a mis dos primas que se encontraban en ese momento en la casa y luego a mi novia que llegó a buscarme.
–¿Qué les hicieron en ese lugar?
–Nos retuvieron durante cuatro días en esa casa de tortura donde sufrimos mucho. En mi caso sufrí golpes e inhalación de gas lacrimógeno. Me ponían una bolsa en la cabeza y activaban el gas lacrimógeno, lo que provocaba que me desmayara e incluso me defecara y orinase encima porque pierdes control sobre tu cuerpo. También me dieron patadas, me golpearon con las cachas de las pistolas y me aplicaron descargas eléctricas.
Todo esto es poco comparado con el hecho de que me repetían durante esos cuatro días que ahí estaba mi mamá, mis dos primas y mi novia... y amenazaban recurrentemente con violarlas.
Tras estos cuatro largos días fuimos liberados. Decidimos huir del país al día siguiente y viajamos a Colombia donde nos encontramos con mi papá y de ahí nos dirigimos a Canadá.
En 2019, mi padre regresó a Venezuela porque quería seguir luchando por la democracia y libertad del país, pero fue capturado y desde entonces guarda prisión sin un juicio justo.
–¿Nos podría dar más detalles de estas casas de tortura del régimen?
–Es una casa que luce exteriormente como cualquier otra en la que tú ni te imaginas lo que está pasando ahí. Tienen estas casas para llevar a las personas que detienen, como fue nuestro caso, para hacerles todo tipo de torturas y abusar sin ningún control de nadie.
Literalmente te desaparecen con la intención de hacerte saber que ellos tienen el control total sobre ti y evadir que el Estado sea señalado de las violaciones de tus derechos.
Recuerdo que en la casa en la que me tenían recluido había una ventana y yo escuchaba a los niños en la calle y a la gente haciendo vida normal. Es increíble que alguien puede estar caminando por ahí afuera y que no sospeche que en esa casa haya gente secuestrada y torturada.
–¿Logra comunicarse con su padre en la cárcel?
–Depende mucho del ánimo que tengan los carceleros que lo controlan. Él ha estado en tres sitios de tortura diferentes y ha pasado periodos de aislamiento total de hasta seis meses, o sea que nosotros no teníamos ni idea de cómo estaba.
La poca comunicación que tenemos con él se reduce a dos llamadas de 10 minutos por semana en el mejor de los casos. Asimismo, ya casi son cinco meses que no lo dejan recibir visitas. En comparación con otros presos, que tienen derecho a más llamadas, con mi papá se nota un marcado odio.
Él no tiene acceso a luz solar y pasa todo el día en una celda pequeña. En algún momento, por más fuerte que sea, eso lo va a quebrar.
–¿Cuál es el mayor temor con respecto a su padre en estos momentos?
–Que pueda morir en cualquier momento. El año que viene cumple 60 años y lleva casi dos años en un sótano respirando monóxido de carbono de los carros que ellos estacionan ahí. Tampoco tiene acceso a que un médico le haga una revisión. En el Fuerte Tiuna no hay ni siquiera para hacerte una revisión médica por lo que nosotros hemos ofrecido pagar una clínica para la revisión médica, pero no lo permiten.
¿Cuántos presos políticos no han muerto bajo las manos del Estado? Tantos que no podría mencionarlos a todos. Entonces eso es lo que nos preocupa con mi papá.
Oswaldo García
–¿Cuál es su expectativa con el proceso en la Corte Penal Internacional?
–Mi esperanza es que llegue hasta las últimas instancias que sería que declaren que oficialmente el régimen venezolano es responsable de crímenes de lesa humanidad. Sería como reconocer esta verdad que creo que no se ha dicho durante estos últimos 20 años, porque esto no empezó hace siete años; aquí se han cometido abusos desde al menos el 2002 ya con Hugo Chávez.
Por lo menos hay que sentar un precedente y que el mundo entienda que con esta gente no se puede avanzar y que son capaces a lo que sea con tal de quedarse en el poder.
Mi otra esperanza a corto plazo, es que los carceleros que están cerca de mi padre o la gente que forma parte de ese sistema se abstenga de mayores abusos ante el riesgo de ser sancionada al quedar retratados ante el mundo.
–¿Qué le diría a los políticos españoles que defienden a Maduro?
–Deben entender bien lo que significa apoyar a un régimen que es peor que el que se vivió aquí en España. Yo creo que a veces es como ver el gorila desde lejos, ven a Maduro como algo que está allá bien lejos que quizás no es tan feo como lo describen, pero la verdad está ahí, el régimen de Venezuela es el único que está siendo acusado ante la Corte Penal Internacional. No hay otro caso similar a nivel mundial.
El dolor que cargamos las familias de los presos políticos, de ser desterrados de nuestro país, el dolor de saber que tu padre o tu familiar puede morir en cualquier momento es algo indescriptible.
Le pido al Gobierno de España que no tenga esa afinidad con un régimen criminal, ya que como sociedad no puede aceptar tener lazos con este tipo de personas que no traen nada bueno a España. ¿Qué te trae ser amigo de un criminal que está haciéndole esto a seres humanos inocentes? Yo le pido a estos dirigentes que eviten tener este tipo de relaciones, a menos que sea para lograr la libertad de los presos políticos y para avanzar a la lucha democrática en Venezuela.
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