Los rebeldes sirios toman la provincia de Deraa y se sitúan a 20 kilómetros de Damasco

La coalición insurgente liderada por el Organismo de Liberación del Levante, un grupo islamista respaldado por Turquía, ha logrado capturar la provincia de Deraa en el sur de Siria, tomando el control completo de la región. Este avance coloca a los rebeldes a tan solo 20 kilómetros de la puerta sur de Damasco, la capital siria. Según fuentes rebeldes y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los combatientes opositores, que iniciaron la ofensiva el pasado 27 de noviembre, han logrado tomar las principales ciudades de la provincia, incluida la ciudad de Deraa, un lugar de gran simbolismo, ya que allí comenzaron las protestas en 2011 que desencadenaron la actual guerra civil siria.

El comandante Hasan Abdel Ghani, portavoz de la coalición insurgente, confirmó que la ciudad de Al Sanamayn, en el norte de Deraa, ha sido «liberada», y la ofensiva continúa. Con la toma de Deraa, los rebeldes consolidan un importante avance hacia el corazón de Siria, y su control de la región les da una ventaja estratégica significativa, acercándose peligrosamente a Damasco, la capital del régimen de Bashar al Asad.

El Ejército sirio ha comenzado a replegarse de la zona, trasladando sus unidades a otras áreas del sur del país, especialmente a las provincias de Deraa y Al Sueida, una región de mayoría drusa. Esta retirada marca un retroceso significativo para el régimen de Al Asad, que, con el apoyo de Rusia, ha intensificado sus ataques aéreos y terrestres contra las posiciones rebeldes en las provincias cercanas, como Hama y Homs.

El avance rebelde está poniendo en peligro la estabilidad del gobierno sirio, ya que en caso de tomar la ciudad de Homs, los opositores podrían aislar aún más a Damasco, cortando su conexión terrestre con la costa mediterránea. Este sería un golpe devastador para el gobierno de Al Asad, que ha dependido de las rutas logísticas desde la costa para mantener su suministro de recursos.

El conflicto sirio, que ya ha dejado cientos de miles de muertos y millones de desplazados, continúa su curso con un futuro incierto. A pesar de los esfuerzos del régimen por repeler a los rebeldes con el apoyo de su aliado ruso, la resistencia insurgente sigue avanzando, lo que podría cambiar el rumbo de la guerra en el sur del país.