
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron
Canadá contraataca con aranceles del 25 % y Macron pide paralizar las inversiones francesas en Estados Unidos
El primer ministro canadiense, Mark Carney, uno de tantos líderes mundiales que ha respondido a los aranceles de Trump, considera que las medidas comerciales adoptadas por la Administración estadounidense «fracturan la economía global» y que el «sistema global de comercio anclado en Estados Unidos» ha llegado a su fin.
Carney aseguró que la «antigua relación de continuada integración con Estados Unidos se ha terminado» y que, aunque «es una tragedia, también es la nueva realidad». En represalia por la entrada en vigor este jueves de los aranceles al sector del automóvil, Canadá impondrá aranceles del 25 % a los vehículos importados desde Estados Unidos que no cumplan con las normas del tratado T-MEC, sin afectar a los procedentes de México.
El Gobierno canadiense estima que la medida le reportará unos 8.000 millones de dólares, que serán destinados «directamente» a los trabajadores afectados por los aranceles. Carney también destacó que las acciones de Trump constituyen «una clara violación de los acuerdos comerciales» del T-MEC, firmado durante el primer mandato del actual presidente estadounidense.
En concreto, el mandatario canadiense criticó los aranceles al sector automotriz, una industria que ha estado altamente integrada entre los tres países norteamericanos desde hace seis décadas. «Esa era ha terminado, a menos que Estados Unidos y Canadá acuerden un nuevo planteamiento global», afirmó.
El primer ministro canadiense, Mark Carney
Las palabras de Carney contrastan con las de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien valoró positivamente la decisión de Trump de no imponer nuevos aranceles a sus socios del T-MEC y aseguró que el acuerdo comercial «sobrevivió».
La respuesta europea
Los efectos de la política comercial de Trump no solo han sacudido a Canadá. En Europa, el presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió que las decisiones del mandatario estadounidense constituyen «el error económico más profundo de la era moderna», afectando no solo a la economía global, sino también debilitando a los propios EE.UU.
Macron encabezó una reunión de emergencia con los principales empresarios franceses afectados por la guerra comercial y anunció la suspensión de todas las inversiones francesas en Estados Unidos hasta que la situación se esclarezca. «No somos ingenuos. Nos vamos a proteger y defendernos», declaró el mandatario francés.
El impacto en los mercados financieros no tardó en llegar. La Bolsa de Toronto abrió con una caída de 666 puntos (-2,63 %), afectando a empresas como Shopify y Celestica. En París, el índice CAC-40 cayó un 3,31 %, con desplomes en el sector industrial y automotriz. Stellantis (-8,12 %) y STMicroelectronics (-8,41 %) lideraron las pérdidas, mientras que el gigante del lujo LVMH se dejó un 5,62 %.
Carney aseguró que Canadá «combatirá cada uno de estos aranceles» ante los tribunales y organismos internacionales, además de implementar «contramedidas cuidadosamente calibradas». Asimismo, el país buscará fortalecer sus relaciones comerciales con socios «fiables», según indicó tras su conversación con el canciller saliente alemán, Olaf Scholz.
En paralelo, el Gobierno francés estudia medidas adicionales para contrarrestar el impacto de la política comercial estadounidense en sus empresas. Macron advirtió que «las tarifas aduaneras provocarán inflación y desempleo en EE.UU.» y subrayó la necesidad de una respuesta contundente por parte de Europa.
Los mercados en rojo
Las caídas en los mercados no se limitaron a Toronto y París. La incertidumbre por la guerra comercial golpeó también a otras plazas bursátiles clave. En Nueva York, el Dow Jones ha sufrido una caída del 2,85 %, su peor jornada en más de un año, mientras que el Nasdaq tecnológico cayó un 3,12 %. En Fráncfort, el DAX bajó un 2,97 %, lastrado por la incertidumbre sobre el sector automotriz europeo, muy dependiente de la exportación a EE.UU.
El impacto también se sintió en Asia, donde el Nikkei de Tokio perdió un 2,5 %, arrastrado por la caída en el sector manufacturero y el temor a represalias comerciales de China. Por su parte, el Hang Seng de Hong Kong cayó un 3,7 %, reflejando el nerviosismo de los inversores ante la posibilidad de una escalada en las tensiones comerciales globales.