
El comisario europeo Maros Sefcovic
La UE urge a Trump a «definir su posición» en los aranceles tras una primera reunión sin avances con EE.UU.
Bruselas presiona a Washington para avanzar en un acuerdo comercial tras un primer encuentro político sin resultados
La Unión Europea ha instado este martes al Gobierno de Donald Trump a que defina su postura en las negociaciones comerciales en curso, tras un primer encuentro político en Washington que dejó pocos avances tangibles. «La UE está haciendo su parte. Ahora es necesario que Estados Unidos defina su posición», declaró el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, después de que el comisario europeo Maros Sefcovic se reuniera el lunes con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, y el representante comercial, Jamieson Greer.
El encuentro político —que duró dos horas— marcó el tono de la negociación, pero no dio paso a compromisos concretos. «Queremos saber más de los estadounidenses, entender cuál es su resultado preferido», insistió Gill. Las partes acordaron seguir trabajando «a nivel de expertos» dentro de una ventana de 90 días de tregua arancelaria, un plazo que, según fuentes comunitarias, requiere «importantes esfuerzos conjuntos para lograr un resultado satisfactorio».
En la reunión, Bruselas reiteró su oferta de reducir a cero los aranceles a los bienes industriales —incluidos los automóviles—, e insistió en la necesidad de una solución negociada para evitar una escalada en la guerra comercial. También se discutieron cuestiones estructurales como el exceso de capacidad global en acero y aluminio, las barreras no arancelarias, y la resiliencia de las cadenas de valor de sectores estratégicos como los semiconductores y la industria farmacéutica.
No obstante, la cita quedó marcada por la falta de avances y la creciente inquietud en Bruselas por los nuevos movimientos unilaterales de Washington. Estados Unidos ha iniciado investigaciones de seguridad nacional —bajo la Sección 232— sobre importaciones de chips y productos farmacéuticos, un paso que podría desembocar en nuevos aranceles en los próximos meses. La Comisión Europea ya ha preparado argumentos contra esas medidas y no descarta contramedidas si no hay acuerdo.
«El proceso durará meses, pero todo sigue sobre la mesa», indicaron fuentes comunitarias. Pese a que la UE mantiene una actitud constructiva, recuerda que no está dispuesta a negociar sus estándares en seguridad alimentaria ni en regulaciones tecnológicas y digitales, considerados «sacrosantos» en Bruselas. «Queremos garantizar a nuestros ciudadanos que su salud, su bienestar y su seguridad, también en el entorno digital, no están en juego», insistió Gill.
El contexto internacional añade presión: la creciente volatilidad en los mercados tras la guerra comercial y la reciente depreciación del dólar —alentada desde la Casa Blanca— han generado preocupación en las capitales europeas. Según fuentes de la Comisión, Trump parece incluso buscar deliberadamente esa tensión para justificar determinadas políticas económicas.
El siguiente en acudir a Washington será el ministro japonés de Revitalización Económica, Ryosei Akazawa, que intentará negociar también una flexibilización de medidas arancelarias con EE.UU. en nombre de Tokio. Por ahora, la Unión Europea espera. Pero con la cuenta atrás ya en marcha.