
El candidato presidencial, alcalde de Varsovia y miembro del partido gobernante, la Coalición Cívica, Rafal Trzaskowski
El liberal Trzaskowski y el conservador Nawrocki se disputarán la presidencia de Polonia en la segunda vuelta
Rafał Trzaskowski y Karol Nawrocki se enfrentarán el 1 de junio en unos comicios decisivos que reflejan la división ideológica del país y el futuro incierto de la coalición de gobierno
Unos 29 millones de polacos estaban convocados, este domingo, a las urnas para votar en la primera vuelta de las elecciones presidenciales y que se presentaban claves para el futuro del país, ya que el presidente puede ejercer el veto en temas como el aborto. Con el escrutinio completado, la victoria se la lleva el candidato del partido gobernante Plataforma Cívica (PO), Rafal Trzaskowski, con el 31,3 % de los votos, seguido muy de cerca por su principal rival del partido Ley y Justicia (PiS), Karol Nawrocki, que aglutina el 29,5 % de los apoyos.
Las opciones eran completamente contrarias y suponían un pulso entre el actual Gobierno del primer ministro, Donald Tusk, con su representante Trzaskowski, y la oposición conservadora del partido Ley y Justicia (PiS). Sin embargo, y al no haber conseguido ninguno de los candidatos superar el 50 % de los votos, los polacos tendrán que volver a votar en una segunda vuelta el próximo 1 de junio. Un dato positivo fue la participación que se situó en un 69,7 %, por encima del 64,5 por ciento de la primera vuelta de las presidenciales de 2020.
Por lo tanto, el próximo sucesor del actual presidente del país báltico, Andrzej Duda, se decidirá entre Trzaskowski y Nawrocki, que, como ya venían diciendo las encuestas, eran los dos grandes favoritos en estas elecciones. El candidato de Tusk, 53 años, es el actual alcalde de Varsovia, presenta un corte más liberal mientras que Nawrocki, de 41 años, es un perfil más conservador.
Director del Instituto de la Memoria Nacional, una entidad estatal, era un total desconocido a nivel nacional hasta que se convirtió en candidato del PiS para las presidenciales. Nada más conocerse el resultado de las elecciones, ambos candidatos ya se han lanzado a captar nuevos votos. Trzaskowski prometió seguir impulsando las reformas del Gobierno actual. Nawrocki, por el contrario, apeló a la necesidad de tener una contrapeso fuerte para evitar que el actual primer ministro ostente «todo el poder»,

Karol Nawrocki
El tercer contendiente, el nacionalista Sławomir Mentzen, obtuvo solamente un 14,8 % y el cuarto aspirante en liza, el antisistema Grzegorz Braun, un 6,3 %. El descalabro más significativo es el de Szymon Hołownia con solo el 5 % de los votos, pues se trata del líder de uno de los principales partidos de la alianza que gobierna con Tusk y del líder de un partido político surgido con el objetivo de auparle a la Presidencia.
Este escenario recuerda al de las elecciones de 2020, cuando Trzaskowski ya rozó la victoria frente a Duda, perdiendo por apenas dos puntos. Todo indica que el país vuelve a dividirse entre dos visiones antagónicas: una Polonia abierta, europea y liberal frente a otra más tradicionalista, nacionalista y conservadora.
Aunque el papel del presidente en el sistema político polaco tiene funciones limitadas, su capacidad para vetar leyes es crucial. En el último año, Duda ha utilizado esta herramienta para frenar varias iniciativas del Ejecutivo.