
Escombros en un barrio residencial de Teherán tras los bombardeos israelíes
Israel consideró que esta era «su última oportunidad para atacar a Irán con eficacia» y connivencia de EE.UU.
En vísperas de la sexta ronda de negociaciones entre EE. UU. e Irán, Israel lanzó el viernes un ataque de envergadura y con carácter indefinido que calificó como una «acción preventiva»
El objetivo de la ofensiva militar según Israel es neutralizar una amenaza existencial: el programa nuclear y balístico iraní. Los bombardeos masivos contra cientos de objetivos impactaron en instalaciones de enriquecimiento de uranio, bases militares y centros de investigación asociados al desarrollo de armas nucleares. La operación, sin participación directa de EE.UU., habría sido coordinada durante meses, según analistas militares.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró al confirmar el inicio de la operación que Teherán está en condiciones de construir hasta nueve bombas nucleares y que ha adoptado ya medidas para armarlas en un plazo de un año o menos. Recordó que el régimen iraní mantiene en su ideario la destrucción del Estado de Israel y que, el año pasado, disparó 300 misiles balísticos contra su territorio.
Washington se desmarca, pero la coordinación es evidente
A pesar de que EE.UU. ha negado su participación directa, varios expertos sostienen que una operación de esta magnitud no habría sido posible sin una coordinación previa con Washington, especialmente en materia de intercambio de inteligencia y preparativos tácticos.
«Creo que esta operación fue completamente coordinada entre Israel y Estados Unidos. No hay otra forma de explicarlo», sostuvo el excomandante de la Armada israelí y experto en inteligencia marítima, Eyal Pinko, en una sesión informativa organizada por el Jerusalem Press Center para analizar el mayor ataque lanzado por Israel contra Irán.
Según el experto, «basta con ver lo ocurrido la semana pasada: el Departamento de Estado emitió advertencias a sus diplomáticos en Irak y Baréin. El Reino Unido alertó sobre el tránsito en el estrecho de Ormuz. Las señales estaban ahí».
El primer ministro israelí precisó que sus fuerzas armadas llevaron a cabo bombardeos simultáneos sobre múltiples instalaciones estratégicas en territorio iraní, incluyendo centros de enriquecimiento de uranio, bases militares y laboratorios vinculados al desarrollo de armas atómicas.
Medios israelíes han informado, además, de la presencia de agentes del Mossad en suelo iraní
También han publicado extremos difundidos en redes sociales que consignan un vídeo que muestra, aparentemente, un avión cisterna Boeing 707 de la Fuerza Aérea de Israel reabasteciendo en pleno vuelo a un caza F-16 israelí sobre la provincia siria de Deir Ezzor. Según esas informaciones que no han sido confirmadas por fuentes oficiales, la escena habría tenido lugar durante el trayecto de regreso tras un ataque de las Fuerza Aérea Israelí contra Irán.
El repostaje en pleno vuelo y a una baja altura representa uno de los ejercicios que mayor peligro entrañan para los pilotos especializados y, de confirmarse este punto, implicaría además, el conocimiento sino autorización de Siria, vecino con el que el primer ministro israelí ha expresado recientemente a EE.UU. su interés en emprender negociaciones, según informaron medios locales.
Pinko consideró que la calidad de la inteligencia utilizada revela meses de trabajo conjunto.
«La precisión de los objetivos apunta a una planificación prolongada y coordinada. En mi opinión, esto se gestó durante los últimos seis meses, probablemente desde que Donald Trump volvió al poder. Israel sabía que su Administración no permitiría que Irán alcanzara capacidades nucleares».
El hecho de que el ataque se produjera justo antes del inicio de negociaciones entre Teherán y Washington ha alimentado las sospechas sobre los motivos del calendario elegido por Israel.
«Oficialmente, Israel asegura que el objetivo es impedir que Irán alcance un punto de no retorno y no interrumpir las conversaciones. Sin embargo, queda claro que durante mucho tiempo Israel ha visto los esfuerzos diplomáticos con Irán como insuficientes y problemáticos. Si este ataque acaba con las conversaciones, no será algo de lo que Israel se arrepienta», aseguró el investigador del Institute for National Security Studies (INSS) y especialista en Irán, Raz Zimmt.
El mensaje que Israel lanza con este ataque es, por un lado, que tiene capacidad de autonomía, y, en segundo lugar, que no confía en los esfuerzos diplomáticos para detener el programa nuclear iraní y ha considerado que tenía abierta una ventana de oportunidad.
«Estamos ganando tiempo. No somos ingenuos y sabemos que solo un buen acuerdo podría detenerlo del todo. Pero si logramos retrasarlo dos o cinco años, ya habremos logrado algo», señaló, por su parte, el exgeneral de división y exjefe del Departamento de Investigación y Desarrollo del Ejército israelí, Yaacov Amidror.
Israel busca alterar el cálculo iraní
El ataque busca no solo frenar la capacidad nuclear de Irán, sino también recuperar su capacidad disuasoria y afectar la toma de decisiones de su enemigo: «Estamos atacando a los Guardianes de la Revolución, al Ejército iraní y, sobre todo, a quienes tienen las capacidades científicas para producir la bomba», defiende Amidror.
De acuerdo a Netanyahu, la ofensiva se prolongará «los días que sean necesarios» y ha requerido un despliegue sin precedentes de aeronaves.
«La operación parece haber sido principalmente aérea, con misiles, drones y aviación de combate. La información sugiere que se utilizó hasta el 60 % de la aviación israelí», valoró Zimmt, al señalar que podría haber afectado temporalmente la capacidad de producción de misiles balísticos de Irán, pero no eliminarla por completo.
«Irán sigue teniendo más de 2.000 misiles balísticos. A pesar de daños a instalaciones clave (el último año), parece haber recuperado su capacidad productiva, posiblemente con asistencia china», matizó.
Respecto al calendario nuclear, este experto coincide con las estimaciones israelíes y estadounidenses de que Irán estaría a una semana de alcanzar capacidad de ruptura en enriquecimiento de uranio, lo que significa que está cerca de alcanzar un nivel en el que puede pasar rápidamente de enriquecer uranio para usos civiles a producir material suficiente para fabricar armas nucleares. No obstante, estima que se necesitaría entre seis meses y dos años para completar una bomba nuclear funcional con sistema de lanzamiento.
«Algunas acciones recientes de científicos iraníes, vinculadas al desarrollo de armamento, podrían haber sido el detonante que llevó a Israel a actuar en este momento. No está claro si se trató de un intento definitivo de fabricar la bomba o solo de pasos preparatorios, pero es posible que Israel considerase que esta era su última oportunidad para atacar con eficacia», explicó Zimmt.
«Una demostración de fuerza»
El general de brigada en la reserva del Ejército israelí, Amir Avivi, defiende la operación como una demostración de fuerza que puede tener un efecto disuasorio: «Hay que llevar al régimen iraní al punto de que entienda que, si continúa, podría enfrentar el colapso», afirmó.
Las autoridades iraníes han prometido represalias que, hasta la tarde del viernes no se habían producido. Mientras tanto, Israel se encuentra en estado de alerta máxima y preparada para una posible escalada.
En ese sentido, el exgeneral apunta que Israel está trabajando en varios frentes, algunos de los cuales se conocen y otros no. Desde el 7 de octubre de 2023, afirma, «ha habido una explosión de ingenio e innovaciones tecnológicas en Israel, hasta el punto de que hemos visto avances que desafían incluso las leyes de la física y la química. Israel ha adquirido en el último año capacidades tecnológicas que lo sitúan 40 o 50 años por delante».
Con el frente abierto en Gaza y sin visos de un pronto final, tras haber debilitado a organizaciones armadas respaldadas por Teherán en su vecindario como Hezbolá en Líbano, los hutíes en Yemen y milicias pro-iraníes en Siria e Irak, Israel eleva el tono en este nuevo capítulo de enfrentamiento con su enemigo declarado, Irán.
Netanyahu ha seguido la máxima de empezar por el pez más pequeño hasta llegar a la cabeza de la serpiente, según reveló el viernes su ministro de Deporte, Miki Zohar, a un canal de televisión israelí.
Pero los analistas advierten que, en esta ocasión y, a diferencia de sus sucursales, Irán es un actor estatal con un proyecto nuclear en ciernes, importante arsenal y capacidad misilística, que controla un amplio territorio.
Por ello, Avivi tiene claro que la coordinación entre Israel y sus aliados no solo es sido vital, sino que podría continuar.
«Aunque se hayan publicado noticias que muestran divergencias, Israel y EE.UU. están completamente coordinados, Washington está ayudando de muchas formas, aunque no ofensivamente por ahora», subraya, antes de rematar que su país «se ha preparado para este momento durante muchos años y está operando de múltiples maneras para destruir la capacidad nuclear de Irán».