Estamos mucho mejor
Asistimos ya a la mayor crisis de ese proyecto común de cambio de régimen del socialismo español y el crimen organizado que funciona y avanza desde que esta alianza llegara al poder tras la explosión de las bombas del 11M del 2004
Estamos hoy mejor que antes, aunque estemos hundidos como nunca. Estamos mejor que antes porque cada vez más españoles saben que estamos hundidos y hasta hace un lustro, aunque nos hundíamos ya cada día más, aún no había conciencia de ello. Hoy, quizás, hasta una mayoría de los españoles sean ya conscientes de que somos gobernados por el crimen organizado. Y que los pasos que nos han traído al abismo jamás se hicieron con buena fe ni el mínimo respeto por los intereses generales. Sino por conveniencia para intereses criminales españoles y extranjeros.
Precisamente los vínculos extranjeros son muy importantes para explicar la deriva de los gobiernos socialistas primero de José Luis Rodríguez Zapatero y después ya de forma brutal los de Pedro Sánchez hacia posiciones ideológicas, políticas y ejecutivas mucho más cercanas a los ámbitos políticos iberoamericanos del narcocomunismo.
Hay muchos españoles partidarios o simpatizantes de Santiago Abascal que no acaban de entender que un líder de la oposición en España, en el marco de una realidad tan putrefacta bajo Sánchez, haya dedicado tanto interés y actividad en la cooperación con las fuerzas anticomunistas y enemigas del narcosocialismo en Iberoamérica. Y es que el líder de VOX fue el primer líder político en España en entender hasta qué punto la transformación de la lucha política española desde el principio del siglo se debe a que España se ha convertido en el campo de batalla inicial en Europa donde el crimen organizado quiere pasar a tomar el control total como en Venezuela o México.
Contando además el crimen organizado gracias a sus banderas izquierdistas del apoyo tanto necio, como iluso o doloso de las fuerzas globalistas de la Unión Europea. La fotografía de Delcy Rodríguez con Úrsula von der Leyen en Bruselas con la criminal venezolana vetada de pisar suelo europeo es todo un símbolo. La UE ha sido máximo aliado de todos los candidatos del Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla en Iberoamérica. Y protector de sus regímenes criminales, siendo el ejemplo máximo el de la dictadura comunista de Cuba subvencionada por Bruselas.
Si el crimen organizado del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla han utilizado los vínculos de la hispanidad para hacer de España la cabeza de puente de este proyecto totalitario con sus extraños aliados de supuestos demócratas impecables en Europa, hay que utilizar el inmenso tesoro que es la Hispanidad y sus lazos infinitos para la reconquista de la libertad tanto en América como en Europa, donde la perdemos a raudales a diario y no solo en España.
Con la Hispanidad, la libertad, el anticomunismo y la esperanza por bandera y con mandato de Abascal, la Fundación Disenso con el Foro Madrid se lanzaron a crear estas sinergias para una lucha eficaz contra el expansionismo y la brutalidad de ese crimen organizado con ideología que ha surgido en las pasadas décadas de la fusión del movimiento comunista con los cárteles de la droga.
El gran éxito de VOX en Iberoamérica con el Foro Madrid y con la Fundación Disenso que ha borrado literalmente del mapa a fundaciones que llevan décadas en Iberoamérica y con inmensos presupuestos, se debe a la firmeza, claridad y disposición a la lucha que han mostrado. Que tanto lo distinguen de aquellas fuerzas que en su eterna búsqueda de armonía con el socialismo acabaron o fagocitadas, derrotadas o asesinadas por este.
El Foro Madrid se inspira en el mismo espíritu irrenunciable de la Cumbre de la Iberosfera que organiza el grupo europarlamentario de Patriotas en Madrid esta próxima semana, no hay nada de que hablar con el socialismo. El socialismo es una peste, una enfermedad del alma como dice Javier Milei, y debe ser derrotado.
Por eso, la lucha contra el narcocomunismo es la misma lucha contra Pedro Sánchez y contra Zapatero y contra sus amigos Maduro, Petro y Díaz Canel, que son al fin y al cabo quienes tienen las llaves del petróleo y de la cocaína. Como también del mucho blanqueo que se puede hacer en el Caribe o en China. Y hasta ahora también en Irán, que, no olvidemos, es otro de los socios que ayudaron a Zapatero para que este pudiera comenzar el desmantelamiento institucional en España, hacer su alianza con ETA y el golpismo catalán. Como también fue una ayuda después para Sánchez con ese pequeño producto venezolano-iraní que es Pablo Iglesias con el que hizo el primer gobierno de este proyecto personal y criminal que tiene que llevar a Sánchez al banquillo cuando termine esta larga excursión que empezó con el Peugeot y termina en una colosal tragedia, en una apoteosis criminal y daños infinitos para los españoles.
Estamos hoy mejor que antes porque asistimos ya a la mayor crisis de ese proyecto común de cambio de régimen del socialismo español y el crimen organizado que funciona y avanza desde que esta alianza llegara al poder tras la explosión de las bombas del 11M del 2004. Es un poder que en realidad nunca abandonó esta alianza aunque sus representantes y su gobierno presidido por José Luís Rodríguez Zapatero perdieran espectacularmente las elecciones ante un Partido Popular que obtuvo una mayoría absoluta con 186 diputados.
Los siete años de gobierno de Rajoy, primero de emergencia y después de corrupción e indolencia, no torcieron ni frenaron el proyecto golpista del socialismo y sus aliados criminales interiores y exteriores. Y no precisamente porque el Partido Popular no tuviera la posibilidad, el tiempo necesario y la mayoría absoluta abrumadora que eran necesarios para un cambio radical en el curso y el discurso de la política para salvar a la democracia española y frenar a sus enemigos. Tenía los recursos pero no sabía para qué.
Cuando acabe la pesadilla de la banda criminal de Sánchez y sus aliados, esperemos que de forma pacífica y sin que los criminales puedan utilizar otros métodos de un pasado no lejano, los españoles han de ser muy conscientes de que no pueden repetir los errores del pasado. Quienes quieran cambiar a Sánchez para un gran proyecto de armonización con los socialistas volverán a cometer los errores que han llevado siempre a la tragedia. La caída del gobierno delincuente tiene que traer consigo un cambio radical en las formas de gobierno. Todo lo demás es seguir la agónica ruta que han diseñado los enemigos de España para que desaparezca en manos del crimen organizado en diversas taifas, con distintas banderas.