Francia celebra su desfile del 14 de julio con Indonesia como invitado de honor
Francia despliega su poderío militar en su día nacional: así ha sido el desfile del 14 de julio
El país vecino celebra su fiesta nacional con una exhibición de fuerza y cooperación internacional, en medio de un ambicioso plan de aumento del gasto en defensa
Francia celebró su fiesta nacional del 14 de julio con un imponente desfile militar por los Campos Elíseos, en el que participaron más de 7.000 efectivos, incluyendo 5.600 soldados a pie, un centenar de aeronaves y cerca de 250 vehículos. Este despliegue no solo fue un acto conmemorativo, sino también una muestra de músculo militar y diplomático, apenas un día después de que el presidente Emmanuel Macron anunciara un nuevo aumento del presupuesto de defensa por valor de 6.500 millones de euros en los próximos dos años.
Entre los equipos más destacados estuvieron los aviones de combate Rafale y los cañones autopropulsados Caesar, productos estrella de la industria armamentística francesa, con gran éxito de exportación. También se subrayó el papel clave de los drones en los conflictos modernos, como lo demuestra la guerra en Ucrania.
El desfile contó con la presencia de tropas de varios países aliados. Destacaron las fuerzas finlandesas desplegadas con Francia en Líbano bajo el mandato de la ONU, y una compañía belgoluxemburguesa integrada en un batallón de la OTAN en Rumanía. España participó con un avión de transporte Airbus A400M y un caza Eurofighter, mientras que aeronaves de Alemania, Italia, Reino Unido, Bélgica y Suiza reforzaron la dimensión internacional del evento.
El país invitado fue Indonesia, un importante socio asiático de Francia y gran comprador de su tecnología militar. El presidente indonesio, Prabowo Subianto, asistió al desfile junto a Macron, mientras 260 soldados indonesios marchaban por la avenida parisina.
Este acto se enmarca en un contexto de creciente tensión internacional y reposicionamiento estratégico de Francia, que busca reforzar su autonomía militar y liderazgo europeo. Según Macron, «para ser libres hay que ser temidos», y el gasto en defensa será también una inversión en soberanía, seguridad y crecimiento económico.