El republicano, Mike Johnson, en la Cámara de Representantes
El presidente del Congreso bloquea los archivos de Epstein pese a haber dicho que deberían ser públicos
Mike Johnson, titular de la Cámara de Representantes, cierra la puerta a cualquier intento de abrir la caja de Pandora del caso
Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos (Cámara de Diputados), dio marcha atrás, –pese a sus intenciones previas declaradas– y ahora ha decidido bloquear una votación que intentaba lograr la apertura de los archivos de Jeffrey Epstein.
Con esta medida, Johnson, anula cualquier intento, tanto de miembros de su propio partido como de la oposición demócrata, de forzar una moción que permita la divulgación de otros documentos vinculados al pederasta, salvo los seleccionados ya por Donald Trump y la justicia.
A pesar de haberse distanciado, ocasionalmente, del presidente de Estados Unidos la semana pasada, cuando anunció que «deberíamos publicar todo y dejar que la gente decida», ahora Johnson ha optado por dar un giro de 180 grados.
Este cambio podría indicar que los esfuerzos del presidente Trump por sofocar la rebelión dentro de sus propias filas debido a los archivos de Epstein, el financiero que presumiblemente se suicidio, están funcionando.
El cambio de postura de Johnson también trata de evitar que se produzca cualquier daño hacia Trump, y más de cara a las elecciones legislativas de medio mandato el próximo año.
La indignación por este asunto sigue muy presente, no solo en las bases republicanas, sino también dentro del propio Partido Republicano. La diputada Marjorie Taylor Greene, una de las más fervientes defensoras de Trump, escribió en redes sociales: «Ya no basta con colgar un pedazo de carne. Quieren la cena completa y no aceptarán nada menos».
Más tarde, declaró a CNN que «la gente quiere la información. No quieren que se oculte nada, especialmente cuando se trata del pedófilo condenado más conocido de la historia moderna».
Según una encuesta de Reuters/Ipsos, más del 30% de los republicanos desaprueban la gestión del presidente Trump respecto a los archivos de Epstein, y más del 62% creen que el gobierno podría estar ocultando información sobre la supuesta lista de clientes.
Más preocupante aún para el presidente es el porcentaje de independientes que están en desacuerdo con la gestión del gobierno: supera el 52%. Esto podría ser especialmente perjudicial para Trump en un momento en que su apoyo comienza a debilitarse.
Caída de popularidad
Según The Economist, Donald Trump tiene cifras negativas en temas que van desde la economía hasta, ahora también, la inmigración (un área donde históricamente gozaba de una ventaja considerable). Este escenario, si continúa la tendencia, podría resultar fatal el próximo otoño, cuando se celebren las elecciones de medio mandato. Los demócratas están en posición de recuperar la Cámara Baja, algo que el Partido Republicano intenta evitar a toda costa.
La pérdida de la mayoría de escaños, o aún peor, la pérdida de ambas cámaras del Congreso, reduciría drásticamente el poder de Trump y del liderazgo republicano para avanzar en su agenda. La crisis de Epstein corre el riesgo de desmotivar a sus leales y desembocar en una menor participación facilitando una posible victoria para los demócratas.