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Soldados ucranianos durante un entrenamiento militar en este de Inglaterra

Soldados ucranianos durante un entrenamiento militar en este de InglaterraHenry Nicholls / AFP

Un soldado dispara por error siete veces a un compañero con munición real durante un ejercicio

El compañero, que portaba chaleco antibalas de forma voluntaria, sobrevivió de milagro

Un entrenamiento de las fuerzas especiales británicas ha terminado en tragedia después de que un soldado disparara accidentalmente siete veces con munición real contra un compañero, causándole heridas de por vida. El caso, ocurrido en enero de 2019 pero juzgado ahora en el tribunal militar de Bulford, según ha contado The Times, ha revelado graves fallos de seguridad en el manejo de armamento durante los ejercicios.

El militar implicado, identificado solo como Soldado B por razones de seguridad nacional, confundió cartuchos reales con balas de fogueo en plena oscuridad mientras recargaba su fusil de asalto. Había almacenado ambos tipos de munición sin separarlos correctamente, con la intención de no retrasarse respecto a sus compañeros en la preparación del simulacro. Durante la maniobra, pensó que estaba disparando fogueo contra Soldado A, quien interpretaba el papel de enemigo en una simulación de toma de rehenes.

En realidad, le descargó 23 proyectiles, de los cuales los últimos siete impactaron en su abdomen, pecho y brazos. El compañero, que portaba chaleco antibalas de forma voluntaria —no era obligatorio para la práctica—, sobrevivió de milagro. En su declaración, aseguró: «Si no hubiera llevado la protección, me habría matado».

Las heridas fueron devastadoras, pues perdió el 90% del nervio mediano del brazo izquierdo, vital para el movimiento de la mano y los dedos, y tuvo que someterse a múltiples cirugías reconstructivas. Finalmente fue dado de baja médica y sufre además un trastorno de estrés postraumático.

El tribunal consideró que, aunque la negligencia de Soldado B fue determinante, también hubo fallos de la unidad como la cancelación de una sesión de seguridad previa y el parecido casi idéntico de los cargadores con munición real y de fogueo. Por todo ello, el juez le impuso una condena de seis meses de prisión suspendida y el pago de 5.000 libras de compensación al herido.

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