La líder opositora venezolana, María Corina Machado, durante una protesta convocada por la oposición en Caracas
El director del Instituto Nobel insiste en que Corina Machado recibirá el premio en persona en Oslo
Tan solo quedan cuatro días para que tenga lugar en Oslo la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz que este año se lo llevó la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado (MCM), y su presencia al acto sigue siendo un gran interrogante. Este sábado, el director del Instituto Nobel, Kristian Berg Harpviken, insistió en declaraciones a la agencia de noticias France-Presse que MCM estará en la capital de Noruega. «Estuve en contacto con la señora Machado esta noche y me confirmó que estará en Oslo para la ceremonia», confirmó Berg Harpviken, en declaraciones a France-Presse.
En su mensaje evitó, sin embargo, entrar en detalles y matizó que «dada la situación de seguridad, no podemos dar más detalles sobre la fecha y la forma en que vendrá». Así, la oposición señala que la situación de seguridad en Venezuela es compleja y cualquier viaje supone poner en peligro, incluso, la integridad física de la opositora. En este sentido, aclaran que MCM está decidida a recoger el premio, pero no se apresuran a dar una fecha concreta. La propia María Corina confesó, el pasado mes de octubre en una entrevista con el diario noruego Dagens Naeringsliv, que para poder viajar a la capital del país nórdico «Venezuela debe ser libre». «Mientras Maduro esté en el poder, no puedo dejar el lugar donde me escondo porque hay amenazas directas contra mi vida», reconoció.
El pasado mes de noviembre, el brazo ejecutor del régimen chavista, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, ya advirtió que, de salir del país, MCM sería considerada una «fugitiva». La logística que conllevaría un viaje de este tipo, sobre todo teniendo en cuenta que la política ha tenido que vivir en la clandestinidad desde que se convirtiera en el azote de la dictadura venezolana, es mayúsculo. Entre los riesgos que corre Machado al dejar el país para recibir el galardón la próxima semana estaría el riesgo de no poder regresar al país y, por tanto, la dictadura venezolana ganaría el pulso a la oposición sin siquiera haberse esforzado, en un momento en el que se encuentra extremadamente necesitada de una victoria.
El masivo despliegue militar ordenado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en las aguas del Caribe, frente a las costas venezolanas, ha puesto al régimen de Maduro en estado de alerta máxima. Nadie duda ya de que, detrás de esta militarización de la región, se encuentra el objetivo de derrocar a la dictadura venezolana. Trump ha ido cerrando progresivamente el cerco en torno al líder chavista, entre otros, con la designación como organización terrorista del Cártel de los Soles –liderado por Maduro según Washington–, la llegada del mayor y más moderno portaaviones de la Armada estadunidense, el USS Gerald R. Ford, y la advertencia de que, «muy pronto», comenzarán los ataques por tierra contra Venezuela.
Trump ha tratado de encontrar una salida negociada al conflicto con Venezuela y llegó a mantener una conversación telefónica con el dictador venezolano, al que le dio como fecha límite hasta el pasado 28 de noviembre para salir del país de manera segura. El ultimátum expiró hace ya más de una semana y ahora tanto el régimen chavista como la oposición esperan ver cuáles son los siguientes pasos de Trump. Entre los que sí han confirmado que asistirán a la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz está el ganador de las elecciones en Venezuela del pasado 28 de julio de 2024 y, por tanto, el presidente legítimo del país, Edmundo González Urrutia.
El diplomático venezolano estará, además, acompañado por otros mandatarios de la región como Daniel Noboa, de Ecuador, José Raúl Mulino, de Panamá, y Santiago Peña, de Paraguay. «Será un honor estar contigo en Noruega. Tu lucha representa el coraje de toda una región que se niega a rendirse», escribió el pasado mes de noviembre en X, antes Twitter, el presidente ecuatoriano. También se espera la presencia en Oslo de la hija de MCM, Ana Corina Sosa, quien ya recibió el premio Sájarov concedido por el Parlamento Europeo el pasado diciembre de 2024 en nombre de su madre.