La ganadora del Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, en el Grand Hotel de Oslo, Noruega
¿Y ahora qué? Los riesgos que plantea la salida de María Corina Machado de Venezuela y su hoja de ruta en Europa
La opositora venezolana, María Corina Machado (MCM), el mayor azote de la dictadura chavista, reapareció este miércoles en Oslo tras más de un año condenada a vivir en la clandestinidad en su propio país, lejos de sus seres queridos y sin apenas mantener el contacto. MCM rompió con el misterio que rodeaba su viaje hasta la capital de Noruega con su salida al balcón del Grand Hotel, rodeada de sus tres hijos y su madre, para darse un baño de masas al grito de «Viva Venezuela libre» y «¡Viva María Corina Machado!».
Tras más de 12 años sin poder salir del país sudamericano bajo amenaza del régimen de Nicolás Maduro, la opositora ha logrado llegar hasta Oslo para recibir el premio Nobel de la Paz. El pasado mes de octubre, el Comité Noruego del Nobel decidió reconocer a MCM por «su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha en favor de una transición justa y pacífica de la dictadura hacia la democracia».
El periplo que ha tenido que pasar Machado para llegar hasta Oslo podría ser perfectamente el de un guion de una película de Hollywood. Hasta bien entrada la tarde de este martes, nadie podía poner la mano en el fuego por que la opositora llegara a Europa. Su presencia no se confirmó hasta que ella misma, a través de una llamada con el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jorgen Watne Frydnes, aseguró: «Estaré en Oslo, estoy en camino». Su hija, Ana Corina Sosa, ya aseveró que su madre nunca incumplía una promesa y tenía razón.
MCM llegó a la capital noruega tras días de protagonizar una travesía de película, que incluye disfraces, un barco pesquero, la ayuda de Estados Unidos –CIA– y hasta una cobertura por cielo de aviones norteamericanos. Una vez fuera de Venezuela, el viaje de vuelta resulta aún más complicado que la salida. Machado se arriesga ahora a ser condenada al exilio y a perder su fuerza en la lucha contra el régimen de Maduro.
Sin embargo, consciente de los peligros para el movimiento opositor que tiene su salida de Venezuela, Machado ha asegurado que volverá, aunque ha matizado «cuando se den las condiciones propicias» para su seguridad. Asimismo, en una rueda de prensa este jueves en Oslo, ha desvinculado su regreso al país con la caída de Maduro. «Vine a recibir el premio en nombre del pueblo venezolano y lo llevaré de vuelta a Venezuela en el momento oportuno. Por supuesto, no diré cuándo», aseguró confiada la destacada opositora.
Previamente, en una entrevista con la cadena británica BBC, Machado declaró tajante: «Por supuesto que voy a regresar. Sé exactamente los riesgos que corro», a lo que añadió: «Voy a estar en el lugar donde sea más útil para nuestra causa». Para MCM, «hasta hace poco» ese sitio era Venezuela, pero ahora esa percepción parece haber cambiado. «El lugar donde creo que tengo que estar hoy, en nombre de nuestra causa, es Oslo», confesó este miércoles.
Un día después, durante las muchas declaraciones y actos que protagonizó en la capital de Noruega, con motivo de los actos por la entrega del premio Nobel de la Paz, la dirigente opositora, de 58 años, confesó que también aprovechará para pasar tiempo con sus amigos y familia, así como para ir al médico y tener «algunas reuniones que serán muy útiles antes de volver».
Según informa The Wall Street Journal, que publicó en exclusiva todos los detalles del arriesgado viaje de Machado a Oslo, esta planea tener unos días de descanso. La opositora lleva 16 meses viviendo en la absoluta clandestinidad, completamente aislada y ni siquiera ha podido alimentarse adecuadamente. Una vez se vea con fuerzas, recorrerá varios países europeos para recabar apoyos para la causa venezolana.
Asimismo, y como no podía ser de otra manera, la opositora visitará Washington, confirma el WSJ. A pesar de que muchos temen que su salida reduzca drásticamente su capacidad de influir en Venezuela, Machado y su equipo defienden que se trata de una oportunidad única para recabar mayor apoyo y dar un nuevo impulso a su lucha para acabar, de una vez por todas, con la dictadura de Maduro.
Desde Oslo, Machado ha mostrado su total apoyo a la política de máxima presión –tanto militar como diplomática– ejercida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra el régimen chavista. «Cada país tiene su propio derecho a la legítima defensa», ha declarado la venezolana. El pasado mes de noviembre, y bajo la amenaza del republicano de una intervención militar contra Venezuela, Machado aclaró que «Maduro comenzó esta guerra y el presidente Trump la está terminando».
Este mismo mes de diciembre, The Washington Post reveló que la Administración estadounidense había revisado los planes de la líder opositora ante una eventual caída del régimen chavista y concluyó que contaba con «una mayor preparación de lo que se creía».
La hoja de ruta de Machado propone, entre otros, la creación de una fuerza para estabilizar el país entre las primeras 100 horas y los primeros cien días de la salida del dictador, así como celebrar elecciones durante el primer año. Asimismo, la oposición venezolana defiende que tan solo sería necesario realizar una purga «limitada» dentro de las Fuerzas Armadas de Venezuela ya que, según sus cálculos, solo «el 20 % de los oficiales son 'irredimibles' y el resto se muestran contrarios a Maduro o son apolíticos».