Cada 22 de diciembre, el mapa de España se reescribe emocionalmente
El Gordo de Navidad que puso en el mapa a estos pueblos españoles
En plena crisis económica, el premio tocó literalmente a todos los vecinos del pueblo excepto a uno, salvando a una comunidad agrícola entera de la ruina
La Lotería de Navidad posee una capacidad única que trasciende lo económico: actúa como un caprichoso agente geográfico capaz de sacar del anonimato a pequeñas localidades en cuestión de minutos. Cada 22 de diciembre, el mapa de España se reescribe emocionalmente cuando el Gordo aterriza no en las grandes capitales acostumbradas a la lluvia de millones, sino en rincones de la «España Vaciada» o villas rurales que, hasta ese instante, eran desconocidas para la inmensa mayoría del país.
El ejemplo más paradigmático de esta transformación es, indiscutiblemente, la pequeña localidad ilerdense de Sort. Antes de convertirse en la capital de la suerte, este pueblo del Pirineo era un destino tranquilo de montaña.
Sin embargo, la administración de La Bruja de Oro logró tal imán con la fortuna que transformó el nombre del pueblo —que curiosamente significa «suerte» en catalán— en una marca turística global. Hoy en día, miles de personas peregrinan allí no por sus paisajes, sino por la mística de una administración que puso al pueblo en el imaginario colectivo de todos los españoles.
El caso de Sodeto
Más emotivo aún fue el caso de Sodeto, una pedanía de apenas 250 habitantes en Huesca, que en 2011 protagonizó un cuento de hadas moderno gracias al Gordo que cayó en la vecina Granén. En plena crisis económica, el premio tocó literalmente a todos los vecinos del pueblo excepto a uno, salvando a una comunidad agrícola entera de la ruina.
Aquel 22 de diciembre, Sodeto dejó de ser un punto invisible en los Monegros para convertirse en un símbolo mundial de la fortuna colectiva, atrayendo a sociólogos y periodistas internacionales fascinados por cómo el dinero reforzó los lazos comunitarios en lugar de romperlos.