Jane Birkin (1946-2023)

La escandalosa y bellísima inspiradora de Hermès

Actriz, cantante, modelo y provocadora, ha muerto en su casa de París uno de los últimos estandartes de la década de 1970 donde brilló más por su transgresión que por su arte

Belén Ester

Nació el 14 de diciembre de 1946 en Marylebone, Londres y ha fallecido el 16 de julio de 2023 en París.

Jane Mallory Birkin

Cantante anglofrancesa

Fue una actriz y cantante que tuvo éxito en las décadas de 1960 y 1970. En primer lugar de la mano de su pareja, Serge Gainsbourg, con quien grabó discos y quien la dirigió en la polémica película «Je t'aime moi non plus», inspirada en una canción del mismo título que ya había grabado Birkin.

No fue una gran cantante, ni una gran actriz, ni el mayor icono de su época, pero tenía algo. Y no sólo una belleza sofisticada y perturbadora, sino un aura especial, un no-sé-qué inefable que le hizo ser admirada e imitada por varias generaciones de europeas. Jane Birkin, una de esas mujeres que, a su muerte, no ha dejado una heredera.

Muchos la recuerdan por algunas de sus películas, otros por sus trabajos de modelo, pero todos, por Je t'aime… man non plus (Te quiero… Yo tampoco), canción que interpretó con su marido, Serge Gainsbourg, en la que cantaban, entre gemidos, ohes y te amos, emulando el acto sexual. Era 1969 y el escándalo fue mayúsculo. L’Osservatore Romano la tildó de obscena y el tema fue prohibido en Italia, Portugal, Polonia, Suecia y España, mientras que en Reino Unido fue semanas el número 1 de la lista de éxitos. La bella y la bestia como los llamaron, no sin sorna, salieron victoriosos. Porque además, de todas aquellas jóvenes de la época como Twiggy, Sharon Tate o Catherine Deneuve, Birkin fue la más provocadora ya que ese mismo año presentó en el estreno de la película Slogan con un minivestido negro transparente que se ceñía a su cuerpo dejando perfectamente a la vista sus pechos y una lencería diminuta. El naked dress (vestido desnudo) fue otro escándalo bestial.

Y es que la ya franco-inglesa fue más conocida por este tipo de cosas que por su impronta en el mundo del cine donde había empezado con apenas un breve y semidesnudo papel en Blow-Up de Antonioni en 1966. Pero en el 69 conoce Serge Gainsbourg compositor, director y cantante de 40 años, se enamoran, se casan y se instalan en París. Su matrimonio duró 12 años y son padres de la actriz Charlotte Gainsbourg que, curiosamente, ha heredado el lado menos hermoso de Birkin y el más bello de su padre.

Con los 70, la carrera de Birkin se cruzó con algunos de los actores más relevantes del momento como Alain Delon en En la piscina (dicen que Gainsbourg no se separó de ella durante todo el rodaje «por si acaso»), Yul Brynner en Romance de un ladrón de caballos o Christopher Lee en La escalera de la locura. En todas las películas, bellísima y sensual, pero sin asombrar como actriz. Intervendría en un par de adaptaciones de Agatha Christie, mucho cine para la televisión francesa, la interesante La bella mentirosa en 1991, pero poco más.

En realidad, por lo que seguramente más se la va a recordar es porque en 1984, garabateó ante Jean-Louis Dumas, director de Hermès, su idea del bolso ideal (cuentan que se le cayó el contenido de su capazo a los pies del diseñador) y éste le agradeció la idea poniendo su nombre a uno de los bolsos más icónicos, vendidos y caros del mundo: el Birkin de Hermès no baja de los 6.000 euros.

Sin ser grandiosa como actriz ni cantante, sin ser la más elegante, pero sí de las más hermosas, algo tuvo siempre Jane Birkin, radiante y único, para que Francia, que hoy la llora, la tenga como una de sus hijas predilectas.

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