P. Pius Ramón Tragan i Colilles OSB (1928-2023)
El «decano» de la abadía de Montserrat
De sus 75 años de vida monástica cabe destacar una inmensa obra de Exégesis Bíblica y su papel como secretario del abad Escarré cuando éste se exilió en 1963
Nació en Esparraguera el 20 de agosto de 1928 y falleció en la Abadía de Montserrat el 8 de diciembre de 2023
Pius Ramón Tragan i Colilles
Había ingresado en ella el 31 de julio de 1948, realizó la profesión simple el 6 de agosto de 1949, la solemne el 15 de agosto de 1952, siendo ordenado sacerdote el 24 de septiembre de 1955. Doctor en Exégesis Bíblica, fue docente en diversas instituciones académicas españolas e italianas.
«Me enseñó los principios de la búsqueda de Dios y me orientó el mismo itinerario de formación hasta el sacerdocio; sin negar las dificultades de algunos momentos, soy feliz de la vida que Dios me ha dado, intensa, abierta, larga», escribía el monje y sacerdote Pius Ramón Tragan i Colilles en su último libro, Notas de un pasado –publicado en 2022–, sobre la abadía de Montserrat, en la que ingresó en el 31 de julio de 1948.
Han sido, pues, 75 años de larga vida con arreglo a la Regla de San Benito y de fructífera trayectoria intelectual, centrada en la Exégesis Bíblica, avalada por una veintena de libros publicados entre los que destacan El Libro del Cantar de los Cantares en la Biblia de Montserrat, Traducción del Libro del Deuteronomio, En los orígenes del bautizo cristiano, así como varios estudios, publicados a lo largo de varias décadas sobre el Evangelio según San Juan, una de sus temáticas predilectas.
Su maestro intelectual fue el padre Bonaventura Ubach, arqueólogo y creador del Museo del Oriente Bíblico de la abadía, y completó su formación teológica y filosófica –iniciada dentro de los muros de Montserrat– en Roma y en Münich, antes de completarla en Jerusalén y Estrasburgo, ciudad en la que se doctoró en Exégesis Bíblica. Desde 1985 hasta 1997 desempeñó las funciones de rector del Pontificio Ateneo de San Anselmo, con sede en Roma y vinculado a la Orden de San Benito. A la Ciudad Eterna solía volver todos los años, hasta una edad bien avanzada, a impartir seminarios especializados. También fue profesor de las Universidades de Milán y Barcelona.
Hasta aquí la trayectoria clásica de un intelectual benedictino de muy altos vuelos. Mas la glosa de la existencia de padre Tragan i Colilles resultaría incompleta sin evocar su etapa como secretario del padre Aureli María Escarré, aquel abad de Montserrat, admirador incondicional de Francisco Franco durante los primeros veinte años del régimen de este último antes de convertirse en uno de sus mayores críticos, negándose a recibirle en la abadía allá por 1960.
Aquel incidente publicitó el creciente enfrentamiento de Escarré con el franquismo, que culminó unas incendiarias declaraciones a Le Monde a raíz de las cuales tuvo que emprender el camino del exilio. Sobre el episodio, el padre Tragan aportó precisiones en una entrevista concedida hace 10 años a un diario barcelonés, por ejemplo en relación a las presión ejercida sobre el abad por los intelectuales catalanistas Josep Benet y Albert Manent sobre el abad.«Manent hizo venir al corresponsal José Antonio Novais, y el periodista se reunió en solitario con el abad. Luego Novais hizo de amanuense, ordenó y puso lógica a todo lo que le había dicho. Benet y Manent también le ayudaron. No intervinieron, en contra de lo que se ha dicho, otros monjes, no tocaron ni una línea, algunos tenían más miedo que el propio abad y de haberlo hecho más bien lo hubieran frenado. Lo que puedo decir es que a Escarré le pasaron el texto y lo aprobó».
Agan, que, a diferencia de otros monjes de Montserrat –como el actual abad Manel Gasch, su predecesor Josep María Soler o el historiador Hilari Raguer, no se significaba políticamente– acompañó a Escarré en las primeras semanas de su estancia en Italia antes de trasladarse a Jerusalén. Allí, cuando estalló la Guerra de los Seis Días, un taxista le dejó plantado en plena carretera entre Israel y Jordania. Tras un rocambolesco periplo en barco y en avión, logró volver a Europa.
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