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26 de abril de 2024

Vidas ejemplaresLuis Ventoso

La noche de los zombis

Sánchez ha sido un portentoso equilibrista, merced a su pasmosa ausencia de principios, pero la suerte lo ha abandonado

Actualizada 10:43

La estupenda película El sexto sentido, del director de apellido impronunciable M. Night Shyamalan, se estrenó hace ya 24 años. Así que no revelo ningún secreto –«spoiler» lo llaman ahora los pedantes– si me refiero a su sorprendente giro final: Bruce Willis encarna a un psicólogo infantil que en realidad está muerto, pero no lo descubre hasta la asombrosa escena de cierre.
En la política española sucede algo similar. Hay un personaje que está políticamente muerto. Pero no parece darse por enterado. Continúa paseando con pose altiva por Europa. Salta de cancillería y cancillería, admirando su propio caminar, gustándose y engolando la voz. La máquina de propaganda echa humo al ritmo habitual. Sigue subiéndose al helicóptero Puma y al Falcon hasta para ir a cenar a casa de su suegra. Conserva sus mañas procelosas, marca de la casa, e intentará enredar hasta el minuto final. Pero todo eso es sólo un trampantojo (nótese que he recuperado con gran satisfacción la tilde del sólo, felizmente rehabilitada por la RAE). La realidad es que ya está políticamente muerto. De manera inesperada, en dos meses se le ha caído el tenderete.
El pasado octubre, el plan parecía claro y sencillo: asalto exprés al TC y aprobación urgente de la reforma del Código Penal como pago a Junqueras. Superados esos dos marrones, y confiando en la proverbial amnesia del pueblo, Mi Persona iniciaría el 2023 con una nueva fachada: gran estadista europeo y bondadoso patriarca peronista. Año nuevo, vida nueva. Alfombra roja hacia las elecciones de mayo y las generales.
Pero a la lechera monclovita se le rompió el cántaro. Primero, el asalto al TC se embarró al haberse saltados los procedimientos legislativos en plan macarra. Después empezó la verbena de los violadores, los efectos en cascada de la descerebrada ley del 'solo sí es sí', que han irritado enormemente a la opinión pública. En paralelo, los acercamientos a «la gente» para mostrar la cara humana del líder hubieron de suspenderse, al propagarse como una mancha de aceite el «que te vote Chapote». En el frente económico, nueva escalada de los precios. Por último, cuando estaba intentando utilizar la moción de Vox y la Kitchen para levantar una cortina de humo que tapase sus problemas, catástrofe: emerge el putiferio casposo de Tito Berni, demostrando el gran feminismo del PSOE, y llega el aldabonazo de Del Pino, que se lleva su tienda a Holanda, harto de un Gobierno que acogota a los empresarios.
El último barómetro que compendia todas las encuestas que se realizan en España concede al PP el 32 % de los votos, once puntos más que en las últimas generales; 25,9 % al PSOE (dos puntos menos) y mantiene a Vox en cifras similares a 2019. Del Manual de Resistencia hemos pasado a La noche de los zombis. El Gobierno ha entrado en barrena y cada mes que prolongue su agonía irán empeorando sus opciones electorales. El error de Sánchez y su corte de fontaneros fue no haber adelantado los comicios a la pasada primavera. Ahora el coche avanza sin frenos hacia una gran toña a fin de año.
Sánchez ha sido un portentoso equilibrista, merced a su pasmosa ausencia de principios. Pero ahora la suerte ha desertado de su bando. O la lógica: Sánchez, Irene, Oriol, Arnaldo, Rufián, el PNV y Tito Berni, ¿quién quiere votar a ese equipazo? Hay que ser muy, muy cafetero.
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