López y Martín, dos resentidos contra Ayuso
Con este ramillete de figuras no es difícil explicarse por qué los socialistas madrileños no gobiernan en la Puerta del Sol desde tiempo de los godos
Óscar López y Francisco Martín han abierto, por mandato de Pedro Sánchez, una pyme sin mayores pretensiones que cargarse a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. El ministro de Transformación Digital y candidato socialista junto con el delegado del Gobierno en Madrid más sectario que se haya conocido en el sur de Europa se afanan por servir a su señorito monclovita y poner a escurrir a Ayuso.
Este fin de semana se ha celebrado el XV Congreso regional del PSOE de Madrid en Leganés. Todavía con la sangre de Juan Lobato corriendo caliente por los pasillos de Ferraz, el nuevo líder paracaidista en esa región se ha rodeado de lo mejor de cada casa para presentar sus credenciales en la villa y corte: Salvador Illa, Félix Bolaños, José Manuel Albares, Rafael Simancas, Santos Cerdán y Francisca Sauquillo. ¡Qué gente lleva mi carro! Nada puede salir mal con semejante plantel de perdedores.
Escucharles arremeter contra la presidenta del PP como todo programa de gobierno para los madrileños era una invitación a la melancolía. Un exministro de Sanidad que no supo ni contar los muertos en pandemia, el de Justicia que solo vive para acabar con los jueces independientes, el canciller de Exteriores al que quieren mandar a Siberia los diplomáticos de carrera, el exlíder socialista madrileño que respira resentimiento tras el «tamayazo», el secretario de organización que trajo a Koldo al epicentro del Gobierno y del PSOE y la expresidenta del comisionado de la memoria democrática a la que nombró Carmena para que cambiara a su antojo el callejero de Madrid, son el mejor cartel que tiene Moncloa para gobernar la Comunidad capital de España.
Con este ramillete de figuras no es difícil explicarse por qué los socialistas madrileños no gobiernan en la Puerta del Sol desde tiempo de los godos. Es decir, desde que perdió Joaquín Leguina ante Alberto Ruiz-Gallardón en 1995. Como estrategia ejemplarizante, el PSOE echó a Leguina, antes a Tomás Gómez y finalmente a Lobato, los tres líderes que más votos cosecharon para esas siglas. Así paga Ferraz a los dirigentes que son independientes y trabajan desde la cantera. La última ocurrencia de Pedro ha sido colocar sin primarias a López, que dice estar convencido de que en Madrid hay una mayoría de izquierdas. Eso lo pensaron Zapatero, Trinidad Jiménez, Miguel Sebastián, Pablo Iglesias, Ángel Gabilondo, Íñigo Errejón y Mónica García, pero siguen buscando esa mayoría y aún no la han encontrado.
A López lo aforó Sánchez hace unos meses nombrándolo ministro porque ya se maliciaba que tenía los pies de barro. El teléfono móvil de Juan Lobato —al que ni han citado en este congreso— sirvió en bandeja una realidad: que el actual ministro estuvo en la pomada de la filtración de los datos reservados del novio de Ayuso. Ahora ha regalado otra mamandurria a la que era su jefa de gabinete cuando él era jefe de gabinete. La misma que exigió a Lobato que publicase la información protegible de la pareja de la líder madrileña. Había que premiar el sectarismo y la promoción de los delitos. Y dicho y hecho: Pilar Sánchez Acera, la filtradora del exlíder socialista madrileño, ya es su número 2 en Madrid.
Pero a sectario nadie gana al delegado Martín. Desde que llegó al puesto las relaciones entre la Delegación del Gobierno y la Comunidad de Madrid están rotas. No para de insultar a la presidenta y al alcalde. Usa cualquier excusa institucional, la última ha sido la convocatoria de una junta de seguridad en el distrito de Latina, para arremeter contra los dirigentes del PP elegidos por los madrileños. Es un dóberman puesto por Pedro Sánchez que babea hiel y resentimiento. Fue jefe de Gabinete de Bolaños y por tanto se encargó de toda la logística de la pantomima sanchista en el Valle de los Caídos.
A este sujeto se le ocurrió hace unos meses subir la apuesta de las vilezas de este Gobierno elogiando la contribución de Bildu y de ERC al bien de los españoles, en contraposición —sostuvo— a los «patrioteros de pulsera» de Vox y el PP. Este delegado y por tanto jefe de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la capital de España —sede del sanguinario comando Madrid—, tendría que explicar a los madrileños cuál ha sido exactamente la contribución de los asesinos de ETA a su bienestar, al de todos.
Pues con el tándem de resentidos López-Martín, chapuzas sin fin, quiere ganar «el socialista madrileño Pedro Sánchez» a la «multinacional ultraderechista» de Ayuso. Pista al artista, que diría Rajoy.