El final de la escapada
Desde ya, ese sindicato de intereses a sueldo de Sánchez, y por tanto a costa de los españoles y de socavar el Estado, que conforman Sumar, Podemos, Junts, PNV, ERC, Bildu, BNG etc.., son cómplices de esta podredumbre política que, mal que les pese, no termina en lo que hasta ahora conocemos
Ya sabemos que Sánchez no entiende lo que significa asumir y comportarse con decencia democrática. Quien carece de principios también está ayuno de la mínima higiene democrática para actuar en coherencia con unos valores que no tiene. Por eso cuando el presidente del Gobierno compareció públicamente el jueves tras el 'cerdanazo' de la UCO, ya éramos conscientes de que esa figura compungida, émula de la La niña de Luto de Manolo Summers o del Arias Navarro que nos comunicó la muerte de Franco, no lo hacía para asumir responsabilidades políticas, anunciar su dimisión, convocar elecciones o someterse a una moción de confianza, ante el hedor del muladar en que ha devenido su partido y el gobierno, sino para hacerse la víctima y expresar una fingida petición de perdón, incompatible con su carácter narcisista y soberbio, y por tanto nada creíble.
Sánchez ha hecho que sus políticas y decisiones estuvieran siempre inspiradas por el axioma indecente de que el fin justifica los medios para conseguirlo y ese es, precisamente, como dijo Bernanos aplicado a la sociedad, el primer signo de corrupción de su gobierno. Y al calor e influencia de ese gobierno, e incluso antes, ha anidado y crecido la organización criminal que sus lugartenientes Ábalos y Cerdán han desarrollado en los últimos 11 años, desde que amañaran las primarias del 14 hasta hoy. Alguien que no tiene pudor en decir sobre su partido que es «una organización seria» cuando los encargados de la organización elegidos por él se precipitan por un abismo judicial y un horizonte de cárcel, no tiene ninguna credibilidad ni legitimidad para seguir al frente de esa organización y del Gobierno de España como si no pasara nada.
El Gobierno, como pretende Sánchez y le desmiente la UCO, tampoco puede quedar al margen de una corrupción sistémica cuyo núcleo duro está en el PSOE pero que sin el concurso y connivencia de altos cargos de los ministerios no habría cuajado. Las adjudicaciones de obra pública a cambio de mordidas y comisiones no desaparecieron cuando Ábalos fue apartado del gobierno, sino que continuaron.
Sánchez tampoco puede eludir su culpabilidad con la excusa de sentirse engañado y traicionado por su número dos porque la tiene y mucha tanto in eligendo, haberle elegido como su persona de máxima confianza, e in vigilando, por no haberle vigilado sobre sus acciones criminales de las que más adelante, no será una sorpresa, quizás nos enteremos que el apenado felón también conocía.
Por tanto si Cerdán, su alter ego en el PSOE, y correveidile encargado de representarle y ponerse de hinojos ante Puigdemont para seguir disfrutando del poder, lo ha dejado todo, Sánchez también debería irse por incompetente o probablemente cómplice. No lo hará mientras cuente con el favor y apoyo de los partidos, indiferentes a la corrupción del sanchismo, que desde ahora son ya cómplices de este muladar.
Quienes se unieron para echar a Rajoy del Gobierno por mucho menos de lo que hoy conocemos sobre la trama criminal que ha implosionado en un PSOE financiado presunta e ilegalmente con parte de las mordidas y comisiones cobradas por la banda del Peugeot, callan o contemporizan sobre el alcance de este espectáculo indecente e inmoral de corrupción que cerca a Sánchez y a su familia.
Desde ya, ese sindicato de intereses a sueldo de Sánchez, y por tanto a costa de los españoles y de socavar el Estado, que conforman Sumar, Podemos, Junts, PNV, ERC, Bildu, BNG etc.., son cómplices de esta podredumbre política que, mal que les pese, no termina en lo que hasta ahora conocemos.
Sánchez se esfuerza por hacernos creer que llegará a 2027 pero la realidad seguirá obstaculizando su confuso deseo ante el avance imparable de unas investigaciones policiales y judiciales que harán más insostenible, cada día, la situación mientras las unidades de quemados hospitalarias seguirán llenándose de sáncheces, zapateros, bolaños, monteros, lópeces, chivites, alegrías, etc.., con las manos abrasadas.
No me atrevo a pronosticar cuánto tiempo más seguirá secuestrada la democracia española por Sánchez y sus secuaces parlamentarios, sin autorizar la salida de las urnas, pero ahora sí creo que el presidente de Gobierno más indigno y felón de nuestra democracia está en el final de su escapada. Rememorando la película de Godard , su «final de la escapada» también empieza con un coche robado en Marsella por Belmondo , creo recordar que un Peugeot. Se preguntaba en su artículo de ayer Mayte Alcaraz: ¿ Y si el Peugeot de la banda de los cuatro era robado? La respuesta acaba de dársela el 'meme' de alguien con un sentido del humor notable : «Última Hora, la UCO descubre que el vehículo de la banda del Peugeot era robado». ¿Por qué será que no nos habría sorprendido si la noticia fuera cierta? ¿Acaso podía salir algo mal con un portero de puticlubs, un encargado de almacén de frutas, un aficionado a las 'lumis' y un tipo sin escrúpulos políticos a los mandos de España?