Fundado en 1910
Cosas que pasanAlfonso Ussía

El deseado

Pachi no ha interpretado bien al que le detuvo por la calle en Madrid y le rogó que siguiera sirviendo a Sánchez, Begoña, Otegui y Josu Ternera, que ¡al fin! ha sido procesado por la Audiencia Nacional por sus eficaces labores como máximo dirigente de la ETA

Ha dicho Pachi López que la gente le para por la calle para animarle a seguir. A él y al PSOE. Pachi es modesto. También la gente detiene sus exóticos pasos por su gran atractivo físico, la simpatía de su palabra, el gracejo de sus salidas, y el bochorno de sus entradas. Pachi veranea en Comillas, en el barrio de Rubércena, y cuando – gracias al PP–, fue Lendakari de las Vascongadas, Pachi llevaba sobre sus hombros los féretros de sus compañeros asesinados por la ETA al tiempo que mantenía, junto al impresentable Jesús Eguiguren –maltratador convicto y confeso–, charlitas con el entorno de los terroristas, especialmente con Rufino y Arnaldo, esos hombres de paz. En aquellos tiempos, Pachi López tomaba el aperitivo en la Venta de La Rabia, de los hermanos Herrera, y llegaba con una buena compañía de ertzainas vestidos de veraneantes, que se pagaban su aperitivo, porque Pachi es así.

No eligió bien el lugar de sus aperitivos, que en la temporada alta, la media y la baja, siempre estaba abarrotada de madrileños y de comillanos sanos. Le gustaban los mejillones preparados, las patatas Rabia, y de cuando en cuando pedía una nécora. Siempre acudía con una mujer, entre tímida y tensa, que sabía las altas posibilidades de contemplar como Pachi López terminaba en la ría, compartiendo el pan con los cisnes, los gansos, y los patos que repartía en su bote el bueno de Germán, Man para los amigos. Y su círculo de amistades era un tostón, muy de El País, también arraigado en Comillas por la presencia de Polanco, los Pradera y demás pelmazos estivales. De cuando en cuando ocupaba su mesa un joven vestido de negro, de familia barcelonesa muy distinguida por la variedad de especies que se dan en su seno.

Pachi no ha interpretado bien al que le detuvo por la calle en Madrid y le rogó que siguiera sirviendo a Sánchez, Begoña, Otegui y Josu Ternera, que ¡al fin! ha sido procesado por la Audiencia Nacional por sus eficaces labores como máximo dirigente de la ETA. La gente que detiene a Pachi en las calles lo que necesita y le ruega, es un poco de conversación. Pachi es un gran conocedor de la poesía en vascuence, y la recita como nadie lo ha hecho hasta la fecha. En emocionado silencio, porque no ha leído una poesía en vascuence desde que su madre le dormía en la cuna con el Aurtxoa Seaskan.

Si tuviera que elegir una cualidad sobresaliente en Pachi, no dudaría en optar por su encanto personal y la fluidez de su conversación. Eso es lo que quiere la gente, Pachi. No quiere a Sánchez, le quiere a usted.

Ningún portavoz parlamentario del PSOE ha superado el techo de popularidad del presidente del Gobierno, exceptuándole a usted. Creo que lo dijo Santos Cerdán al ingresar en prisión: «No sé cómo voy a soportar este encierro sin la compañía de Pachi». Y usted, López, está perdiendo el tiempo. Si toma la decisión de enfrentarse a Sánchez, en menos de tres meses lo tendremos de presidente, porque valer, lo que se dice valer, no vale usted nada de nada, y eso ofrece largas garantías.

Cuide a sus votantes que son decenas de buenos socialistas. Detenga sus pasos sin dar sensación de agobio y abrace a quienes le pida que siga usted en el espacio más inteligente y atractivo del PSOE.

Y si no viene a Comillas por su exceso de trabajo, mejor. Por si acaso, ya han cerrado La Rabia.

comentarios

Más de Alfonso Ussía

  • Niñas, al salón

  • Lágrimas funerarias

  • Silencio en nueve idiomas

  • Señor alcalde

  • aussia
  • El mamón de Sierra

  • Últimas opiniones

    tracking

    Compartir

    Herramientas