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Perro come perroAntonio R. Naranjo

22.000 audios y 65 millones de folios para Sánchez

La resistencia de Don Teflón a marcharse sólo es el tedioso prólogo de su ruidosa caída

A Koldo le han requisado 22.000 audios, y los que quedan, a los que hay que sumarle el contenido de distintos soportes de Víctor de Aldama y lo que vaya apareciendo de los sitios más previsibles o insospechados: la documentación que tienen la UCO y el Tribunal Supremo ya da, según los cálculos publicados por los especialistas, para llenar 65 millones de folios.

No hacen falta muchos más datos para concluir que esto acaba de empezar ni para entender la desesperación de Pedro Sánchez y sus acólitos, capaces de utilizar un audio descontextualizado de Aldama para librar a Begoña Gómez de su participación en el rescate de Air Europa, que ya es una evidencia por la mera razón de haber mantenido relaciones comerciales con la compañía y haber viajado al extranjero con su intermediario mientras su marido firmaba el rescate.

Por cierto, qué valor tiene el Coro Rociero de Sánchez exonerando a la catedrática por un supuesto mensaje de Aldama, que él mismo ha rectificado y desmontan los hechos posteriores, e incluso para cargar contra la UCO, acusándola de guardárselo para mantener la «conspiración» que a su lamentable juicio está detrás de las denuncias a la trama: la misma táctica bochornosa de denunciar a Feijóo por hablar de saunas y prostíbulos en el Congreso en lugar de señalar la vergüenza de comprobar que Pedro Sánchez se benefició y se beneficia, a través de su esposa, de ese siniestro negocio.

Los 65 millones de folios, las previsibles delaciones, los nuevos informes de la UCO y el avance de las instrucciones judiciales son el epitafio por entregas del sanchismo, tan inevitable ya como prolongado, hasta el punto de haber sobrevivido a un verano que parecía ya insuperable.

Y lo hubiera sido, con este cúmulo de vergüenzas, con cualquier otro presidente con un mínimo sentido del pudor y con menos miedo a soltar el escudo y enfrentarse, además de a sus responsabilidades políticas, a otras probablemente judiciales.

La formidable cara de cemento de Sánchez es una armadura ocasional, capaz de hacerle sobrevivir en circunstancias que a cualquier otro le hubieran costado el puesto hace tiempo, pero no le dan la inmortalidad: la gravedad de la corrupción de su entorno, combinada con el chantaje eterno del separatismo, hacen imposible su continuidad, aunque la prolongue sin sentido a golpe de concesiones infames a sus interventores y maniobras autocráticas contra el resto de poderes democráticos.

El retrato final es demoledor y explica que, salvo en el ecosistema que vive gracias a él y sin él no es nada, el líder socialista no pueda pisar la calle ni el Congreso ni Bruselas y solo tenga entrada, para horror de la posición internacional de España, en las cancillerías chavistas y en China, centros del oprobio ideológico y quizá del negocio del zapaterismo, la cara B del sanchismo.

Tenemos a un presidente ilegítimo que armó la mayoría negada por los electores con una coalición presidida por la extorsión; deudor personal de las ganancias del suegro en sórdidos garitos dedicados a la explotación sexual; rodeado por corruptos y puteros; insumiso a la Constitución y opuesto a la separación de poderes; dispuesto a pagar cada impuesto revolucionario con la dignidad, el dinero y las leyes que definen a un auténtico Estado de derecho y beneficiario de las andanzas internas de Koldo, Ábalos y Cerdán y de las externas de Puigdemont, Otegi y Junqueras.

Que con esa biografía se permita presumir de balance y anunciar su continuidad, en otra de esas comparecencias lisérgicas que solo convencen a los vividores de su causa, es una ofensa a la inteligencia del más humilde protozoo, pero también un anticipo de la magnitud de su caída: cuanto más lejos llegue en su huida hacia adelante, más estrepitosa será su salida. Es el tío que puso a custodiar sus avales a ese orangután llamado Koldo que va diciendo a las mujeres que enseñen teta y culo.

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