Urgente
En España es complicada esa entrega porque la mediocridad, las manías personales y los celos se han apropiado del numeroso electorado conservador. Y es urgente que hablen, aunque sea por respeto a todos los que sin intereses de por medio han militado y apoyado a su partido por España y sin buscar nada a cambio
Lo que nos faltaba para que la burra tocara el violín. El presidente, principal responsable de boicotear uno de los acontecimientos deportivos más prestigiosos de España en el mundo. Ha sido él, sólo él y la propaganda financiada por el ultra odio de los ignorantes y violentos. Ridículo mundial, y cada día que pasa más cerca se sitúan las elecciones generales que va a perder España contra la anti-España. No nos jugamos cuatro años de política parlamentaria e institucional, sino la vida y la muerte de la nación, el Estado más antiguo de Europa, con una historia más poderosa aún que la mentira de la Leyenda Negra. Mientras el PP y Vox mantengan su orgullo de clase media baja, de no ceder para impresionar menos a la vecina de enfrente, ellos ganarán. Con una vez más que PSOE, comunistas terroristas, separatistas, serpentinos sexuales y demás fauna de rencor por haber perdido una guerra contra un general «inepto y bobo», con una sola vez, España salta por los aires.
Aquí, en la zona de la derecha, mandan los ocultos y los segundones. Conozco a Santiago Abascal desde que Vox consiguió su primer voto, y su amor a España y su honradez demostrada no han sufrido arañazo alguno. Pero no manda. Conozco desde hace años a la presidente de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que no sólo arrasa en Madrid sino en casi todas las comarcas de España. Y a Iván Espinosa de los Monteros, la cultura honda decepcionada por los obstáculos de Monasterio. A Trump le han votado los multimillonarios, los del KKK, los pequeños burgueses y millones de obreros. Pero el norteamericano es más reflexivo de lo que parece, carece de odio y vota según le sopla su viento. Tengo amigos 'tories' ingleses que han votado a los laboristas para recordar a los suyos que el Reino Unido es de todos. En España es complicada esa entrega porque la mediocridad, las manías personales y los celos se han apropiado del numeroso electorado conservador. Y es urgente que hablen, aunque sea por respeto a todos los que sin intereses de por medio han militado, ayudado y apoyado a su partido por España y sin buscar nada a cambio.
El clamor de animadversión entre los líderes del conservadurismo y liberalismo español ha alcanzado oteros casi insalvables. Reúnanse y hablen. Olviden rencillas y malos modos. Pero háganlo los dos auténticos líderes del PP y Vox. Alberto Núñez Feijóo y Julio Ariza, el fantasma oculto de las finanzas saltarinas y los golpes en el pecho. Ellos son los que mandan. Los que de alcanzar la visión del sobrevuelo donde España impera sobre todo lo demás, pueden luchar por la permanencia de España y no repartirse un puzle irreparable.
Feijóo y Ariza. Lugar del encuentro. En el hogar de Monasterio.